Characterization of accidents due to canines bite
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ISSN Versión impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697
Biotempo, 2022, 19(1), jan-jun.: 11-17.
ORIGINAL ARTICLE / ARTÍCULO ORIGINAL
CHARACTERIZATION OF ACCIDENTS DUE TO CANINES BITE (CANIS
LUPUS FAMILIARIS LINNAEUS, 1758) REGISTERED IN THE ZOONOSIS AND
VETERINARY CENTER OF LURIGANCHO-CHOSICA, PERU: 2016 TO 2019
CARACTERIZACIÓN DE LOS ACCIDENTES POR MORDEDURA DE CANES
(CANIS LUPUS FAMILIARIS LINNAEUS, 1758) REGISTRADOS EN EL CENTRO DE
ZOONOSIS Y VETERINARIA DE LURIGANCHO-CHOSICA, PERÚ: 2016 A 2019
Franco Ceino-Gordillo1*; Nestor Andres Romucho-Santa Maria1; Edison Salvatierra-Tasayco2
& Antoinette Reyes-Rossi3
1 Laboratorio de Farmacología y Patología Clínica Veterinaria. Escuela Profesional de Medicina Veterinaria. Universidad
Ricardo Palma, Lima, Perú. Av. Benavides 5440, Lima 33, Perú.
2 Centro de Zoonosis y Veterinaria de Chosica UBG Chosica/Chaclacayo de la DIRIA LE/MINSA. Área de Salud y Ambiental
de la UBG Chaclacayo/Chosica, Perú.
3 Laboratorio Alfabiol, Lima, Perú.
*Corresponding author: franco.ceino@urp.edu.pe
Franco Ceino-Gordillo: https://orcid.org/0000-0002-4536-7944
Nestor Andres Romucho-Santa Maria: https://orcid.org/0000-0001-8913-9217
Edison Salvatierra-Tasayco: https://orcid.org/0000-0002-0715-4390
Antoinette Reyes-Rossi: https://orcid.org/0000-0003-1716-977X
Biotempo (Lima)
doi:10.31381/biotempo.v19i1.4705
https://revistas.urp.edu.pe/index.php/Biotempo
ABSTRACT
An investigation was carried out whose purpose was to determine the characterization of dog bite accidents (Canis lupus
familiaris Linnaeus, 1758). 624 cases were collected through the datasheets of the MINSA (Ministry of Health) of Peru
from 2016 to 2019, from the zoonosis and veterinary center of Lurigancho-Chosica, Peru. Physical les established by
MINSA for data collection for dog bites were analyzed. Once the data was obtained, the information from the surveys
was processed in the Microsoft O ce Professional 2019 program (Microsoft Excel) and IBM SPSS Statistics. e results
of the analysis show an annual incidence rate of 259.12 people bitten per 100,000 inhabitants, in addition to the fact
that the year with the highest frequency of bites was 2016 (28.2%); Likewise, it was shown that the months with the
highest frequency of dog bite cases were in January (12.7%), February (11.2%), August (11.1%) and July (9.3%). e
most a ected age group was 30-59 years (34.9), the most a ected age group were adults (30-59), also the vaccination
status of the dogs is worrying because more than 50% are not vaccinated against rabies; Finally, with regard to the
breed of dogs most predisposed to cause dog bites, it was the mestizo. It is concluded that the frequency of dog bites is
decreasing each year and that there is a greater presentation of dog bites in the months of January, February, August, and
July, being the male gender the most a ected.
Revista Biotempo
Volumen 19 (1) Enero-Junio 2022
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lat
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Catalogo
2.0
Volumen 19 (1) Enero-Junio 2022
Facultad de Ciencias Biológicas de la
Universidad Ricardo Palma
(FCB-URP)
Facultad de Ciencias Biológicas de la
Universidad Ricardo Palma
(FCB-URP)
Este artículo es publicado por la revista Biotempo de la Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú. Este es un artículo de acceso abierto,
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Keywords: aggressor – bite – dogs – health – wronged
RESUMEN
Se realizó una investigación cuyo propósito fue determinar la caracterización de los accidentes por mordedura de canes
(Canis lupus familiaris Linnaeus, 1758). Se recopilaron 624 casos a través de las chas de datos del MINSA (Ministerio de
Salud) del Perú del 2016 hasta el 2019, del centro de zoonosis y veterinaria de Lurigancho-Chosica, Perú. Se analizaron
chas físicas establecidas por el MINSA para la recolección de datos por mordedura de canes. Obtenido los datos se
procedió a procesar la información de las encuestas en el programa Microsoft Oce Professional 2019 (Microsoft Excel)
y IBM SPSS Statistics. Los resultados del análisis muestran una tasa de incidencia anual de 259,12 personas mordidas
por cada 100.000 habitantes, además que el año con mayor frecuencia de mordeduras fue en el 2016 (28,2%); asimismo,
se demostró que los meses con mayor frecuencia de casos por mordedura de canes se presentó en enero (12,7%), febrero
(11,2%), agosto (11,1%) y julio (9,3%). El grupo etario más afectado fue de 30 – 59 años (34,9), el grupo etario más
perjudicado fueron los adultos (30-59), también el estatus vacunal de los canes es preocupante debido a que más del
50% no están vacunados contra la rabia; por último, con respecto a la raza de canes más predispuesta a causar mordedura
por canes, fue la mestiza. Se concluye que la frecuencia de mordedura por canes, está disminuyendo cada año, y que, se
evidencia una mayor presentación de mordedura por canes en los meses de enero, febrero, agosto y julio, siendo el género
masculino es el más afectado.
Palabras clave: Agraviado – Agresor – Can – Mordedura – Salud
INTRODUCCIÓN
Existen diversas razones para que se posea un can en
casa o en el trabajo, desde las emocionales y recreativas
hasta las de seguridad, por lo que se ha incrementado la
población canina y su diversicación racial en todo el
mundo (Aleri et al., 2010).
La presencia de mordedura de canes se ve con mayor
frecuencia en Latinoamérica, debido a que los sistemas
de salud son inecientes o no tienen la capacidad de
afrontar este problema ante la velocidad del incremento
de la población, lo cual diculta un control sanitario
más riguroso de los canes errantes y elevado riesgo de
transmisión de enfermedades (Velarde et al., 2015). La
agresividad canina se dene como una acción a responder
de forma violenta como acometer, atacar y agredir a otro
individuo (Formaciones caninas, 2017).
La agresividad orgánica representa un 15 a 20% de
casos de agresividad y se caracteriza por ser productos de
causas físicas que afectan al animal lo cual desencadena la
agresividad, como el dolor, problemas del SNA (“tumores
o rabia que es muy poco frecuente”) y cambios siológicos
(por enfermedades no dolorosas o cambios de ambiente).
Otras afecciones congénitas por traumatismos o por
degeneración también pueden ser causas de agresividad.
Puede que el dolor cause irritabilidad y aumente algún
tipo de agresividad, como la dominancia (Fernández,
2008). La agresividad por frustración descrita por Torres
(2019) es cuando al animal espera conseguir algo o
está motivado para realizar una determinada conducta
ante la frustración de no poder satisfacer sus deseos.
La valoración en cuanto a la condición de la lesión
ocasionada por el can agresor, es de gran importancia,
pues estima el potencial rábico del accidente. Conocer la
ubicación anatómica de la herida, el estado de vacunación
del can y su estado clínico o conducta previamente, así
como subsecuente a la mordedura, son algunos datos
fundamentales para catalogar el tipo de exposición que se
tuvo al virus de la rabia y determinar la conducta que se
debe seguir (Ministerio de Salud [Minsa], 2017).
Se considera mordeduras de exposición grave cuando
existe, lamedura de la mucosa, lamedura de la piel lesionada
o arañazo en el cuerpo de una persona, ocasionada por
un animal con rabia conrmado por el laboratorio,
silvestre o salvaje, con signos o síntomas indicativos de
rabia en el momento de la agresión o durante los días de
observación y sin vacunar (MINSA, 2017; Vargas, 2018).
En casos aislados se ha comprobado que puede ocasionar
osteomielitis, artritis séptica, tenosinovitis, celulitis y
septicemia (Mejía, 2016; Lopardo, 2018).
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Gonzáles (2016) permitió cuanticar las características
epidemiológicas de las mordeduras de perros domésticos
en estudiantes de nivel de secundaria en la ciudad de
Tacna, Perú en el año 2016 y sostuvo que, por temporadas
de ataques, el 38,65 % (75/194) han sido mordidos en
la época de verano, y 18,55 % (36/194) mordidas en
otoño. El 62,37 % (121/194) fueron atacados por perros
desconocidos. Estos porcentajes permiten concluir que
existe un mayor número de estudiantes que sufrieron
accidentes por mordedura fueron en épocas de verano,
así mismo que el género masculino fue el más afectados,
probablemente porque los varones son avezados con los
perros y son menos prudentes que las mujeres.
En otro estudio realizado en Perú, Santa Cruz (2018)
demostró aún más crítica la situación que por cada
98 personas existe un can, lo cual aumenta el número
de canes callejeros y el riesgo a sufrir un accidente por
mordedura de canes. En base a la recopilación de los casos
registrados en el MINSA, la preocupación del estatus
vacunal de canes mordedores es de gran importancia,
debido a que se puede propagar la enfermedad de la
rabia que es mortal en cualquier ser vivo (Velarde et
al., 2015). En el Centro de Salud Playa Rímac - Callao
enero 2011 – diciembre 2015, la tasa de noticación de
accidentes por Mordedura Canina en el transcurso de
los años 2011 – 2015, ha sido de tendencia creciente.
En las características epidemiológicas predominaron
los adolescentes, masculinos, instrucción secundaria,
trabajadores independientes, no presentar antecedentes
de vacunación antirrábica (Chacma, 2016).
Una evaluación del bienestar de la población de perros
callejeros de la conurbación de Sullana, Perú, realizo un
censo de todos los canes callejeros, siendo el 68,05%
mestizos (Cortez, 2020).
Estos problemas afectan a varios países de América
del Sur, que también realizan programas y estudios
para frenar esta dicultad. En Chile, las frecuencias de
mordeduras fueron mayoritarias por perros, 80 a 90%
(Hirsch, 2009). En un estudio en Guayaquil, Ecuador
arrojó que, en la gran mayoría de canes, el (54%) no se
encuentran inmunizados contra la rabia o se desconoce
dicha información (Calderón, 2019). Se ha evaluado en
la Ciudad de Córdoba, Argentina, y se observó que el sexo
masculino predominó en el 65 % de los casos, además en
los grupos etarios más afectados fueron los de 0 a 4 años
y de 5 a 9 años. Se obtuvieron que las razas de los canes
implicados en los accidentes por mordedura se registra un
gran porcentaje de casos en el que se desconoce la misma
raza del can (Pizzi, 2010).
Por otro lado, la recopilación de datos de países con
ingresos bajos y medianos muestran que los perros son
responsables del 76% al 94% de las mordeduras de
animales (OMSA, 2018). Por otra parte, las mordeduras
de canes ocasionan un gran golpe económico (Romero et
al., 2014). En El Salvador, Amaya & Quinteros (2019)
determinaron que el grupo etario más afectado por
mordeduras de canes fue de 20-59 años, seguidos por
10-19 años. Además, en los resultados de si está o no
vacunado la mascota agresora, arrojo que 61,1% estaban
vacunados. Ortega et al. (2019) sobre aspectos clínicos y
epidemiológicos de la rabia en Cuba, presentó más casos
de mordedura de canes y el grupo etario más afectado
fueron de 19 años a más, seguidos del grupo etario de 5
a 9 años. A su vez, Mena (2020) observó más accidentes
por mordedura de canes (34,7%), y que el grupo etario
más afectado fue el de 30 a 59 años.
El objetivo de la presente investigación fue dar a conocer
la realidad del impacto de la población canina en este
distrito y, asimismo, otorgar nuevos conocimientos en
esta área, ser un referente para las investigaciones futuras
y para que las autoridades tengan un referente para así,
disminuir la cantidad de perros callejeros y, por lo tanto,
que no propaguen posibles zoonosis por mordeduras a
cualquier persona.
MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área
La investigación se realizó en el distrito de Lurigancho-
Chosica en el Centro de Zoonosis y Veterinaria de
Chosica de la UBG CHOSICA, ubicado en Jr. Tacna
N° 147 – Lurigancho-Chosica, Lima, Perú. Este estudio
tuvo un enfoque cuantitativo epidemiológico, de tipo
observacional y descriptivo.
Muestras
Fueron los 644 casos reportados en el Centro de Zoonosis
y Veterinaria en el distrito de Lurigancho-Chosica
(Ministerio de Salud, MINSA) entre los años 2016 al
2019. Teniendo en cuenta que estos casos son diferentes y
sin ninguna intervención del MINSA, el trabajo se realizó
con una muestra aleatoria simple.
Procedimiento
Se utilizaron chas físicas establecidas por el MINSA
para la recolección de datos por mordedura de canes.
Estas chas contienen la versión narrada de las personas
agraviadas, informando como fue mordida por el can hasta
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llegar al centro de zoonosis para realizar su descargo del
incidente, dando todas las especicaciones y características
del animal y si contaba con dueño o no, hasta donde el
agraviado pueda brindar información. Luego se procedió
a ingresar el total de datos de las encuestas al programa
Microsoft Oce Professional 2019 (Microsoft Excel)
y IBM SPSS Statistics. Las técnicas estadísticas usadas
fueron: Estimación porcentual, promedios y diagramas
porcentuales.
Aspectos éticos: Para la realización de esta investigación,
se solicitó la autorización de jefe del Centro de Zoonosis
y Veterinaria de Chosica de la UBG Chosica/Chaclacayo
de la DIRIS LE/MINSA y Responsable del área de
Salud Ambiental de la UBG Chaclacayo/Chosica, quien
aprobó la toma de la base de datos de un total de 624
chas recolectadas desde el 2016 al 2019, siendo estas
utilizadas con nes de investigación y no se incluirán los
nombres de las personas agraviadas, ni el de los dueños
de los canes agresores; así como tampoco su localización
especíca de cada uno o que se aproxime a su vivienda de
las dos partes.
RESULTADOS
Durante el periodo de estudio entre los años 2016 – 2019
en el Distrito de Lurigancho- Chosica de la ciudad de Lima,
se registraron 624 casos a lo largo de esta investigación, los
cuales fueron distribuidos en seis divisiones, distribución
espacio temporal de los accidentes por mordedura
ocasionado por canes, distribución de las mordeduras
según el género de la persona atacada, distribución de
canes vacunados, distribución de mordeduras según
el grupo etario, distribución de razas predisponentes
a accidentes por mordeduras y distribución según las
características de las lesiones por mordeduras de canes.
En la tabla 1, se observó, en la información recopilada de
cuatro años para la frecuencia por mordedura de canes en
el año 2016, presentó una mayor tasa de incidencia de
casos reportados, en relación a los años anteriores en los
Tabla 1. Frecuencia de mordedura por canes, Distrito de Lurigancho-Chosica, período 2016-2019.
Períodos n %
2016 176 28,2
2017 171 27,4
2018 137 22
2019 140 22,4
TOTAL 624 100
cuales se realizó la investigación, así mismo en los años
posteriores se ve un descenso considerable del 5,8% del
2016 hasta el 2019.
Tabla 2. Frecuencia de personas agredidas por un can según su género y su variación durante el período 2016-2019.
AÑOS GÉNERO TOTAL
Masculino Femenino
n % n % n %
2016 87 13,9 89 14,3 176 28,2
2017 87 13,9 84 13,5 171 27,4
2018 66 10,6 71 11,4 137 22
2019 78 12,5 62 9,9 140 22,4
Total, del estudio 318 51 306 49 624 100
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Con respecto a la tabla 2, se evidencia que los accidentes
por mordeduras de canes relacionadas al género, fueron
superiores en personas del género masculino que en el
femenino. Por otro lado, en los años 2016 y 2018 se
observa que el género femenino fue ligeramente mayor
que el masculino.
Tabla 3. Frecuencia de mordeduras de canes según grupo etario en el distrito de Lurigancho-Chosica
durante el período 2016-2019.
EDADES AÑOS TOTAL
2016 2017 2018 2019
0-11 n 37 29 17 35 118
% 21,0 17,0 12,4 25,0 18,9
12-17 n 13 16 13 15 57
% 7,4 9,4 9,5 10,7 9,1
18-29 n 30 27 19 13 89
% 17,0 15,8 13,9 9,3 14,3
30-59 n 56 58 53 51 218
% 31,8 33,9 38,7 36,4 34,9
>60 n 40 41 35 26 142
% 22,7 24,0 25,5 18,6 22,8
TOTAL
N Total 176 171 137 140 624
% Anual 100 100 100 100 100
% Del total de años
28,2 27,4% 22,0 22,4 100
En la tabla 3 se tienen los grupos etarios que sufrieron
accidente por mordedura de canes, en el cual se puede
visualizar que en primer lugar se encuentran las personas
de 30 – 59 años, en segundo lugar, están las personas >60
a más años, y nalmente en tercer lugar se encuentran las
personas de (0 – 11 años).
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en el presente estudio
demostraron que el género masculino es el más afectado
teniendo 318 (51%) casos. Estos hallazgos guardan
relación con lo que sostiene Chacma (2016), quien
señala que el aumento de mordedura de canes al género
masculino es mayor a comparación del género femenino,
pudiéndose deber a que el género masculino tiende a
enfrentar al animal al contrario de su contraparte.
Las puntuaciones con respecto a los espacios temporales
en los años del estudio, coincide con lo obtenido por
Vargas (2018), que el mayor número de incidentes
registrados por accidentes por mordedura de canes se dan
en los siguientes meses: diciembre, enero, febrero y marzo,
considerados meses de verano. Debido a que en esas
fechas existe mayor número de festividades lo cual motiva
a coincidir el encuentro de canes callejeros con personas.
Sin embargo, no concuerda con los resultados de Chacma
(2016) en el cual mencionan que su segundo grupo de
meses críticos, son los meses: junio, agosto, septiembre y
noviembre. Debido a que estos estudios se realizaron en
departamentos diferentes donde posiblemente tengan en
estas fechas otras festividades.
Por otro lado, con respecto a las características de las
lesiones ocasionadas por mordedura de canes, es acorde
con los resultados por Vargas (2019) en la que se expuso
que las superciales
y las profundas no presentaban una
diferencia signicativa con 2 (0,2%) casos. Sin embargo,
Chacma (2016), concluye que las mordeduras superciales
superaban por más del doble que las ocasionadas por
mordeduras profundas, no guardando ninguna relación
con los resultados que se obtuvo en este estudio, que arrojó
una cifra del 319 (51%) en superciales y un 305 (49%)
de profundas en total, posiblemente por la diferencia
de lugares y debido a que en el distrito de Lurigancho-
Chosica exista un mayor número de canes callejeros que
cuentan con una serie carac
terísticas físicas que no le
proporcionan mayor capacidad para inigir más daño a
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sus objetivos. En el estatus vacunal del can agresor, más del
54% de canes sondeados no se encontraban vacunados,
sin contar los canes que se desconocía su estado vacunal
y encontrándose en menor cantidad los canes vacunados,
solo el 22,68 (Gonzáles, 2016; Calderón, 2019). Esto
guarda relación con los datos obtenidos por el presente
estudio con un 327 (52,4%) de canes sin vacunar, 220
(35,3%) se desconocía su estado vacunal y solo un 77
(12,3%) contaban con vacunas. Estos resultados sugieren
que hay una falta de cultura sobre tenencia responsable,
no solo en el distrito de Lurigancho-Chosica; si no a nivel
nacional, debido a esto muchos canes no están vacunados.
En lo que respecta a los accidentes de mordedura en los
grupos etarios, los menores de 14 años tuvieron una alta
predisposición a la mordedura de canes con una cifra del
26% a comparación de los otros grupos etarios (Pizzi,
2010). Todos estos resultados no guardan relación con
los observado en este estudio, en las que se obtuvo como
primer grupo etario en riesgo personas de 30 años a 59
años 218 (34,9%), seguido de personas de 60 años a más
142 (28,8%) y en tercer lugar las personas menores de 11
años 118 (18,9%). Esto podría ser debido que a medida
de que los años transcurren, las nuevas generaciones ya no
salen a las calles, puesto que se están cambiando los nuevos
hábitos, dejan las actividades al aire libre para incurrir en
actividades dentro de casa, como por ejemplo juegos de
computadoras, pero en las personas mayores ocurre todo
lo contrario, en vista que no encuentran atrayente estas
nuevas actividades dentro de sus hogares y buscan realizar
actividades al aire libre, como consecuencia de esto son
más propensos a encontrarse con canes callejeros y sufrir
un accidente por mordedura de canes.
Los resultados obtenidos por Amaya y Quinteros (2019)
en el Salvador no permiten corroborar que el mayor
número de ataques fueron hacia adultos jóvenes como se
obtuvo en esta investigación pudiéndose deber al tema de
la osadía de enfrentar al animal, así mismo que el número
de vacunado es superior a los no vacunados, sin embargo,
aun el grupo de no vacunado supera el 30%. Finalmente,
los hallazgos de Ortega et al. (2019) y Mena (2020)
concuerdan con los del presente estudio en el que resalta
que también son los grupos etarios de personas jóvenes
los que más resultan afectados por las mordidas de canes
pudiendo deberse a que está en aumento el número de
accidentes por mordeduras por aumento de canes sueltos
en las calles.
Se puede concluir que las mordeduras producidas por
canes son un agravante a la salud publica teniendo como
principales agraviados a los del grupo etario jóvenes, por
lo que es necesario concientizar a la población sobre una
tenencia responsable de animales de compañía y así poder
evitar la aparición de zoonosis que afecten a la salud
pública en general.
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Velarde, J.; Pauro, H.; Nuñez, R.; Pinto, M.; Campos,
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Received October 13, 2021.
Accepted December 18, 2021.
