El presente artículo tiene como nalidad mostrar algunas correlaciones en-
tre estudios recientes en Neurociencias Moleculares en Psicología y fenómenos
clínicos descritos por los Psicoanalistas, así como el inconsciente; asimismo, se
comentan algunas investigaciones correspondientes respecto a las redes neu-
ronales convergentes y divergentes, sus conexiones, el rol de las impresiones/
asociativas en la cadena del dato y sus bases de conducción, rutas, circuitos
y archivos mnémicos, describiendo como la percepción inconsciente se ja en
diversas regiones. Así mismo se toma en cuenta las huellas signicativas afecti-
vas en los periodos críticos del desarrollo psicológico antes y después de la edad
responsable, las inuencias de las instituciones, el rol de la educación y el libre
albedrío sensorial-perceptivo.
Palabras clave: Neurociencias Moleculares; Psicoanálisis Moderno; Percep-
ción inconsciente (Sueños, Actos fallidos y el chiste); Redes Neuronales.
The purpose of this article is to show some correlations between recent studies
in Molecular Neurosciences in Psychology and clinical phenomena described
by Psychoanalysts, as well as the unconscious; likewise, some corresponding
research is commented on convergent and divergent neural networks, their
PAIDEIA XXI
Vol. 6, Nº 7, Lima, enero 2018, pp. 91-118
Resumen
NEUROCIENCIAS MOLECULARES EN
PSICOLOGÍA, PSICOANÁLISIS E INCONSCIENTE
MOLECULAR NEUROSCIENCE IN PSYCHOLOGY,
PSYCHOANALYSIS AND UNCONSCIOUS
Ana María Montero Doig
Abstract
Ana María Montero Doig
92
PAIDEIA XXI
1. Introducción
El presente artículo consta de cin-
co partes. En la Introducción se pre-
senta una idea sobre los fotones en el
cerebro, dado que una vez que este re-
cibe la luz produce sustancias Neuro-
péptidos y NT neurotransmisores bio-
fotónicos: Sustancias químicas como:
Dopamina, Serotonina Noradrenalina,
Adrenalina; todas sustancias molecu-
lares de impacto en la Psicología Clíni-
ca, especícamente en el núcleo de las
neuronas ARN, qué le dice qué hacer
al núcleo ADN a través de la proteí-
na Turbulina en la estructura de los
cito esqueletos plasmáticos y esta es
la memoria celular relacionada con el
inconsciente porque son sistemas de
defensas (MDI –MDE), que se originan
cuando las neuronas sirven al instinto
de conservación y reaccionan con un
movimiento (dopamina) con miedos o
cólera al riesgo (Adrenalina - Noradre-
nalina) y ante la frustración o falta de
placer con tristeza (serotonina) y que
sirven al cuerpo humano para reac-
cionar ante determinadas circunstan-
cias, la pérdida de su energía fotoni-
ca causa décit o el excesos en el uso
termo dinámico de la energía celular,
del órgano o del sistema del cuerpo fí-
sico; donde el NT neurotransmisores
o NP neuropéptidos reaccionan como
biofotónes físicos-químicos en las si-
napsis, que provocan que estructuras
del SNV sistema nervioso vegetativo,
por ejemplo, haga que el corazón lata
muy rápido o muy lento y se observa
individuos eufóricos o con hundimien-
tos afectivos, expresiones observadas
en el ujo de las redes neuronales aso-
ciativas RNAs. Por ejemplo caso de red
RNAs entre Sensación y Emoción ne-
gativa donde la glándula pineal adapta
su ciclo al de la Tierra, vemos que las
12 horas del día en la Tierra son las
12 horas de vigilia para la glándula pi-
neal, la cual está constantemente en
armonía con el ciclo horario terrestre,
el décit de un NT (dopamina, seroto-
nina, adrenalina), por eso es posible
observar a las neuronas dopaminérgi-
cas que al liberar dopamina a su vez
transmiten el mensaje de sensación
placentera y euforia cualquiera que
sea es una consecuencia perdida de
energía o de hundimiento emocional
donde la glándula pineal habitual-
mente reacciona causando sueño o fa-
tiga física o sensorial (a su vez decae el
nivel de atención del locus cereleus en
la FRA, formación reticular ascenden-
te). En la segunda parte, se exponen
connections, the role of impressions / associations in the data chain and
their bases of conduction, routes, circuits and mnemonic les, describing
how unconscious perception is xed in different regions. Likewise, signicant
affective traces are taken into account in critical periods of psychological
development before and after responsible age, the inuences of institutions, the
role of education and the sensorial-perceptual free will.
Key words: Molecular Neurosciences; Modern Psychoanalysis; Unconscious
Perception (Dreams, Failed Acts and the joke); Neural Networks.
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
93
PAIDEIA XXI
consciencias entre el psicoanálisis y
las neurociencias, las convergencias
de las redes neuronales de la base ma-
terial del inconsciente en el cerebro.
En la tercera parte, están realizadas
mis investigaciones durante más de
una década en neurociencias molecu-
lares en psicología.En la cuarta parte,
están realizadas las presentaciones de
redes neuronales por convergencia y
evidencias cientícas de la memoria
de la célula en ARN y ADN. Finalmen-
te, conclusiones.
Recordando juntos, Dalmasio en
el Congreso de la Asociación Psicoa-
nalítica Internacional XLIII, celebra-
do en Nueva Orleáns en el 2004, es
especialmente conocido por su libro,
el más popular de todos, traducido a
múltiples idiomas, El error de Descar-
tes (1994). Además, antes era insólito
pensar que podrían exponerse tesis
neurocientícas ante psicoanalistas
de todos lados en una asamblea gene-
ral. Por otra parte, hechos como que
un neurólogo presentase exposiciones
sobre tópicos como “la arquitectura
emocional del miedo y el placer”, ejem-
plica las actuales correlaciones entre
las neurociencias y el psicoanálisis.
Continuando con estas, hace más de
una década se editó una revista con
el nombre de NeuroPsychoanalysis.
Asimismo, las publicaciones de libros
respecto a convergencias entre estas
disciplinas van en aumento, así como
las conferencias respecto a esta corre-
lación.
Sigmund Freud, en 1895, en su
trabajo de “una psicología para neu-
rólogos”:
Intentó adaptar lo que había co-
menzado a descubrir sobre el
funcionamiento inconsciente de
la mente a las rudimentarias no-
ciones de neurociencia de aquel
entonces. Freud, consciente de
la escasez de conocimientos neu-
rosiológicos que pudieran dar
cuenta de sus tesis psicológicas,
decidió no publicar dicho Proyec-
to. Éste no vio la luz hasta 1950,
más de una década después de
su muerte (Freud, 1895).
Más adelante, en 1914, Freud
(1973), narro: Tendremos que recor-
dar que todas nuestras ideas pro-
visorias psicológicas habrán de ser
adscritas alguna vez a substratos or-
gánicos; Posteriormente, luego de seis
años, haciendo alusión a los décits
de sus constructos, narraría: “desapa-
recerían con seguridad si en lugar de
los términos psicológicos pudiéramos
emplear los siológicos o los químicos”
(Freud, 1973). Desafortunadamente,
Freud no está vivo para ver cómo lue-
go de un siglo, las convergencias en-
tre ambas disciplinas se van tornando
más signicativas.
Con el pasar del tiempo, el proyecto
del cerebro azul sumado a otros da-
tos respecto a la dinámica del SNC, la
neurología se dará cuenta de muchas
de las verdades del inconsciente que
postula Freud, y esto gracias a las co-
rrelaciones entre ambas disciplinas.
Morton Reise (1984), formuló una
interrogante hace un par de décadas:
“¿Tienen algo que decirse el psicoaná-
lisis y la neurobiología?”. La respuesta
en la actualidad es una armación por
Ana María Montero Doig
94
PAIDEIA XXI
categorías, ya que al respecto, Regina
Pally (1997), ha indicado: “El recono-
cimiento de la enorme dependencia
de la experiencia adquirida (en la in-
fancia) que tiene el desarrollo cere-
bral constituye un ejemplo patente de
cómo pueden integrarse la neurocien-
cia y el psicoanálisis”, Aunado a esto,
el Nobel de neurosiología, Eric Kan-
del (1983), redactó: “El énfasis puesto
por el psicoanálisis en la estructura
del psiquismo y en sus representacio-
nes internas ha constituido una de las
fuentes de la psicología experimental y
cognitiva moderna”. El funcionamien-
to de las redes neuronales da como
resultado la vida psíquica, sea la nor-
mal o la patológica; por esto, la men-
te tiene su origen en el cerebro, a su
vez, esta víscera, relacionada con los
estímulos externos, sumado a la expe-
riencia subjetiva, modica los proce-
sos estructurales del cerebro. Es así
que tenemos la biología que subyace
a la función, pero la función modica
a la víscera, y con más ahínco en la
infancia.
Hay un fenómeno interesante des-
crito por Jean Piaget en el año 1950,
que alude a una relación del incons-
ciente con las neurociencias: se trata
del fenómeno de la denominada cons-
tancia objetal, que consiste en la exis-
tencia de la representación mental de
una persona u objeto en la ausencia
de éste, capacidad que el ser humano
adquiere normalmente a lo largo del
segundo año de vida. Gracias a este
fenómeno, la relación madre-hijo, se
solidica en tiempo y espacio, a pesar
de situaciones estresantes que pue-
dan poner en riesgo este vínculo. Aho-
ra, este fenómeno descrito hace más
de medio siglo, tiene correlación con
los descubrimientos de la neurobio-
logía, pues hoy en día es bien sabido
que luego de que la mielinización del
SNC se completa, las neuronas del
córtex premotor codican estímulos
visuales y permanecen activadas aun
cuando no estén presentes los obje-
tos en cuestión o no resulten visibles,
como en la oscuridad. Es así que esta
permanencia explica la disponibili-
dad de las impresiones sensoriales
para las evocaciones asociativas en
ausencia de los estímulos originales.
El hecho de que la imaginación por sí
misma active las neuronas del córtex
correspondiente a la percepción direc-
ta por los sentidos, refuerza la tesis de
la efectividad de la actividad asociati-
va, proporcionando una constatación
física de algo que los psicoanalistas ya
conocían empíricamente.
2. Circuitos nerviosos y las imáge-
nes visuales
Existen circuitos lineales E-O-R
simples y circuitos de redes neurona-
les asociativas RNAs, más complejas
en paralelo sobre lo que aprendemos
en el trascurso de la vida, siendo las
recepciones de los estímulos visuales
y auditivos los que son más reme-
morados más inconscientemente en
el silencio. Esas percepciones tienen
una singularidad afectiva y pueden
causar o no causar una interacción de
la Red Sensorial (SNP) de tipo visual
con otros centros del cerebro a través
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
95
PAIDEIA XXI
de las impresiones Fotónicas, eviden-
temente en la estructura de los ojos,
cuando se agota un pigmento del co-
lor de las células llamadas conos, se
producen complementarios, llevan las
señales. Lo mismo pasa con los pig-
mentos purpura de los bastones y al
lóbulo occipital por eso cada estructu-
ra desarrolla funciones psíquicas suti-
les tanto en la glándula Pineal (vigilia-
sueño) como de asociaciones o llama-
dos pensamientos mágico-primitivos o
pensamientos racionales lucidos, que
acompañan de reacciones motoras,
frente a riesgos instintivos de conser-
vación de la especie.
Se ha observado que nuestras po-
sibilidades de comprensión y respues-
tas adecuadas se ven incrementadas
cuando imaginamos un objeto antes
de detectarlo con los sentidos, o una
situación antes de que ocurra, auna-
do a esto, hay que añadir los elemen-
tos idiosincrásicos a la apercepción
de nuestra cosmovisión. Así es como
tenemos por cauce natural la impre-
sión subjetiva del mundo tal y como
es en sí, sin mencionar que lo frag-
mentado de nuestra percepción se ve
teñida de manera sustancial por las
motivaciones, los estados emocionales
y las experiencias del pasado. En otros
términos, es verosímil armar que la
percepción es pura. Y esto es corrobo-
rado por experimentos de laboratorio y
experiencias clínicas que han compro-
bado que la inmaculada percepción
es ilusoria. Pero tal es su importancia
que en el abordaje psicoanalítico se
hace énfasis en que el analizado desa-
rrolle un nivel máximo de examen de
la realidad con un mínimo margen de
distorsión.
3. Los recuerdos especícos del in-
consciente
El recuerdo es un proceso de evo-
cación fotónica del mundo eléctrico,
molecular y de los aminoácidos del
ARN ADN. El modelo de la “codica-
ción especíca” (Tulving y Thompson,
1973, p.352). Post mis investigaciones
señalo que el valor del inconsciente de
la célula en su nivel sub celular iónico
existen huellas de impresiones fotó-
nicas con cadenas de asociaciones de
evocación, entre los procesos de reco-
nocimiento y evocación, que forman
redes de convergencia del recuerdo
dado conjuntos de imágenes de he-
chos o circunstancias del pasado re-
gistrado que quedan en la mente como
recuerdos de si. Todo este proceso está
formado por parte en la memoria sen-
sorial (MS). (MONTERO D, 2018)
En todas las etapas evolutivas exis-
ten receptores sensoriales con meca-
nismos eléctricos (mV), moleculares
químicos diatómicos y poli atómicos
neurotransmisores/neuropéptidos
Recorrido de recuerdos especícos en el
ARN inconsciente de la célula.
Montero
Doig, AnA MAríA
2018
Hidrógenos
(Electrón)
(Spin)
Aminoácidos
ARN y ADN
Agua-CHON
Ana María Montero Doig
96
PAIDEIA XXI
(NT) (Np) en el cuerpo físico, graba-
dos fotónicamente a nivel subcelular;
sea del recién nacido, infantes, jóve-
nes, adultos y ancianos, es así que los
primeros meses de la vida tenemos
base de datos (BD) con densidad, fre-
cuencia y velocidad expresados en el
(PA) potencial de acción del estímulo
y de reposo (PR), todo un mecanismo
del electrón o fotón, mundo del elec-
trón y molecular químico CHON con
signicados y signicantes que no re-
cordamos hasta los 3 años, porque los
recuerdos fueron solo almacenados
automáticamente (como fotografías)
en las células del cuerpo donde las
moléculas de las emociones tuvieron
mayor impacto y con el rol metabólico
predominante del hipotálamo centro
de necesidades básicas y que coordina
la central de evocación del hipocampo
proceso de evocación del recuerdo, en
nuestras redes neuronales mnémicas
(MONTERO D, 2018).
Las neurociencias moleculares en
psicología arman las teorías de Me-
lanie Klein, que atribuyen al neonato
cogniciones complejas, armando que
las funciones mnémicas de los gan-
glios basales (nuestro cerebro motor-
instintivo) y de la amígdala (cerebro
emocional) son compartidas por los
mamíferos inferiores, ya que en el re-
cuento logenético, los neonatos ya la
tienen bien desarrolladas.
La memoria motora operativa de
los automatismos está registrada en
el cuerpo estriado, mientras que el
aprendizaje de las respuestas emo-
cionales se da en la amígdala límbica.
Gracias a estas redes de convergencia
en el SNC se origina la memoria im-
plícita no verbal que está desarrollada
en los infantes a través de sobresal-
tos, síntomas somáticos, sensaciones
placenteras, temores primarios y la
interacción con la madre (vínculos de
protección o de abandono/posterga-
ción), que no son evocados por falta de
una memoria explícita (o declarativa)
que ejerce la instrucción o educación
escolástica.
A partir del año y medio, la capa-
cidad verbal del neonato coincide con
la maduración de la estructura del hi-
pocampo; esto genera la hipótesis de
que una adecuada interacción vocal
con el niño va a generar una facilidad
en el proceso de los recuerdos infanti-
les por la memoria explícita, por ende,
este tendrá acceso a la rememoración
consciente.
Hasta el desarrollo de la conciencia
moral, los siete años, las redes conti-
núan su mielinización, así como las
redes que conectan el sistema límbico
y el córtex, que, como consecuencia,
arroja una integración progresiva de
la actividad cognitiva con lo afecti-
vo (peligroso punto de la experiencia
temprana infantil porque las emocio-
nes pueden equivocar el pensamiento
y viceversa).
En las neurosis postraumáticas de
pacientes infantes y adultos, puede
apreciarse que hay una disociación
entre la implícita, que pertenece a la
amígdala, explícita, que pertenece al
hipocampo.
Las relaciones objétales según
Melanie Klein, demuestran que las
estructuras psíquicas se originan al
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
97
PAIDEIA XXI
internalizar (interiorizar) las experien-
cias de relación con los objetos que
son recuerdos signicativos, donde
los hechos de abandonos o posterga-
ciones hacen que el paciente germine
patologías, por consiguiente, sufra cri-
sis de miedos o angustia somatizada
y otros síntomas físico-químicos en
el torrente sanguíneo como dice las
neurociencias moleculares (Montero
2016), pues estas están teñidas con
inyecciones de adrenalina sin recuer-
dos explícitos que han de ir relaciona-
dos (carga inconsciente) consiste que
debe ser trabajada como un recuerdo
olvidado o síntoma. Es así que el de-
ber del terapeuta consiste en tratar
de analizar estas fotografías incons-
cientes disociativas, ayudando al pa-
ciente a procesar el shock de manera
explícita, así consiguiendo ordenar las
circuitos témporo-espaciales primige-
nios.
Estas huellas mnémicas de la per-
cepción han sido inuidas por la cogni-
ción del paciente en cada esfera de su
desarrollo psicosexual, posible núcleo
de conicto originario, que a lo largo
de la vida, registrados y evocados a
través de su prisma personal de fuer-
zas de hábito o costumbre, o condicio-
namientos inconscientes. Lo que se
entiende por “memoria sensorial” no
es solo una red motora instintiva sino
también del sistema límbico-amígda-
la-hipotálamo-hipocampo, toda una
red de convergencias del sistema ner-
vioso autonómico, y que está elabora-
da por un conjunto de redes neurona-
les en otros subsistemas o sistemas
del sistema nervioso central cognitivo,
pensamiento y razonamiento.
El punto de vista real, es que lo que
existen son memorias sensoriales, re-
cuerdos de sí olvidados temporalmen-
te, importantes para conducir la vida
del adulto, rememorar y evocar es un
vehículo que implica una memoria del
inconsciente; a nivel subcelular ARN
que trata de recordar asociativamen-
te sus episodios de vida, cuando son
traumáticos forma un núcleo de con-
icto, causado por emociones negati-
vas que se conectan con las emociones
suscitadas, archivadas que se vuelven
reactivas y automáticas por cada cen-
tro independiente que cumple funcio-
nes disociadas que no alertan riesgos
de archivos mecánicos ordinarios de
una loca imaginación del paciente
ante los posibles peligros de que la
vida lo lleve de las narices. (MONTE-
RO D, 2018)
Hay un subtipo de memoria: La
asociativa y la de habituación. Esta
última archiva inconscientemente las
circunstancias constantes que liberan
nuestra atención, dirigiéndose a lo
nuevo. En las neurociencias molecu-
lares en psicología de las emociones,
se dice que prevenir estos archivos
es ser conscientes de sí, y tener una
conciencia que se trata de la memoria
automática de una proteína llamada
Turbulina en los cito esqueletos proto-
plasmáticos de la célula neurona en
el ARN dice lo que tiene que hacer el
ADN. Es aquí donde las neurociencias
moleculares en Psicología, proponen
se forman en el llamado inconsciente
subcelular ( en proteínas y enzimas),
como subsistemas especícos que se
Ana María Montero Doig
98
PAIDEIA XXI
encargan del recuerdo de imágenes en
tanto el dato se forma en información
pensamiento, o sea, probabilidades
del electrón, y que la palabra cumple
una función asociativa incluso de va-
rias redes convergentes neuronales
que especializan áreas en el recuerdo,
ya sea de sustantivos o conjugación de
verbos. (MONTERO D, 2018)
Así tenemos que los recuerdos
emocionales se mantienen a largo pla-
zo con rmeza porque estos datos mo-
vilizaron dichas emociones (negativas
o positivas) y determinados sentimien-
tos. Asi vemos sus correspondientes
conexiones de la amígdala al córtex
todos los razonamientos. Matemáticos
en el lóbulo Parietal (LP), espaciales
en el lóbulo Occipital (LO), verbales en
el lóbulo Temporal (LT) y los más de-
sarrollados, se llevan a cabo en el Ló-
bulo Frontal, donde se programa con-
ductas que son mucho más lentas en
asociaciones; que las asociaciones que
van a la amígdala que son mucho más
veloces, asi mismo las motoras instin-
tivas tienen su propia lógica reeja por
curso años desarrollo logenético son
muy antiguas y con esto, se constata-
ría lo relativo de la fortaleza de lo irra-
cional sobre lo racional de la base de
datos del inconsciente (MONTERO D,
Ana María 2018).
Asimismo, Feldman (1999), plan-
tea que quizás se necesite en el futuro
una neuroimagen y muchas tomogra-
fías (TAC-PET o SPECT) que revelen
cambios signicativos en el control
cortical. A mi opinión es posible que
las reacciones emocionales a veces
equivoquen el pensamiento y vicever-
sa, lo que si señalo que constatar y
analizar esto es un método de obser-
vación objetiva, muy útil como criterio
de éxito en el tratamiento mixto del
psicoanálisis y las investigaciones que
realizo en neurociencias moleculares
en Psicología.
Continuando con esta línea de las
neurociencias moleculares en psicolo-
gía el inconsciente, se ha observa por
huellas mnémicas en el hemisferio de-
recho, generadas como respuesta del
SNA que pudo condicionarse en la ni-
ñez. Asimismo, también se ha eviden-
ciado que en cuestión de detectar los
elementos no verbales, el hemisferio
derecho es el especialista, así como los
paraverbales; como tono de voz, ges-
tos. También es encargado de la voca-
lización humana, que es la prosodia,
que le da el tono subjetivo al habla. Y
con esto, podemos armar que cómo
se dice una palabra, puede pesar más
que el qué. Y para culminar esta idea,
es bien sabido que los infantes pue-
den percatarse si la expresión verbal
de sus padres tiene una connotación
afectiva u hostil, sin mencionar que
el niño en esos primeros años de vida
aún cuenta con un desarrollo cogniti-
vo precario. De igual modo, un adulto
cuando le hablan en un idioma dife-
rente, es capaz de darse cuenta del
tono emocional a pesar que no entien-
de el contenido. En suma, el hemisfe-
rio derecho da el contexto del mensa-
je y el izquierdo el texto. inconsciente
(MONTERO D, 2018).
Galin (1974), reere que “han su-
gerido que la racionalidad está asocia-
da con la cognición lógica y analítica
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
99
PAIDEIA XXI
del hemisferio izquierdo”, este dato se
correlaciona con lo que Freud (1973),
dice: “llamó pensamiento de proceso
secundario; mientras que el modo de
funcionamiento mental impresionista
y no silogístico del hemisferio derecho
sería propio de lo que en la nomencla-
tura freudiana se conoce como pensa-
miento de proceso primario”.(obra de
FREUD en sus tres tomos I, II y III)
El SNC está compuesto en hemis-
ferio derecho (emocional) e izquierdo
(racional), por tanto los archivos y
zonas de registro de los conocimien-
tos en ambos hemisferios devienen
de investigaciones realizadas por los
sesenta con Gazzaniga (1992), “en
pacientes cuyo cuerpo calloso inter-
hemisférico había sido seccionado
quirúrgicamente como tratamiento de
epilepsias refractarias a los fármacos
anticomiciales de aquellos años. Nor-
malmente, claro está, los dos hemisfe-
rios funcionan de forma conjunta, de
tal modo que la percepción y la cons-
ciencia constituyen un todo continuo”.
Asimismo, otro ejemplo en un experi-
mento de Gazzaniga (1992), en donde
enseña la foto de un varón en paños
menores al hemisferio derecho aisla-
do de una mujer, narra: “y ella arma
que no ve nada, pero simultáneamente
se ríe nerviosamente y tiene respues-
tas autonómicas como aceleración del
pulso o sonrojo”. Paniagua (2000), re-
ere, al respecto, que “en efecto, cuan-
do los datos de información se hallan
secuestrados en el hemisferio derecho,
el sujeto no es sólo incapaz de hablar
de ellos, sino que, además, puede no
ser consciente de poseerlos”. Estos da-
tos son de profunda relevancia para el
psicoanálisis y el inconsciente.
4. Los Mecanismos de Defensa como
encubridores de los síntomas
En efecto,
La represión y el aislamiento del
afecto son los mecanismos de
defensa mejor estudiados en psi-
coanálisis. Si se presenta al he-
misferio cerebral derecho de un
paciente con split brain un men-
saje visual como: “Vaya hacia la
puerta”, el sujeto se levantará de
su silla y se dirigirá a ella. Si se
le pregunta entonces por qué se
ha incorporado, dará respues-
tas (su hemisferio izquierdo) del
tipo: “Voy al cuarto de baño” o:
“Es que iba por un refresco”. Al
psiquismo humano le resulta di-
fícil conformarse con simples “no
sé“ y, así, el hemisferio izquier-
do, intérprete de las informacio-
nes, intenta proveer de sentido y
dar explicaciones causales a los
estímulos que recibe, sean éstas
auténticas razones o bien racio-
nalizaciones, esto es, justica-
ciones defensivas destinadas a
disminuir la ansiedad afectiva
(Paniagua, 2000).
El investigador Wilder Peneld jun-
to a su equipo de investigación en los
cincuenta hicieron unas investigacio-
nes respecto al mecanismo de defensa
de la racionalización.
En su exploración con estimu-
lación eléctrica de áreas del ce-
rebro bajo anestesia local en
Ana María Montero Doig
100
PAIDEIA XXI
pacientes que iban a requerir
tratamiento quirúrgico para de-
terminadas modalidades de epi-
lepsia, encontraron que cuando,
por ejemplo, se estimulaba una
región motora y, por consiguien-
te, se producía la contracción de
algún grupo muscular, éstos ten-
dían (a veces tras una reacción
de sorpresa inicial) a atribuir su
movimiento involuntario y sin
propósito a algún tipo de mo-
tivación presentable (Peneld,
1954).
Y de la cita anteriormente mencio-
nada, Rodríguez, J., se percató que en
sus estudios de cerebros humanos im-
plantados con electrodos, halló:
En uno de nuestros pacientes, la
estimulación eléctrica de la par-
te anterior de la cápsula inter-
na producía torsión de la cabe-
za con un desplazamiento lento
del cuerpo hacia un lado en una
secuencia de apariencia normal
y con un sensorio intacto, como
si el paciente estuviese buscan-
do algo…”. Lo interesante de la
experiencia es que el paciente
consideraba espontánea esta
actividad provocada y siempre
la justicaba con una explica-
ción razonable. Así, cuando se le
preguntaba qué estaba hacien-
do, sus respuestas eran, ‘estaba
buscando mis zapatillas’, ‘escu-
ché un ruido’ (Rodríguez, 1969).
La moraleja que se deduce de las
citas mencionadas es que las explica-
ciones y deducciones causales, activi-
dad que compete al hemisferio izquier-
do, pueden ser incorrectas, a pesar
que el individuo tenga certeza de su
veracidad. Esto es una característica
de autoengaño del psiquismo humano
que debemos manejar para no caer en
el círculo vicioso.
Respecto a los fenómenos del pro-
ceso sensoperceptivo existen recepto-
res de los sentidos (gusto, oído, olfato,
visión, tacto, presión temperaturas)
que son de Percepción inconsciente
(Montero, 2016). Ahora en el siglo XXI
existen muchas investigaciones en
neurociencias moleculares cognitivas–
afectivas y otras con convergencia de
redes que conrman el inconsciente
luego de un tiempo incuanticable de
desinterés e incredulidad en su exis-
tencia y en su rol que implica la per-
cepción y la memoria. Al respecto, Si-
dis (1898) dice: “Hace más de un siglo
que tenemos constancia experimental
de la existencia de la percepción in-
consciente”. Posteriormente, en 1960,
Pötzl, O., reere “en una famosa serie
de experimentos halló que un grupo
de voluntarios expuestos a unos di-
bujos complejos durante una fracción
de tiempo que hacía imposible su re-
conocimiento consciente (una décima
de segundo), recuperaba en sus aso-
ciaciones y en sus sueños fragmentos
de dichos dibujos”. Ahora, menciona-
ré otra investigación experimental que
hace énfasis en la base física del in-
consciente.
En 1993, un neurosiólogo, Libet,
B., se percató que:
Describió cómo bastaba un im-
pulso eléctrico de 10-20 milise-
gundos aplicado a la piel para
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
101
PAIDEIA XXI
producir una respuesta evocada
electroencefalográcamente de-
tectable en el córtex sensorial.
Sin embargo, este estímulo no
era percibido conscientemente
por el sujeto hasta transcurrir
500 milisegundos. Al parecer, la
respuesta evocada a los 10-20
milisegundos inicia una serie de
reacciones corticales que culmi-
nan con la percepción consciente
del estímulo, aunque el sujeto no
se da nunca cuenta de dicho re-
traso; es decir, siempre tiene la
experiencia subjetiva de simulta-
neidad (Libet, 1993).
Este fenómeno es de particular
atención para los psicoanalistas que
ya que demuestra como la toma de
consciencia de este fenómeno tiene un
retraso, a pesar que el individuo tenga
la sensación subjetiva de instantanei-
dad del insight.
Posteriormente, Libet arguye;
Midió también este periodo de
latencia y recogió las experien-
cias subjetivas de los individuos
del experimento, hallando que,
en efecto, la acción neuronal
ha de persistir durante aproxi-
madamente medio segundo (de
preparación inconsciente) antes
del movimiento muscular, que
es percibido como simultáneo a
la decisión voluntaria. Este mo-
mento preparatorio podría tam-
bién ser suciente para movilizar
mecanismos psicológicos de de-
fensa ante estímulos ansiógenos
(Libet, 1993).
Wong (1999), al respecto, alega
“Hay ya, de hecho, considerables evi-
dencias neurocientícas de la existen-
cia de señales inconscientes del miedo,
de la angustia, que son las que, auto-
máticamente, constituyen siempre el
prólogo de las maniobras defensivas”.
El psicoanálisis mantiene la postura
de que existen fenómenos mentales
que son inconscientes por su conte-
nido que genera ansiedad y culpa: Es
por esto que la limitada consciencia de
muchos estímulos externos e internos
que afecta el ánimo del individuo no
tienen una percepción consciente.
Frente a esta ansiedad surge pro-
bablemente el mecanismo de defensa
de la represión, que se encarga de que
la ansiedad permanezca en un estado
inconsciente.
La psicología experimental apoya
el mecanismo de defensa de represión
como una caja tapada de recuerdos in-
conscientes, y para esto, Anderson et
al. (2004), plantea que “identica por
medio de resonancia magnética fun-
cional IRMN los sistemas neurales im-
plicados en el proceso del olvido de los
recuerdos indeseados”. Para esto, pro-
fesionales de la salud mental aceptan
que la mayoría del tiempo de la vida
mental trabaja a nivel inconsciente,
fenómeno corroborado por las técni-
cas de neuroimagen. Incluso, Freud
habló de la idea de actividad psíquica
inconsciente, diciendo del principio de
economía de la energía donde se cana-
liza y expulsa el dato o la información
con modicaciones (caso anormal)
y sin modicaciones (caso normal).
Este concepto había sido considerado
un absurdo, hoy las neurociencias lo
Ana María Montero Doig
102
PAIDEIA XXI
hacen evidentes al interactuar con el
paciente sometido a una tomografía
de imágenes de resonancia magnética
nuclear IRMN donde se observa cla-
ramente la orientación del hidrogeno
cuando la célula pierde energía o está
enferma.
En mi rol de neurocientíca tam-
bién armo que muchas escenas de
nuestra vida son invisibles a la con-
ciencia y reales en la inconsciencia,
esto acaba generando mayor interés
en ser buscadores de sí mismos y/o
los investigadores que nos auto ob-
servamos y constatamos que existen
fenómenos psíquicos inconscientes, y
también preconscientes y de concien-
cia objetiva pero solo si al ser le sea
posible integrar los centros y funcio-
nes psíquicas pensando lo que sen-
timos, sintiendo lo que pensamos y
con un hacer uido y equilibrado de
centros, funciones redes, áreas de ar-
chivo de fenómeno que en sí serian la
consciencia objetiva. La consciencia
es una cualidad psíquica especial su-
perior que supone una percepción de
todo en cuanto existe en una a organi-
zación mental.
El área de la consciencia se estudia
en base al método de autoobservación
y constatación en sí mismo de hechos,
de circunstancias de vida (experiencia
vivida) que se puede enfocar-focalizar
desde la atención activa, reexiva -
cida, porque cada uno es una impre-
sión pero al repetirse en simultáneo o
paralelo a otras experiencias del foco
consciente.
El conducir un carro sin atención
mezcla ambas sensaciones: Atención
y Consciencia mecánica u objetiva re-
exiva son fenómenos de naturaleza
psicológica de los centros cognitivo,
afectivo, motor e instintivo ( a veces
mecánicos otras veces centros supe-
riores) que nos permite darnos cuenta
de poder tener consciencia de nuestros
procesos cognitivos y del hecho mismo
de Ser Conscientes, que requiere del
estudio de sí y el recuerdo de sí. Aún
es poco sabido cuáles son los meca-
nismos siológicos automáticos ordi-
narios de nuestra maquina humana,
cuerpo físico y no hacemos un espa-
cio de silencio, de meditación sintién-
donos con atención activa anhelando
que nada nos separe de nuestra esen-
cia, tal vez la personalidad adquirida
de un nivel sociocultural alto sea un
buen bastón para dicha consciencia
objetiva por adquirir, trascender hacia
la energía más alta por la que fuimos
creados en el polvo de estrellas que so-
mos.
Se sabe, desde luego, que nuestro
cerebro como fundamento físico (base
material) tiene también energías suti-
les en su funcionamiento cortical, sub
cortical, medular, del cerebelo, hemis-
ferio izquierdo, tálamo, hipotálamo
metabólico nutricional del oxígeno,
impresiones y de la ingesta de alimen-
tos como substrato químico que es-
tos alimentos conectan con circuitos
de los sistemas neuromoduladores
noradrenérgico (cólera) y adrenérgico
(miedos), serotoninérgico (principio de
placer) y colinérgico. Cabe observar
también que es mucho lo que aún se
desconoce sobre la neurobiología de
las moléculas de las emociones (neu-
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
103
PAIDEIA XXI
ro péptidos) en la atención consciente
versus inconsciente.
5. El proyecto Genoma Humano y
Cerebro Humano
Al respecto, Paniagua (2004), alu-
de: “El cerebro humano es el objeto
conocido más complejo del universo.
Aunque este órgano excepcional da
cuenta de sólo el 2% del peso corpo-
ral, aproximadamente la mitad del ge-
noma humano está encargado de su
codicación”. El desarrollo cerebral
consigue alguna forma de equilibrio
entre la carga genética y la informa-
ción adquirida, entre la programación
inexible y la adaptación funcional.
Las investigaciones corroboran que
las inuencias ambientales pueden
determinar la expresión de lo genéti-
co. Al respecto, Torsten Wiesel (1982),
neurobiólogo de Harvard: Sostiene “Es
posible que la sensibilidad del sistema
nervioso a los efectos de la experiencia
represente el mecanismo fundamen-
tal por el que el organismo se adapta
al entorno durante su crecimiento”.
Aunque en el sistema nervioso central
muchos circuitos siguen el dictado ge-
nético, el genoma de por sí no basta
para determinar qué conexiones aca-
barán siendo las más funcionales. Las
investigaciones en neurociencia de
estos últimos años han mostrado que
las interacciones con el entorno con-
dicionan, hasta grados insospechados
hace unas décadas, los patrones de
secreción endocrina, las reacciones in-
munológicas y la arquitectura micros-
cópica de las redes nerviosas. Existe
mayor plasticidad, por lo general, en
la red neuronal de las zonas cortica-
les prefrontales, donde pueden crecer
nuevas dendritas y establecerse nue-
vas sinapsis virtualmente a lo largo de
toda la vida. Esto es lo que nos permite
adquirir información (ampliar nuestro
vocabulario, aprender chistes, nuevos
itinerarios, etc.) en edades avanzadas.
Por otra parte, Papez (1937) menciona
que “los circuitos límbicos subcortica-
les (los núcleos talámicos anteriores,
la circunvolución cingular, hipocam-
po, complejo de la amígdala) que se
establecen en la infancia temprana y
que constituyen el cerebro generador
de emociones primarias poseen una
menor plasticidad funcional y tienden
a ejercer efectos mucho más constan-
tes en el desarrollo psicológico”. Esta
inexibilidad podría parecernos esca-
samente adaptativa y, ciertamente, lo
es en casos de aprendizajes o condi-
cionamientos patológicos; sin embar-
go, es precisamente la mayor constan-
cia de estos circuitos nerviosos la que
da cuenta del fenómeno etiológico del
imprinting o “troquelado” y, en el ser
humano, es lo que explica el vínculo
prolongado, tan peculiar de nuestra
especie, del niño con su madre como
fuente de sensaciones de placer y se-
guridad.
En la neurobiología molecular del
cerebro y sus funciones energéticas
sutiles psíquicas se sugiere una clara
respuesta a este respecto: ambas teo-
rías son ciertas.
El hecho de que estas últimas in-
uencias puedan tener en ciertos
periodos críticos consecuencias irre-
Ana María Montero Doig
104
PAIDEIA XXI
versibles sobre la arquitectura de las
moléculas de las emociones del pun-
to de vista neurohistológico, que tiene
para el psicoanalista y para las neu-
rociencias moleculares en psicología
una lectura clara de que, además de
la patología por conicto intrapsíquico
(funcional) para la que fueron ideadas
sus técnicas, existe lo que Anna Freud
(1974) conceptuó como “psicopatolo-
gía por décit (estructural), no suscep-
tible de un tratamiento psicoanalítico
clásico, sino de otros abordajes técni-
cos de carácter paliativo”.
Existen 96 leyes físicas en la activi-
dad nerviosa superior y base material
del cerebro y sus energías psíquicas
sutiles de los receptores sensitivos
que cuentan con las convergencias
actuales entre la neurociencia y el
psicoanálisis. Es sabido que para el
desarrollo ontogenético de las distin-
tas categorías de la percepción, es ne-
cesario que el córtex sensorial reciba
en un periodo crítico ciertos estímulos
especícos.
Esto se ha estudiado sobre todo en
el sistema visual, pero se considera un
principio general aplicable a otras mo-
dalidades sensoriales.
En palabras de Wiesel (1982), uno
de los principales investigadores del
desarrollo funcional de la visión:
Los mecanismos innatos dotan
al sistema visual de conexiones
altamente especícas, pero es
necesaria la experiencia visual
temprana para el desarrollo com-
pleto del proceso. Los experimen-
tos de privación sensorial mues-
tran cómo dichas conexiones ner-
viosas pueden ser alteradas por
las inuencias externas en pe-
riodos críticos, [...] pero bien pu-
diera ser que otros aspectos del
funcionamiento cerebral, como el
lenguaje, las tareas perceptua-
les complejas, el aprendizaje, la
memoria y la personalidad tuvie-
sen programas análogos de de-
sarrollo (Wiesel, 1982).
El desarrollo intrauterino propor-
ciona sólo la matriz topográca de lo
que van a ser las conexiones nerviosas
en las áreas sensoriales. Basándose
en una serie de estudios en animales
y en humanos, Allan Schore (1994), de
la Universidad de California, asegura
que:
Existe tal periodo crítico entre
los seis y los doce meses para
el desarrollo de circuitos en el
córtex prefrontal, que regula la
expresión de los estados afec-
tivos. Para su desarrollo nor-
mal parece imprescindible que
durante este periodo crítico el
bebé tenga una interacción con
la madre (o gura materna) que
suponga un contacto visual y
auditivo determinado (las son-
risas, las palabras amorosas)
(Schore, 1994).
Aunque la inuencia de los ele-
mentos ambientales sobre el sistema
nervioso central se encuentra limita-
da por la dotación genética básica del
individuo, también está comprobado
que una estimulación sensorial pre-
caria disminuye el grado de arboriza-
ción dendrítica. Como han puesto de
maniesto Greenough et al. (1987), “el
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
105
PAIDEIA XXI
encéfalo de las ratas que en su jau-
la tienen laberintos y accesorios esti-
mulantes de la atención y la actividad
pesa considerablemente más que el de
aquellas otras que sólo se mueven en-
tre cuatro paredes”. Los psicoanalis-
tas han de interesarse en si la trans-
ferencia altera las redes neuronales
encargadas de la patología neurótica,
la corrección de estas.
Glen Gabbard (2000), de la Uni-
versidad Baylor de Houston, escribió:
“Si consideramos la psicoterapia como
una forma de aprendizaje, el proce-
so que se desarrolla ha de producir
alteraciones en la expresión genética
y, por tanto, ha de ser capaz de mo-
dicar de algún modo las conexiones
sinápticas”.
La secuencia de un gen no puede
ser cambiada por la inuencia am-
biental, pero sí su función transcrip-
tora, es decir, la capacidad de fabrica-
ción de proteínas especícas. Los ex-
perimentos clásicos de Kandel (1976)
con la Aplysia californica, un inverte-
brado marino hallaron que “el apren-
dizaje tenía como correlato físico una
modicación permanente de las co-
nexiones sinápticas entre las células.
Esta modicación consistía no sólo en
un aumento del número de sinapsis
neuronales, sino también en un forta-
lecimiento de las ya existentes en tér-
minos de un incremento en el ujo de
los transmisores químicos liberados
por las terminales presinápticas”.
6. Las investigaciones sobre el
cerebro de animales superiores
Con más de una década de sucesi-
vas investigaciones realizadas desde el
2003 al 2015, producto de las cuales
la autora hoy ofrece a la comunidad
cientíca esta obra con nuevas pers-
pectivas donde convergen las neuro-
ciencias moleculares en psicología,
proponiendo nuevas tendencias ante
el avance de investigación y de la tec-
nología de punta de la nanotecnología.
En esta obra se abarca investiga-
ciones desde los efectos de las ba-
ses biológicas moleculares, como los
neurotransmisores, sus carencias,
las diversas funciones de los minera-
les como el zinc, que también es una
coenzima, su estudio abarca los cam-
bios moleculares que están en relación
con los aspectos comportamentales
de los sujetos experimentales, efectos
de estrés, depresión, efectos sobre el
sueño, efectos en la gestación, en la
memoria, en su interrelación con los
aspectos afectivos y las preferencias
psicosociales.
De esta forma: Se trata de tender
puentes entre las variadas ciencias
que incluyen las neurociencias; Físi-
ca IV o Física Cuántica, Electromag-
netismo, Ing. Informática, Medicina
Humana, Neuropsicologia, Biología
Molecular, Farmacología, Psicología
Experimental en Psicogenética.
El conocimiento cientíco en Neu-
rociencias incluye los niveles, gené-
ticos, metabólicos, funcionales, in-
conscientes, conscientes, integración
de centros cognitivo con el afectivo y
Ana María Montero Doig
106
PAIDEIA XXI
motor instintivo, así como estudio de
la senescencia o apoptosis celular. Co-
nocer los efectos de estos niveles no
sólo parte de hechos y la plasticidad
neuronal sino trata también de la for-
mulación de las posibles soluciones
y es en base de la observación de las
propias necesidades de la condición
humana de conocer su máquina, ana-
tomía y siología ya que el hombre ha
generado instrumentos como: tomó-
grafos (TAC-IRMN, SPECT, MEG) to-
das máquinas de tecnología de punta,
que van captando las transformacio-
nes de los electrones (hidrógenos) en
el curso y contenido de los fotones
como fuentes de energía sutil psíqui-
ca del potencial de células normales
o anormales décit que revela a nivel
sub-celular variaciones en frecuencia
densidad y velocidad de la energía,
como es evidente en la senescencia
o apoptosis de la muerte celular por
envejecimiento. En el caso de micros-
copios electrónicos, el estado celular
convierte los acontecimientos compor-
tamentales moleculares en diagnósti-
cos globales sobre el estado de salud
física o mental de los 35 órganos y 9
sistemas que posee el ser humano.
El conocimiento observado en las
presentes investigaciones de neuro-
ciencias moleculares en Psicología da
por establecido el arte objetivo que
reejan los fotones en el minimundo
de la nanotecnología celular, lo cual
permite que evolucionen las creencias
cientícas de la verdad del hombre
confrontada con evidencias tecnoló-
gicas, tomógrafos u observaciones de
microscopios electrónicos, como nue-
vas estrategias que rompen los p
ara-
digmas, el uso de terapia comportamen-
tal o de terapias celulares, CM células
madres, uso de Chips en la biónica, y
así nacen soluciones descriptivas de un
mundo interno molecular enteramente
digitalizado en microscopios electróni-
cos de efecto de Túnel.
Finalmente, es la investigación acu-
ciosa la que me hace buscadora cien-
tíca en Neurociencias Moleculares en
Psicología, siguiendo las huellas de
Tolman, (Psicólogo Norteamericano)
Kandel, Stone, Poppe y otros neuro-
cientícos que aspiran al encuentro
de nuevos momentos de diagnóstico
nuclear del ADN- ARN del comporta-
miento de las proteínas turbulinas en
los citoesqueletos y descifrar los cál-
culos cuánticos que hace el ARN al
llevar información al ADN y develar la
verdad de los estados energéticos suti-
les psíquicos biomoleculares en el in-
terior de las células y por ende en las
manifestaciones del cuerpo.
Los títulos de estas investigaciones
en Neurociencias Moleculares en psi-
cología son: Inuencia del Glutamato
Monosódico (MSG) en la Memoria de
Animales Experimentales (Ratas Albi-
nas) - 2003; Efectos de los Triptófanos
en TCA – Anorexia- Bulimia (Animales
Experimentales Ratas Albinas) 2004;
Efectos de la Aromaterapia Sobre las
Citoquinas y el Estrés (en animales
Experimentales ratas albinas com-
parativamente en humanos) - 2005,
Efectos del Zinc sobre la Memoria Es-
pacial y el Estrés (En animales experi-
mentales ratas albinas) 2006. Efec-
tos de la Carencia de Sueño Asociados
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
107
PAIDEIA XXI
a un Rendimiento Motor y su Relación
con el Sistema Inmune-Gastrointesti-
nal (En animales experimentales ma-
míferos: Equinos [yeguas] comparati-
vamente Humanos [jinetes] ) 2007.
Efectos de la Memoria Retrograda
y Aprendizaje Negativo en el Estrés
Post-traumático en muestras inde-
pendientes (En Animales Experimen-
tales: Yeguas -Jinetes) 2008 al 2009;
Efectos en el Comportamiento Ges-
tante con Décit Afectivo y Deterioros
Orgánicos (Animales Experimentales:
Gestantes Mujeres Comparativamente
Yeguas) en el 2010; Efectos del Com-
portamiento Depresivo y el Deterioro
Molecular Celular. (En Animales Ex-
perimentales en Muestras de Mamífe-
ros: Equinos y Humanos) en el 2011;
Efectos Neuropsicológicos de la Ra-
diestesia en Muestras Independientes.
(Mamíferos Experimentales en Yeguas
Y Jinetes)- 2
012, Efectos Comporta-
mentales de la Resiliencia en el Poder
Afectivo en grupo de Jinetes del Hipó-
dromo (En Jinetes) en el 2013; Efectos
de los Sentidos en la Memoria Senso-
rial: “El Recuerdo-Estrés y su Relación
con los Hemogramas”(En Animales Ex-
perimentales Muestras De Mamíferos:
Equinos-Humanos) en el 2014; Efectos
de Interacción Animal y Humana en
Comunicación y Comportamiento Mo-
lecular (Aplicado en Neurociencias Mo-
leculares Aves y Mamíferos) en el 2015.
He podido observar que todas
muestran las reglas de la vida: Para-
doja porque la vida es compleja en los
seres humanos, hay que mantener el
humor cuando uno investiga, como
una fuerza inconmensurable y que
pueden existir cambios micro estruc-
turales y macro estructurales cósmi-
cos que redundan en la actividad ner-
viosa superior, en el tejido nervioso, a
nivel celular de las neuronas y glías,
en los neuropéptidos, en los neuro-
transmisores; estos son dependientes
de la las impresiones y asociaciones
que interaccionan con el entorno.
7. La corteza prefrontal retiene más
que ninguna otra región cerebral
las capacidades plásticas de su de-
sarrollo temprano; especícamente
el córtex órbito-frontal que conti-
núa mostrando a lo largo de toda la
vida las características histológicas
y bioquímicas propias de su ontoge-
nia.
Esto induce a pensar que los cam-
bios producidos en tratamientos inte-
ractivos verbales pueden tener como
substrato estructural esta peculiar
plasticidad.
Pally (1977), señala que:
La región órbito-frontal es fun-
cionalmente responsable de la
capacidad de empatizar con los
sentimientos de otros y, por tan-
to, se halla particularmente im-
plicada en los comportamientos
sociales. Antes del tercer mes,
las uctuaciones emocionales
del bebé se encuentran media-
das por estructuras límbicas
subcorticales, en especial por la
amígdala. Después de esos me-
ses iniciales, las primeras sonri-
sas del bebé anuncian el comien-
zo de la maduración del córtex
Ana María Montero Doig
108
PAIDEIA XXI
órbito-frontal. La consiguiente in-
teracción entre la madre y el niño
seguramente estimula la mielini-
zación de los circuitos nerviosos
que conectan el córtex sensorial
con el órbitofrontal (Pally, 1977).
Un estudio publicado por Schwartz
y cols. (1996), que ha tenido gran re-
sonancia, ha sido el llevado a cabo
En pacientes antes y después de
un tratamiento psicológico termi-
nado con éxito, siguiendo la evo-
lución de tomografías cerebrales
de emisión de positrones (PET),
que miden el metabolismo de la
glucosa en el sistema nervioso
y, por tanto, el nivel de actividad
neuronal. En este estudio se ha-
lló que se producían cambios sig-
nicativos en la actividad meta-
bólica de la corteza órbito-frontal
y sus conexiones subcorticales
(Schwartz y cols, 1996).
En otro estudio similar publicado
por Viinamäki y cols. (1998), mostra-
ron “cómo un paciente deprimido sin
farmacoterapia alguna, con solo un
año de psicoterapia dinámica de una
sesión semanal, pasó de una capta-
ción de monoaminas notablemente
reducida en el área prefrontal medial
y el tálamo a una captación normal,
comparada con controles”.
8. Los circuitos límbicos subcorti-
cales
Las redes neuronales por conver-
gencia pueden en neurociencias mole-
culares en Psicología y en tratamien-
to de psicoterapia; ser desactivadas o
inducidas, relativo a la corriente eléc-
trica mV (mini voltios) y Neuropépti-
dos moléculas químicas vehículos de
transmisión de información, producen
un circuito o red neuronal que actúa
por un campo magnético (Spin del
Hidrogeno –Electrón). El Circuito gi-
ratorio del Spin H1 es acoplado al in-
ductor CPU y es capaz de generar una
corriente eléctrica, que permite ver el
estado energético de la neurona o cé-
lula en estudio en una gama de Foto-
nes o colores:
- FOTONES : Donde Azul oscuro =
indica célula en proceso apoptosis
o muerte celular; verde = deterioro
moderado de la energía de la cé-
lula; Naranja= leve perdida; Rojo
= Normal mV (mini voltios) de la
estructura estudiada.
- El pC/PCC sería el único nodo de
la RND desactivación que paradó-
jicamente interactúa, virtualmen-
te, con todos los otros nodos, me-
diando posiblemente su actividad.
- La fuerte interconectividad entre
el pC/PCC el RND y el resto de las
redes aportaría la hipótesis de que
esta región actuaría como un nodo
de convergencia o red de conver-
gencia donde la información pro-
cesada en los dos subsistemas de
esta red es integrada, e informa
sobremapeo.
Existe en los cerebros de los inves-
tigadores y cientícos una inexibili-
dad al asumir el rayo de la creación
donde el hombre es parte del pensa-
miento de Dios, lo cual podría parecer-
nos escasamente adaptativa esta frase
real cuando aceptamos el Budismo, el
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
109
PAIDEIA XXI
cristianismo de los esenios o los evan-
gelios. Lo cierto es que nuestras ins-
trucciones cerebrales pocas veces son
trascendentes y justas con la creación
ciertamente, todo en la vida es hábi-
to de aprendizajes instrucciones re-
cibidas genéticamente, por inuencia
del entorno, la gran naturaleza nos
da aprendizajes o condicionamientos
normales; otras veces se convierten
patológicos porque el inconsciente los
tomó y los ocultó, y nunca los hemos
hecho objetivamente conscientes.
9. Investigaciones sobre el cerebro
de animales superiores
Estas investigaciones muestran
sin duda alguna, pueden existir cam-
bios micro estructurales, tanto en el
tejido nervioso, célula, subcélula nú-
cleo ARN y ADN donde las vibracio-
nes de los spin son probabilidades de
hidrógenos (electrones) en el cortex,
subcortex, médula espinal y cerebelo
dando lugar al pensamiento, afectos,
motor e instintivo del Ser, lo que de-
nomino en este artículo huellas sin
tiempo del inconsciente condicionadas
por la fuerza de hábitos o costumbres
y dadas en la educación que pasó por
las instituciones con dependencia de
la interacción con el entorno.
La corteza prefrontal retiene más
que ninguna otra región cerebral las
capacidades plásticas de su desarrollo
temprano; especícamente el córtex
órbito-frontal que continúa mostran-
do a lo largo de toda la vida las carac-
terísticas histológicas y bioquímicas
propias de su ontogenia.
10. Los sueños
En relación a este punto se tiene
los trabajos de J. Allan Hobson, neu-
rosiólogo y profesor de Psiquiatría
de Harvard, el cual es conocido espe-
cialmente por sus investigaciones, en
los años setenta y ochenta, sobre los
procesos siológicos generadores de la
actividad onírica (el sueño REM). Hob-
son (1994) halló que “ésta se iniciaba
por la descarga neuronal de ciertos
núcleos pontinos del tallo cerebral”.
Las proyecciones nerviosas de esta re-
gión mesencefálica estimulan otras re-
giones subcorticales y corticales, con
la acetilcolina como neurotransmisor
activador (en el estado vigilia que son
los sistemas noradrenérgico y seroto-
ninérgico, y los activadores de estas
regiones). Se ha demostrado que el
patrón de conducción de estas proyec-
ciones es individual para cada cerebro.
Estudios con PET demuestran cómo
en el sueño REM aumenta la actividad
casi de forma paroxística en el córtex
sensorial y en el área límbica (asiento
de las emociones primarias y la me-
moria), mientras que se reduce simul-
táneamente la actividad en las zonas
prefrontales (“ejecutivas”). La inhibi-
ción del sistema prefrontal, responsa-
ble del pensamiento racional y el con-
trol de los impulsos, hace que éstos,
junto con las vivencias emocionales y
algunos recuerdos olvidados, puedan
acceder a la consciencia. A todo esto
puede vérsele una dimensión adapta-
tiva, puesto que los sueños, esas aso-
ciaciones mentales de apariencia ca-
prichosa, generados ante la relajación
Ana María Montero Doig
110
PAIDEIA XXI
del funcionamiento prefrontal, permi-
ten a veces llegar a formulaciones “im-
pensables” en el estado vigilia. Se sabe
además que la privación experimental
de sueño REM empeora el rendimien-
to en aquellas tareas que requieren
pensamiento creativo y, por otra par-
te, que los pacientes en situaciones de
estrés muestran un aumento de la ac-
tividad REM que puede contribuir al
hallazgo de soluciones originales.
Es importante reseñar que, según
Hobson (1994),
Aunque las lesiones en el puen-
te de Varolio pueden hacer que
se suprima el sueño REM, ello
no impide que el paciente relate
sueños. Por el contrario, cuan-
do el puente está intacto pero se
encuentra dañado el córtex pre-
frontal, se produce sueño REM,
pero el sujeto no puede referir
sueño alguno. Esto podría con-
siderarse como evidencia de que
la actividad onírica está provista
de signicados relacionados con
la cognición y las emociones, y
no es simplemente un “detritus
neurosiológico”, como estimó
Hobson (1994).
De sus descubrimientos sobre el
origen y secuencia siológicos del sue-
ño REM, Hobson y McCarley (1977)
habían llegado, en efecto, a la con-
clusión de que “los sueños carecían
de sentido psicológico alguno”. Según
estos investigadores, sus hallazgos
conrmaban que no existía otra pers-
pectiva posible en la “comprensión de
los fenómenos oníricos anatomosio-
lógicos”.
Ciertamente, sus descubrimientos
arrojan dudas sobre algunos aspec-
tos de la psicogénesis y la elaboración
de los sueños, tal como las concibió
Freud hace un siglo, pero ¿niegan la
existencia de una psicodinámica? Re-
cuerdo haber escuchado decir al re-
nombrado psiquiatra e investigador
Seymour Kety (1972): “Llegaremos a
conocer la siología e histología del
sueño, pero no de los sueños”.
Los sueños de todos los humanos
están mediados por un mismo neuro-
transmisor (la acetilcolina), pero ¿qué
nos dice eso de nuestras diferencias
individuales y del hecho de que to-
dos los sueños en una misma persona
sean distintos?
Siguiendo esta manera reduccio-
nista de razonar habríamos de pen-
sar también que para comprender la
psicosexualidad humana deberíamos
prescindir de explorar cientícamente
las fantasías individuales al respecto y
limitarnos a estudiar fenómenos como
la inervación genital o las secreciones
endocrinas correspondientes.
11. Mente y su siología sutil ener-
gética cósmica
Los fenómenos mentales no son
asunto para decidir si el psiquismo
posee o no base siológica. Natural-
mente que la tiene. La intencionali-
dad, las motivaciones, los signicados
y cualquier otra manifestación psíqui-
ca normal o patológica, se hallan im-
plementados neurosiológicamente.
Ya en tiempos de Rudolf Virchow
solía decirse que el cerebro segregaba
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
111
PAIDEIA XXI
pensamientos como el hígado bilis.
La mente es un epifenómeno del
funcionamiento cerebral: una “propie-
dad emergente”, como dicen los lóso-
fos de la ciencia.
Se dene una propiedad emergente
como aquella conectada causalmente
con elementos o fenómenos anterio-
res, pero que no constituye una cuali-
dad de ninguno de ellos ni resulta de
su simple adición.
La actividad psíquica es conse-
cuencia de la descarga de grupos neu-
ronales de determinadas áreas del ce-
rebro, pero la mente no equivale sen-
cillamente al funcionamiento de estas
áreas cerebrales.
Las secuencias causa-efecto no son
sinónimas de identidad. El trueno si-
gue al relámpago, pero el trueno no es
el relámpago. La comprensión del sen-
tido de la conducta y de las experien-
cias subjetivas se halla a un nivel de
coherencia diferente de cualquier for-
mulación de leyes siológicas. George
Klein (1976), investigador y psicoana-
lista de la Fundación Menninger, sos-
tuvo:
Puesto que las intenciones son
personales y relacionales, los
modelos adecuados para la
búsqueda de nes no pueden
ser formulados en términos de
proposiciones impersonales [...].
Realmente, la lectura de las in-
tenciones o coherencias en las
acciones y experiencias de otros
no puede hacerse en los aconte-
cimientos siológicos, al menos
no más de lo que la nalidad del
transporte puede ser corregida a
partir del funcionamiento mecá-
nico del automóvil (Klein, 1976).
Michael Polanyi, químico, conocido
lósofo de la ciencia y profesor de la
Universidad de Manchester, escribió
elocuentemente sobre la necesidad de
incluir las experiencias y estados sub-
jetivos dentro del campo del escrutinio
cientíco.
Polanyi (1965), señaló: “Un neuro-
físico que observase los procesos que
tienen lugar en la retina y en el cere-
bro de un hombre que está mirando
algo, no sería nunca capaz de inter-
pretar, a partir de los acontecimientos
físicos bajo estudio qué está viendo el
hombre en ese algo”. El estudio de la
percepción, la memoria y la conscien-
cia, en efecto, será siempre incompleto
si no se añade al punto de vista objeti-
vo al subjetivo.
12. Conclusiones de mis investiga-
ciones en neurociencias molecula-
res en psicología
1° La mente recibe alimentos de
manera inconsciente del aire en la
respiración; en las dietas, las comidas
y sus nutrientes; y en los receptores
sensoriales en calidad de impresiones
y asociaciones que son recuerdos olvi-
dados, huellas sin tiempo, archivados
en nosotros mismos.
2° Los efectos comportamentales
debidos a la administración en exceso
de ingesta de triptófanos en animales
experimentales, ratas, y medir a tra-
vés de las pruebas de laboratorio (aná-
lisis de sangre) y pruebas psicológicas
comportamentales (la observación y
Ana María Montero Doig
112
PAIDEIA XXI
registros de conducta en situaciones
con y sin estrés) del desempeño ani-
mal; así mismo, evaluar episodios de
vida alimenticia y encontrar la exis-
tencia o no de un patrón alimenticio
codicador de la ingesta que puede
causar efectos supresores del apetito.
Los triptófanos son aminoácidos
que son obtenidos de la comida de car-
bohidratos (especialmente pan blanco)
y que el cerebro asimila enervando an-
siedad obsesiva, probablemente cau-
sando exceso de neurotransmisores
que generan la activación del receptor
55H2A o supresor del apetito.
3° Los procesos sensoperceptivos
que existen son un complejo y apasio-
nante tema, como es la relación entre
la aromaterapia y el estrés buscando
sus bases cientícas en Neurocien-
cia. Existen datos que demuestran
que todos los mamíferos, en los que
se incluye el hombre y las ratas albi-
nas, presentan interés en su esquema
corporal y, por una situación relajante
ante la aromaterapia del extracto de
lavanda, dadas las propiedades quími-
cas del mismo, los sujetos experimen-
tales mostraron una respuesta sio-
lógica controlada por el bulbo olfativo
y su interacción neuropéptica con el
hipotálamo en condiciones experimen-
tales con estrés y sin él; observándose
por el tiempo de reacción empleado,
la respuesta de dar la orden de rela-
jación a sus contracciones muscu-
lares lisas y estriadas. Segundo, con
respecto a la relación SNC y Sistema
Inmune con respecto a los glóbulos
blancos (monocitos, citoquinas - In-
terluquinas), el número promedio nor-
mal es de 100 cm3. En la condición
experimental “A” con ratas albinas con
estrés se pudo observar que el tiem-
po de reacción promedio fue de 5´.40”
(cinco minutos / cuarenta segundos),
con presencia de citoquinas proina-
matorias IL-1, IL-6 en un recuento
promedio de 171.60 > 100/ cm3. Sin
embargo, en la condición B sin estrés,
el tiempo de reacción promedio fue
menor 3´.20” (tres minutos / veinte
segundos con presencia de citoqui-
nas antiinamatorias IL-4, IL-10 ≤100
cm3. En la tercera, se observó con res-
pecto al comportamiento humano que
existió una gran diferencia entre las
proporciones del tiempo de reacción
entre los sujetos que se relajaron en
las dos condiciones (con y sin estrés),
logrando demostrarse que la Aromate-
rapia sí ayuda a reducirlas tensiones
induciendo a un estado de relajación
muscular.
4° La ingesta de zinc con vitamina
C favorece el proceso cognitivo de la
memoria espacial. Se pudo observar
como los efectos peroxinitrito (estrés
oxidativo) en mediadores de la siopa-
tología de tejidos meníngeos y células
hipotalámicas post mortem habían
incrementado el número de glías por
neuronas en los cerebros de las ratas
albinas.
La siología del sueño trata de
conectar los efectos comportamenta-
les de la carencia de sueño en pará-
metros siológicos relacionados con el
rendimiento motor, el estado del sis-
tema inmune y gastrointestinal en ye-
guas y jinetes, ambos mamíferos par-
ticipantes en carreras, quienes fueron
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
113
PAIDEIA XXI
sometidos a condiciones experimenta-
les con y sin estrés.
6° Existen aprendizajes incons-
cientes negativos donde el estrés post
traumático reeja desesperanza en las
personas que han sufrido una expe-
riencia negativa recordada retrógra-
damente respecto a carreras perdidas
por fracturas, suras y golpes mode-
radamente impactantes en sus vidas
profesionales.
7° En caso de los efectos comporta-
mentales en gestantes con décit afec-
tivo y deterioros orgánicos, comparati-
vamente entre mujeres y yeguas, la in-
vestigación se centra en la evaluación
y análisis de los cambios emocionales
y siológicos que se producen en el
psiquismo de una gestante, evaluando
estados ansiosos, niveles de depresión
y estrés, correlacionados con un dete-
rioro físico orgánico. El Décit Afectivo
presenta una correlación alta y sig-
nicativa con Deterioro Orgánico en
gestantes; por lo tanto una adecuada
ingesta y estabilidad emocional permi-
ten un embarazo sin mayores compli-
caciones.
8° Existen las moléculas de las
emociones negativas con conexión en-
tre los efectos comportamentales de-
presivos y deterioros orgánicos a nivel
de moléculas de las emociones.
9° En las personas, existe una co-
rrelación alta positiva entre el com-
portamiento depresivo y el deterioro
molecular. Por consiguiente, a mayor
comportamiento depresivo, mayor
deterioro molecular o viceversa. Esto
quiere decir que a nivel molecular, las
emociones negativas tienen su meca-
nismo siológico electromagnético a
nivel de canales iónicos de membra-
nas celulares.
10° Cuando se investiga los efectos
neuropsicológicos de la radioestesia
en muestras independientes de ma-
míferos, como yeguas y jinetes, colo-
cándoles un microchip de registro del
comportamiento siológico de su cuer-
po físico, lo investigado fue exitoso en
la muestra de 30 sujetos participan-
tes. No presentaron evidencia cientí-
ca que los microchips implantados
causaran alteración neuropsicológica
alguna. El uso de microchips en ca-
ballos y jinetes no causó alteraciones
neuropsicológicas o moleculares, ni
variabilidad clínica en la agudeza vi-
sual o auditiva del usuario, incluyén-
dose ausencia de dolores de cabeza,
mareos o pérdida de memoria
11° Es importante observar que el
impacto de la resiliencia en el com-
portamiento afectivo, dado que la res-
iliencia es la capacidad que tiene una
persona para superar circunstancias
traumáticas como la muerte de un ser
querido, un accidente, es como un su-
frimiento inconsciente.
12° La memoria sensorial y los efec-
tos traumáticos en la persona mues-
tran una conexión entre los efectos
comportamentales entre sentidos y la
memoria sensorial, haciendo posible
la observación sobre los posibles de-
terioros moleculares vía hematológica:
VSG velocidad de segmentación ele-
vada tal vez por efectos de recuerdos
estresantes y circunstancias actuales
de los sujetos estudiados, dadas me-
didas correlacionales de inestabilidad
Ana María Montero Doig
114
PAIDEIA XXI
emocional y recuerdos traumáticos. A
través de los hemogramas se puede te-
ner una idea de que si se cumple con
patrones estándares o hay diferencias
signicativas en cuanto carreras de
resistencia y de fondo.
13° Los efectos de interacción ani-
mal y humana en comunicación y
comportamiento molecular, observan-
do cómo se presentan la conexiones
entre la variable dependiente emisión
de sonidos (trino o canto de ave, relin-
cho de equinos), protestas (de jinetes),
cuando están sometidos como varia-
ble de control a privación de ingesta
de comida por 24 horas, efectos que se
correlacionaron con estado de ánimo
emocional de los sujetos participantes
(aves, yeguas y jinetes ) con la varia-
ble independiente neuropéptidos en
disminución o aumento de proteáceas
(neuro péptidos) a nivel molecular de
células ganglionares y del hipocampo
observadas vía hematológica.
Todos estos comportamientos son
interactivos en la comunicación, ha-
ciendo posible la observación experi-
mental descriptiva del comportamien-
to sonoro auditivo de aves, mamíferos
(equinos y jinetes) que presentan pa-
trones de impresiones auditivas sen-
somotoras (orgánicas) como reejos de
sus estados de ánimo con respuestas
moleculares proteicas medidas hema-
tológicamente, y conductuales sociali-
zantes de condicionamientos.
14° En los efectos de las manifes-
taciones del estado emocional y la
sexuación humana en el comporta-
miento molecular del tercer núcleo
intersticial (INAH-3) del Hipotálamo
anterior, se demostró una relación sig-
nicativa entre el estado emocional es-
table o inestable, las dimensiones de
la estructura hipotalámica del tercer
núcleo Intersticial anterior (INAH-3),
frente al recuento hematológico de sus
glóbulos blancos.
15° En esta última investigación,
2017, he podido observar que al ser
diagnosticada la enfermedad de Al-
zheimer temprana (EA) con un grupo
de ratas sanas, especie Rattus norve-
gicus (variedad albina); estas, como
grupo de control (SC), se les daba di-
ferentes tareas de memoria sensorial
MS no verbal, en cuanto al recuerdo
de posición y reconocimiento de dibu-
jos abstractos. Todos los participan-
tes completaron un protocolo integral
para el diagnóstico de la demencia.
Sin embargo, al comparar con el
grupo SC (n= 15) en un test estanda-
rizado de aprendizaje viso espacial, los
sujetos experimentales alimentados
con 2,5 mg de erythrina edulis o Balu
con EA rindieron signicativamente
más alto en MS (memoria sensorial) o
MNV en comparación con el grupo SC,
pero diferencias signicativas entre
EA en el recuerdo de posición. Asimis-
mo, el grupo de EA mostró una tasa
de olvido menor en el recuerdo de po-
sición o reconocimiento de dibujos en
comparación con los grupos SC. Estos
resultados son interpretados en fun-
ción de recuperación de los procesos
neurocognitivos que explican el dete-
rioro de la MS, memoria sensorial no
verbal en la EA.
Neurociencias moleculares en psicología, psicoanálisis e inconsciente
115
PAIDEIA XXI
13. En resumen nal
Quería compartir que las investi-
gaciones en Neurociencia Moleculares
en Psicología demuestran que existe
un comportamiento humano del esta-
do emocional inconsciente con expre-
sión molecular fotónica.
La fotónica es la ciencia de la gene-
ración, control y detección de fotones
que tienen posibilidades asociativas
de electrones con propiedades elec-
tromagnéticas estudiados en la física
cuántica. Los dispositivos fotónicos de
semiconductores incluyen:
-Almacenamiento del dato óptico,
térmico, en donde la proteína Turbu-
lina y los citoesqueletos del ARN dicen
qué hacer al ADN inconscientemente.
- Las redes y circuitos funcionan
fotónicamente como una bra óptica
en cada nervio de neurona a neurona,
y así lo demuestran los SPECT (tomo-
grafías computarizadas con un solo
Fotón) con una alta tecnología actual.
- Impresiones en el cerebro incons-
ciente son como rayos láser de alta
potencia en la subcélula a nivel de
membranas externas a la célula y del
núcleo.
- Las aplicaciones electromagné-
ticas de la Química Molecular tienen
una expresión física de energía sutil
(Datos e información) del inconscien-
te, donde la Medicina Humana puede
elaborar microplaquetas (chips) en
medidas Nanométricas, y en donde las
comunicaciones de correlación de re-
des neuronales y circuitos producen y
obtienen energía sutil por fusión tér-
mica de los hidrógenos (Electrones);
siendo los pensamientos, afectos, ac-
tos motores y sensitivos, probabili-
dades de electrones, lo que despierta
gran interés cientíco y tecnológico en
los últimos años por deducir las velo-
cidades, densidades y frecuencias de
mayor o menor voltaje electromagnéti-
co. Esto hace que hoy por hoy se haya
delineado un área de investigación de
índole Neurocientico Molecular Na-
nométrico, con el objetivo de hallar la
importancia de la posible causa psico-
lógica inconsciente de todas las impre-
siones sensoriales y percepciones. Por
ejemplo, las impresiones auditivas re-
cordadas en el silencio inuyen sobre
la percepción sensorial humana y ani-
mal que causan una serie de vibracio-
nes en las redes neuronales asociati-
vas por convergencias simples y com-
plejas en el córtex (diversos lóbulos
y funciones de razonamientos), sub
córtex cerebro emocional (SLD) donde
tanto en las estructuras Hipotalámi-
cas; Talámicas, la Amígdala como el
Hipocampo (Centro de la Memoria),
coordinan con la locus cereleus (centro
de Atención) FRA (formación Reticular
ascendente) que coordina la motrici-
dad na y gruesa y las probabilidades
de movimiento vibratorio de electrones
con respecto a las bases nitrogenadas
del ARN del citoplasma y del ADN en
los núcleos de cada neurona de las es-
tructuras señaladas.
El hombre, como síntesis de todos
los seres, tiene positivos funcionales
de la Naturaleza, dado que es una se-
milla Universal de ella, y del cosmos,
ya que somos polvo de estrellas, una
síntesis de luz, sonido, formas de
Ana María Montero Doig
116
PAIDEIA XXI
minerales, metales, agua, plantas, y
animales con proporciones energéti-
cas (psíquicas) y materiales (cerebro)
e ignoramos la necesidad de vida in-
terior que se maniestan como indi-
vidualidad de todas las experiencias
vibratorias vividas en instancias de
personalidad, llámese Ello o principio
de placer (instintos de vida o muerte),
Yo (principio de realidad), Yoes falsos,
fantasías, locas imaginaciones o deli-
rios seudoperceptivos), con un Super-
yo (Normas y valores) que esclavizan al
individuo a su entorno externo-inter-
no a una real posibilidad de integrar
sus centros y funciones que expresen
una conducta integrada (cognitiva,
afectiva, motora e instintiva cohe-
rente), siendo esta una transposición
energética sutil de la creación y de la
función universal cósmica, un testi-
monio de vida y sabiduría de la con-
ciencia universal o, lamentablemen-
te, de la ignorancia profunda sobre el
cuerpo físico máquina-humana dentro
de los siglos de sucesión de la esencia
de nuestros hidrógenos que vibran ha-
ciendo al hombre inmortal y que gra-
cias al trabajo consciente y sufrimien-
to voluntario en la vida, no se pierde
en la esclavitud de lo ordinario, como
si no tuviera instinto de conservación
y seguridad personal, pues ignoran el
deseo de conocer la necesidad del vivir
armónicamente la vida y trascender a
ella (Montero, 2017).
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