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gencias efectuados en el agro.
A lo anterior, consideraríamos
como efectos indirectos adicionales el
detrimento en el sector externo. Por
un lado, las divisas que se dejarían de
obtener al dejar de exportar y, por el
otro, las divisas que se emplearían en
importar los productos para mantener
el equilibrio del mercado. En la última
columna del Cuadro N°6 se estiman
estos efectos adversos, tocándole al
sector agropecuario el 16.3% del dete-
rioro total en la balanza de pagos.
También se tiene en cuenta el im-
pacto del Fenómeno El Niño en el cre-
cimiento sectorial y global de la econo-
mía peruana, la reducción de la inver-
sión para expandir la capacidad pro-
ductiva del país en la misma medida
del gasto para reconstruir los activos
perdidos; es decir, se invierte para te-
ner el mismo nivel anterior al desastre
y no para agrandar la base productiva.
Igualmente, la menor producción con-
lleva a una inación manifestada en
los precios de los productos agrarios.
Entre todas las áreas más afectadas
por el Fenómeno El Niño, la costa
norte y central es la que más sufrió la
embestida, justamente donde se en-
cuentra concentrada la mayor parte
de la población del país y, además, los
predios de cultivos exportables.
Teniendo una agricultura predo-
minante de secano (agua de lluvia),
que abarca el 63.8% de la supercie
agrícola nacional, y que el 31.8% es de
riego por gravedad (agua distribuida
por canales), consolida el 95.6% de la
supercie agrícola habilitada con agua
de supercie; lo cual revela que solo el
4.4% de las tierras para uso agrícola
aplica el riego tecnicado. Por tanto, si
el Fenómeno El Niño exacerba la masa
hídrica supercial, entonces, la agri-
cultura se encuentra notoriamente ex-
puesta a un mayor riesgo de desastre.
En efecto, el exceso de agua de
supercie se desplaza en forma con-
ducida por cursos de río, y la no con-
ducida, que es el agua de escorrentía,
la cual normalmente se inltra en el
suelo, pero que al ser abundante co-
rre con fuerza destructiva sobre los
terrenos, en proporción directa a la
pendiente, naturaleza del suelo y co-
bertura vegetal. Ella arrasa viviendas,
ganado, produce huaycos, erosiona el
suelo, inunda cultivos, colmata cursos
de agua, destruye caminos, debilita
puentes, obstruye con lodo el alcan-
tarillado, etc.
La alta temperatura correlaciona-
da al Fenómeno El Niño, produce el
fenómeno de tropicalización. Tempe-
ratura y humedad tienen una elevada
incidencia en el aumento de plagas
y enfermedades en los cultivos, pro-
duciendo una merma sustantiva por
aspectos sanitarios en las cosechas;
como también por afectar el proceso
biológico, afectando la oración y la
formación de tubérculos; el estrés ca-
lórico en los animales repercute en la
mortalidad, morbilidad y baja de ren-
dimiento.
Resumiendo, tenemos que el im-
pacto del Fenómeno El Niño 1997-
1998, causó daños a la economía va-
lorizados en 3,500 millones de US$.
En el año 1998, el valor total de las
exportaciones peruanas fue de 5,757