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PAIDEIA XXI
Ensayo sobre feminismos, teoría de género y feminicidio
que no estaba preparada para verlas
de otra forma. Y la ley no es suciente
para transformar la realidad que habi-
ta en la subjetividad de cada persona
y que en última instancia es la que de-
termina nuestra actuación.
Perseverando en esta disconformi-
dad de la experiencia de ser mujer,
Simone de Beauvoir (2005) publica a
mediados del siglo XX, “El segundo
sexo”, evidenciando que la vida de las
mujeres, no era ni tan feliz ni tan igua-
litaria como se esperaba.
Dos décadas después, el libro de
De Beauvoir, hecho raíz en nuevos
feminismos, muy importantes, que
implementan leyes contra la violen-
cia de género, sobre las políticas de la
igualdad entre los sexos. Se politizó lo
que ocurría en los hogares, a puerta
cerrada, diciendo, que allí, donde se
les debería prodigar amor y cuidados a
las mujeres, también encuentran vio-
lencia sexual, subordinación y hasta
explotación.
Pero paralelo a estos cambios y de-
bates positivos para las mujeres, otros
malestares sociales y geopolíticos se
anunciaban. El mundo asistiría a la
caída de grandes ideologías, el comu-
nismo y sobrevive a un mundo mane-
jado por el consumo y el hedonismo
(Bernárdez, 2015). Los valores socia-
les como la solidaridad que podían ser
la columna vertebral de la unión de
miles y millones de mujeres, dejaban
de tener importancia. El avance de las
mujeres más discriminadas del plane-
ta, pisaría freno. Las pobres del mun-
do, no tendrían soporte ideológico, en
un mundo que se dejaba seducir por
el individualismo. La unión de las mu-
jeres sería debilitada, por reexiones
donde el yo cobraría un sentido exis-
tencial. Las mujeres que pudieran so-
brevivir como en la teoría de Darwin,
al sálvense quien pueda, serían las
afortunadas y con esta misma lógica
estarían descalicadas aquellas que
no tuvieran las condiciones superdo-
tadas para enfrentarse a una econo-
mía de mercado o la ley de la selva.
Una vez alcanzados los derechos ele-
mentales, las mujeres experimentan
una división importante con la pre-
sencia del feminismo de la diferencia.
A mediados de la década del 80 se
produce un choque de paradigmas,
entre el feminismo de la igualdad y el
de la diferencia, dando paso a la teo-
ría Queer, otros feminismos y nuevos
conceptos. En esta misma coyuntura,
una mujer es elegida como primera
ministra británica, Margaret Thatcher
en el periodo 1979-1990, representan-
do los intereses de las políticas con-
servadoras.
A estas alturas del partido, el fe-
minismo de la diferencia no solo ha
representado una posición teórica en
debate, se ha producido la fragmen-
tación del feminismo, en lo mejor de
esta situación, dando libertad a mu-
chos feminismos y en lo complicado de
esta experiencia, no encontrar puntos
en común, generándose silencios aun
no resueltos, pendientes del balance
del feminismo de la igualdad. Hay ne-
cesidad de tender puentes y ser dos
brazos de un mismo cuerpo político.
Y no se está hablando de un problema
aislado, sucede en todos lados.