Test of bacterial endotoxins (gel–clot)
329
PAIDEIA XXI
nación de todas las sustancias pirogé-
nicas, incluyendo las endotoxinas bac-
terianas. El método más común para
eliminar pirógenos es el mecanismo de
despirogenización por calor seco (Pé-
rez, 1996; WHO, 2011; EP, 2012; EI,
2016). El método clásico y más efectivo
para la despirogenización de materia-
les termorresistentes es mediante la
aplicación de calor seco en hornos. En
la validación, se determina con bioin-
dicadores de endotoxinas y se cuanti-
ca con el empleo del ensayo del lisa-
do de amebocitos de Limulus (LAL) por
el método gel-clot (Joiner et al., 2002;
Perdomo & Montero, 2003; Osorio et
al., 2007; Akbar et al., 2010; Sharma
et al., 2011; Mitra et al., 2014).
En la industria farmacéutica, los
ambientes de los laboratorios, el per-
sonal, los implementos y equipos de
trabajo, así como el agua y materias
primas, albergan microorganismos
que se desarrollan y afectan la cali-
dad de los productos (Zimmer & Spies,
1979). Un contaminante propio de ori-
gen bacteriano son las denominadas
endotoxinas provenientes de las bac-
terias gram-negativas (Joiner et al.,
2002; Carrillo et al., 2006; FA, 2012).
La manufactura de dispositivos médi-
cos involucra una serie de operaciones
y controles orientados a obtener pro-
ductos que cumplan las especicacio-
nes sicoquímicas y microbiológicas,
dando énfasis en asegurar su este-
rilidad y evitar la presencia de agen-
tes contaminantes (microorganismos,
partículas y pirógenos). Las pruebas
microbiológicas que se realizan para
los dispositivos médicos estériles como
productos nales, son dos: la esterili-
dad que garantiza la ausencia de mi-
croorganismos, y las endotoxinas bac-
terianas que cumplen con el límite de
endotoxinas (Joiner et al., 2002; USP,
2012abc; Dobrovolskaia et al., 2014;
Wheeler, 2017).
El uso de dispositivos médicos es-
tériles contaminados con endotoxinas,
pueden inducir muchas respuestas
biológicas, así la reacción pirógena
puede manifestarse en liberación de
histamina y alteración de la permeabi-
lidad vascular. Estas respuestas pue-
den poner o no en peligro la vida del
individuo, dependiendo del estado del
paciente y de la cantidad de endoto-
xina inyectada. Las endotoxinas son
muy potentes, una dosis de solamente
1 a 10 ng·Kg-1 de endotoxina purica-
da es capaz de provocar en el hombre
una respuesta febril (Pérez, 1996; Joi-
ner et al., 2002).
Es por ello que la industria farma-
céutica requiere estandarizar técnicas
rápidas y conables, que permitan
detectar la presencia de endotoxinas
bacterianas, como lo es la prueba de
LAL. Esta prueba se basa en la agluti-
nación de extractos de amebocitos de
sangre de Limulus (O.F. Müller, 1785)
producido por cantidades del orden
de pg de lipopolisacáridos y puede de-
tectar 300 células de Escherichia coli
(Migula 1895) (Aldaña, 1997; Caro &
Cruz, 2006; Burguet & Brito, 2012;
Mitra et al., 2014). El método detecta
células viables y no viables (Carrillo
et al., 2006). En tanto una alternativa
para detectar pirógenos, es el ensayo
de pirógenos en conejos, capaz de de-