Giovanni Bonglio
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PAIDEIA XXI
NOTAS
1 Según estadísticas difundidas por la
Defensoría del Pueblo, durante el último
año ha habido un verdadero boom de
conictos: en junio de 2008 habían 132
conictos y en junio de 2009 se más que
duplicaron, pasando a 273, de los cuales
128 eran socioambientales (47% del
total). Ver: Adjuntía para la prevención
de conictos sociales y la gobernabilidad,
64º Reporte de conictos sociales. Lima,
junio de 2009.
2 En la revisión de la bibliografía existente
sobre el tema no hemos podido encontrar
ninguna evidencia de que esa frase pueda
ser atribuida a una autor individual.
Algunos mencionan que esta frase haya
sido dicha por Humboldt, sin embargo
no hay ninguna evidencia al respecto
(Bonglio 1994). Recientemente ha
aparecido otro ensayo que sostiene la
tesis que no se sabe quién es el autor de
esta frase (Alcocer Martínez 2006).
3 Quizás a esto obedece la actitud bastante
extendida, de nunca decir que se están
bien. Posiblemente aquí hay un atavismo
moldeado por siglos de comportamiento
donde el patrón de conducta exitoso
consistía en mostrarse como pobre,
justamente para poder tener acceso
a recursos. Posiblemente también, a
esto obedece las manifestaciones de
insatisfacción social a pesar de las mejoras
económicas que se han dado en los
últimos años en el país. El hecho de que
estas mejoras no hayan sido iguales para
todos no explica de por sí a la existencia
de insatisfacción. La desigualdad en la
distribución puede generar reclamos
por mejoras distributivas, mas no
insatisfacción por la mejora en sí.
4 Otras evidencias arqueológicas acerca
de la escasez en el mundo precolombino
ha sido dada por el arqueólogo Guillermo
Cock, que ha escavado la necrópolis
de Puruchuco en el valle de Lima,
encontrando que todos los restos óseos
mostraban evidencias de desnutrición.
Al contrario de estas evidencias
arqueológicas, los Museos dan una imagen
distinta, en la medida en que están llenas
de objetos de oro. El arqueólogo Víctor
Curay, que trabaja en el Museo Sicán en
Ferreñafe, Lambayeque, ha reconocido
que, al margen de las intenciones de los
arqueólogos que investigan el pasado, los
visitantes de los muesos de Lambayeque
salen deslumbrados por las máscaras
de oro y ven en ellas signos de riqueza
y de abundancia (entrevista a Víctor
Curay, Ferreñafe, 2009). Es así que hasta
los museos refuerzan el paradigma del
mendigo sentado en un banco de oro,
aunque no haya sido ésta la intención
de los arqueólogos. Para la población
que está a la búsqueda de cosas de las
cuales ser orgullosa, las máscaras de
oro son la evidencia de la riqueza del
pasado pre colombino. Muchas veces los
investigadores, sin quererlo, alimentan
la creación de mitos, aunque no haya
sido esa su intención. Es lo que pasó con
Raimondi, como veremos más adelante.
5 Según algunos historiadores, el impacto
cultural de los primeros conquistadores
marcó mucho más que la cultura de
los que llegaron después. Es así que se
“cristalizó” en el tiempo la idea de que el
Perú está lleno de riquezas.
6 El concepto de “nativismo” ha sido
aplicado a la generación del 900 por Mark
Thurner, en su estudio sobre Sebastián
Lorente (Thurner 2005). Según este autor,
los intelectuales del 900 (Víctor Andrés
de Belaunde, García Calderón, José de la
Riva Agüero) elaboraron una historiografía
“nativista” donde privilegiaron la
presencia de intelectuales peruanos en
los estudios históricos, desconociendo el
papel de intelectuales extranjeros, como
Sebastián Lorente. No es que hayan sido
anti extranjeros, sino que han estado a la
búsqueda de elementos nacionales para
contrarrestar el carácter extranjerizante
de las élites peruanas durante el siglo XIX.
7 Sobre este proceso ver mi trabajo La
presencia europea en el Perú (Fondo
Editorial del Congreso, 2001), donde se
hace una reseña de la inmigración europea
en el Perú, que podría ser denominada