Víctor Gutiérrez Divizia
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PAIDEIA XXI
Desde nes del siglo pasado e
inicios del tercer milenio se viene
ejecutando un conjunto de acciones
en todos los sectores de la actividad
humana, tendiente a contrarrestar
los efectos perniciosos del cambio
climático por causas de elementos
contaminantes producidos por la
misma civilización.
En el año 2000, justamente
las Naciones Unidas plasman una
declaración efectuada por 189 países,
comprometiéndose al cumplimiento
de los Objetivos del Milenio, señalando
en el objetivo 7: Garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente1.
En junio de éste año, se realizó la
Cumbre Mundial Río +20. Dos décadas
han pasado desde la histórica cumbre
de Río (Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo-Cnumad), que congregó en
esa ciudad brasileña a los principales
líderes del planeta, donde se denieron
tratados fundamentales, como el de
biodiversidad, cambio climático, entre
otros. En Río +20, las principales
conferencias de las Naciones Unidas
se centraron en la erradicación del
hambre, la miseria y la pobreza a
través del desarrollo sostenible2.
Se trata de valorizar los ecosistemas,
la biodiversidad, el agua y el cambio
climático; en resumen, se rearmó el
pacto político por la sustentabilidad
social, ambiental y económica del
desarrollo mundial.
En ese mismo propósito, hoy
no resulta extraño el interés de
las empresas en certicarse con el
ISO-14000 del Medio Ambiente, o
involucrarse en el ISO- 26,000 de
Responsabilidad Social, lanzado
ocialmente en Holanda en el mes de
noviembre del 2010. Si bien es cierto
que son normas de carácter voluntario
en la gestión corporativa, delega en el
mercado la facultad de su exigencia y de
esa forma se le obliga indirectamente,
al impactar favorablemente en la
imagen de los econegocios y de su
rentabilidad, según lo demostrado
esto último por Molteni, Mario y Elena
Rossato (2007)3.
En esta oportunidad, queremos
reexionar alrededor de un no tan
nuevo concepto: Ecoeciencia, que
merece una mayor difusión, dada
su importancia para los negocios y
calidad de vida misma.
El concepto fue presentado
por World Business Council for
Sustainable Development (WBCSD)4,
publicado en 1992 por “Changin
Course”.
Precisamente la WBCSD atribuye
a la Ecoeciencia su importancia en:
“Proporcionar bienes y servicios a un
precio competitivo, que satisfaga las
necesidades humana y la calidad de
vida, al tiempo que reduzca progresi-
vamente el impacto ambiental y la in-
tensidad de la utilización de recursos
a lo largo del ciclo de vida, hasta un
nivel compatible con la capacidad de
carga estimada del planeta”.
El Ministerio del Ambiente5 en el
Perú, dispone de un Programa y las
Políticas nacionales para un Perú
Ecoeciente del MINAM, que puede
visitarse en la dirección del pie de
página señalado.