El desarrollo de las ventajas competitivas de Porter y los Ipas verdes en el Comercio Exterior del Perú
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PAIDEIA XXI
tendiendo la nueva dinámica de la
economía mundial en la que los recur-
sos naturales y la mano de obra bara-
ta ya no son lo más importante para
competir en el mundo, es la que va a
permitir desarrollar el potencial del
comercio exterior.
La forma de actuar de las perso-
nas obedece a su experiencia pasa-
da, a sus creencias, al contexto en el
cual ve “su mundo”, aunque muchas
veces este no responde a la realidad,
por lo cual el éxito del ayer muchas
veces se convierte en el fracaso de hoy.
Por ejemplo, los empresarios peruanos
trabajaron por muchos años en una
economía cerrada, protegida e inesta-
ble, donde el Estado era el Estratega
Empresarial. En este contexto, la in-
formación y los lobbies eran la clave
del éxito de las empresas, y la estra-
tegia era el bajo costo; entonces, era
válido buscar la máxima rentabilidad
en las relaciones con los clientes, los
proveedores y los recursos. El resulta-
do fue obtener rentabilidad, pero con
poca innovación de los productos y vi-
sión del largo plazo.
Posteriormente, cuando se abrió la
economía y se terminaron los subsi-
dios y las tasas de cambio preferen-
ciales, como los dólares muc, los re-
sultados fueron la baja rentabilidad y
pérdida del mercado interno. No esta-
ban preparados para la innovación, la
generación de valor y la competitivi-
dad, donde la clave del éxito era traba-
jar con una estrategia de alianzas con
proveedores, distribuidores y clientes,
es decir, compartiendo información.
Los empresarios seguían trabajando
con los esquemas del pasado, los cua-
les, en el nuevo contexto, ya no eran
válidos. En consecuencia, el tránsito o
cambio del “éxito” al “fracaso” fue un
hecho evidente; es decir, el éxito del
ayer se convirtió, en aquel momento,
en el causante del fracaso de hoy.
Lo más evidente es que el pasado
ya no sirve para predecir el futuro,
pero lo más grave es que nos distrae
o confunde sobre lo que es verdade-
ramente relevante hoy en día, en un
mundo globalizado y de grandes cam-
bios tecnológicos. Siendo la base de
la creación de riqueza la economía de
mercado, paradójicamente, en mu-
chos casos, esta resulta siendo mal
vista y no aceptada.
Hay variables culturales que llevan
a una confrontación entre la riqueza
y la pobreza. Tal vez el hecho de que,
históricamente, la riqueza haya es-
tado en muchos casos asociada a la
explotación o la corrupción, lleva a no
verla bien. En este contexto, el cambio
profundo tiene que darse, y la riqueza
obtenida con trabajo, esfuerzo, inno-
vación, creación de valor y creatividad
tiene que ser bienvenida, necesitando
el país de creadores de riqueza bajo
este principio, que es la base de la
competitividad dentro del marco de un
desarrollo sustentable.
Un esquema mental muy difundido
es que no sólo estamos insatisfechos
con lo que somos, sino que tampoco
deseamos que los demás sean exito-
sos. El éxito resulta castigado y en
muchas organizaciones es mal visto, y
no se le permite, tanto al empresario
como al líder, sobresalir o destacar.