EDITORIAL
Aly Gallo1, Jhony A. De La Cruz -Vargas2,a,b,c
1Director General de ARC-PER. 2Director General del INICIB, URP. aEspecialista en Oncologia Medica. bMaestria en Investigacion Clinica. cDoctorado en Medicina.
La secuenciación del genoma humano allá por el año 2001 generó la más grande revolución de conocimiento
en salud del siglo XXI, gracias a este acontecimiento hoy podemos saber con claridad como funcionan los
sistemas biológicos. Por otro lado, la implementación de plataformas diagnósticas cada vez más sofisticadas y
sensibles que adicionadas al desarrollo de la industria farmacéutica, en los últimos 18 años, han generado un
cambio de paradigma llamado: Medicina de Precisión, situación que hace cada vez más lejano pensar en una
medicina como la que se practica actualmente, basada en el ensayo-error, donde el objetivo es un diagnóstico
y tratamiento dirigido contra la sintomatología.
En ese orden de ideas, imaginemos que en este momento algún colega médico, está tratando a uno de sus
pacientes y para diagnosticarlo ha solicitado una serie de herramientas de apoyo como imágenes o análisis
clínicos, cumpliendo con una Guía de Práctica Clínica que aunada a su experiencia lo llevará (si es necesario) a
diseñar y prescribirle un tratamiento sintomático y modificador, buscando que los fármacos interactúen con un
objetivo específico en la red biológica subyacente a la enfermedad, impactando directa o indirectamente en la
progresión de ésta y en la persona; hasta allí todo bien, a esto nosotros denominamos “terapia convencional”,
una práctica aceptada y validada por nuestro sistema de salud.
Sin embargo, el crecimiento poblacional, la mutación de los vectores que ocasionan la enfermedad, los estilos de
vida, el estrés, el medioambiente inestable que nos rodea, la investigación médica y otras variables incontrolables,
transitan por rutas desalineadas, ocasionando paulatina y dramáticamente un colapso en la sostenibilidad de
los sistemas de salud actuales, sobre todo en países como el nuestro. Esta realidad, exige continuar y adoptar
lo que ahora es una tendencia mundial cada vez más extendida y definitivamente imparable, es decir, ampliar
el estudio de nuestra biología, desde el punto de vista molecular y dentro de ese campo: la genómica, cuyo
avance ha desencadenado una revolución en la investigación, para comprender incluso los sistemas biológicos
más complejos, utilizando la secuenciación de ADN de próxima generación (NGS) y la bioinformática para
ensamblar y analizar la función y la estructura de genomas completos, haciendo una “medicina de ojos abiertos”.
El desafío en nuestra región exige proponer un cambio de paradigma en la ciencia y la medicina, para que
utilizando la plataforma tecnológica más adecuada y avanzada, procesar muestras, no de forma visual y
cuantitativa, sino, estudiando sus polimorfismos y asociando estos resultados a una historia clínica digital
con información abierta y continua de datos clínicos relevantes actualizados con la mayor frecuencia posible,
además, información de estilo de vida, interacción con el medio ambiente, a fin de conseguir y validar de
manera más precisa y asertiva el tipo de respuesta que una persona puede tener a las múltiples posibilidades
de manejo existentes para su enfermedad actual o potencial, en un formato de costo-efectividad, mediante una
labor multidisciplinaria y deseablemente multisectorial.
Todo esto ha evolucionado los sistemas terapéuticos
empleando metodologías de estratificación y de
personalización, lo que nos lleva a la aplicación de
Medicina de Precisión, que es un nuevo modelo de
atención médica personalizada que tiene como base
el empleo sistematizado de toda la información que
hemos descrito (big data), para aplicar intervenciones
terapéuticas y/o preventivas en aquellos pacientes
que se beneficiarán de las mismas, evitando posibles
efectos secundarios, y brindando la oportunidad a los
pacientes que no se beneficiarán, de acceder a otro tipo
de tratamiento, en el momento más oportuno, evitando
gastos innecesarios, aumentando la calidad de vida y la
tasa de sobrevida, como en el caso de enfermedades
catastróficas como el cáncer, donde se aplica más
intensivamente.
ARC-PER, ha logrado la concurrencia de los elementos
básicos para abordar este inmenso reto, faltando,
obtener data genómica propia de nuestra población y
sus diferentes etnias, almacenar y procesar las grandes
cantidades de datos que se producirán para optimizar
protocolos de tratamiento y desarrollar los necesarios, y
otras tareas igual de relevantes, sin embargo, debemos
advertir que el proyecto es tan grande y los objetivos
tan estructurados que otro de los grandes retos será
lograr la articulación nacional e internacional que
permita avances significativos, todos tenemos un rol
que asumir y un aporte que hacer: el futuro es hoy.