CARTAS AL EDITOR
J. Luis Fernandez-Luque1, P. Maurtua-Mamani2, S. Estrella-Quito2, J. Antonio Grández-Urbina3
1Servicio de Gastroenterología, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, ESSALUD, Lima-Perú. 2Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión, Pasco-Perú. 3Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, Universidad Ricardo Palma, Lima-Perú.
El Ministerio de salud de Perú realiza frecuentemente campañas de vacunación para hepatitis viral B, sin embargo, se han realizado múltiples campañas de vacunación a nivel nacional desde el año 1991 que han demandado esfuerzo conjunto de autoridades, personal de salud, etc. Sin embargo no se conoce realmente el nivel de protección que se han obtenido, en los niveles de atención primaria se está evidenciando una sobre vacunación en muchos casos1, un curso de tres dosis de la vacuna induce niveles protectores de anticuerpos anti antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg) por encima de 95% en infantes, niños y adolescentes y en más del 90% en adultos menores de 40 años. Después de los 40 años la inmunogenicidad puede ser menor a 90% y por encima de los 60 años estar entre 65% a 75%2. En estudios realizados en Perú por Zumaeta y col. se determino que luego de 6 años de seguimientos los anticuerpos antiHBs fueron positivos, presentando todos los seroconvertidos, con seroprotección e hiperrespuesta de 91,6 y 43,7% respectivamente3. El seguimiento de la vacunación contra hepatitis viral B se determina mediante los niveles de anti-HBsAg (test serológico post vacunal) identificando los títulos de vacunación. En muchos países de Europa se aplica el test postvacunal de manera regular para mantener los niveles de anti-HBs por encima de 10 UI/l con la finalidad de conocer la población vulnerable para discernir los casos en que es preciso administrar dosis de refuerzo2. Por lo tanto se está iniciando nuevamente el esquema de vacunación a nivel nacional cada año sin determinar los niveles necesarios de anti-HBsAg en los centros de atención primaria en salud, donde se está realizando un barrido al 100% de la población, sin identificar población previamente inmunizada, ni evidenciando el nivel de anti-HBsAg en sangre, por lo que no se encuentran datos sensibles en la literatura sobre estrategias de control de vacunación contra hepatitis viral B en nuestro país por lo cual es necesario determinar los niveles de anti-HBsAg en la población de personas inmunizadas hasta la actualidad con la finalidad de poder dirigir los recursos adecuados de una manera más responsable debido a que existe probabilidad de continuar refuerzos o esquema de vacunación en población previamente inmunizada y con posibles niveles de anti-HBsAg elevados en sangre.