REPORTE DE CASO
1Departamento de Medicina Interna del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. Lima – Perú. 2Facultad de Medicina Humana, Universidad Ricardo Palma, Lima-Perú. aMédico Internista. bMédico-Cirujano, Residente de Dermatología.
La pielonefritis enfisematosa es una infección grave de presentación aguda, altamente mortal por
complicaciones sépticas. Esta infección es infrecuente y por lo general afecta a mujeres diabéticas
no controladas. Los agentes causales son las enterobacterias coliformes productoras de gas y otros
uropatógenos. La infección suele tener una alta morbimortalidad por lo que requiere un diagnóstico
temprano y un tratamiento precoz y agresivo. De otro lado se consideran incidentalomas hepáticos a
aquellas lesiones que se descubren en sujetos asintomáticos.
Se describe el caso de una paciente
de 47 años con Diabetes Mellitus diagnosticada 10 años atrás, que desarrolló una pielonefritis aguda
enfisematosa causada por Escherichia coli BLEE positivo.
El diagnóstico se confirmó mediante TAC y el
tratamiento antibiótico temprano y agresivo permitió la resolución completa sin necesidad de abordaje
quirúrgico. Incidentalmente se encontró una lesión hipodensa no homogénea en el hígado, compatible
con hemangioma hepático.
Palabras clave: Pielonefritis enfisematosa; Diabetes mellitus; Hemangioma hepático. (fuente: DeCS BIREME)
Emphysematous pyelonephritis is a serious infection of acute presentation, highly fatal due to septic
complications. This infection is infrequent and usually affects uncontrolled diabetic women. The causative
agents are the gas-producers coliforms and other uropathogenic enterobacteries.The infection usually has
a high morbidity and mortality, which requires an early diagnosis and aggressive treatment.
On the other
hand, hepatic incidentalomas are considered lesions that are discovered in asymptomatic subjects. We
describe the case of a 47-year-old patient with Diabetes Mellitus diagnosed 10 years ago, who developed
acute emphysematous pyelonephritis caused by Escherichia coli BLEE positive. Diagnosis was confirmed by
CT. An early and aggressive antibiotic treatment allowed complete resolution without the need for a surgical
approach. Incidentally, a non-homogenous hypodense lesion was found in the liver, compatible with hepatic
hemangioma.
Key words: Emphysematous pyelonephritis; Diabetes mellitus; Hepatic hemangioma. (source: MeSH NLM)
La pielonefritis enfisematosa (EP) es una forma poco
común de pielonefritis necrosante con un cuadro
clínico variable que va desde lumbalgia, fiebre
hasta shock séptico.
Tiene una mortalidad elevada
que generalmente afecta a pacientes mujeres con
diabetes, y un pequeño porcentaje puede deberse a
una obstrucción del tracto urinario.
Se presenta el caso de una paciente que cursó con
sepsis foco urinario, cetoacidosis diabética, litiasis
renal ureteral e incidentalmente se le encontró un
hemangioma hepático, en el servicio de medicina
interna de un hospital público de nuestro país. ERDEN y
col a rare case of abdominal infection: Emphysematous
pyelonephritis pp29–31. (2016).
Paciente mujer de 47 años de edad, procedente de
Lima, con antecedentes de: Diabetes Mellitus tipo 2,
de 10 años de evolución, en tratamiento irregular con
insulina NPH y Metformina; TBC Pulmonar hace 8 años
con tratamiento completo por seis meses.
Ingresó al Servicio de Emergencia con un tiempo de
enfermedad de ocho días de inicio insidioso y curso
progresivo; caracterizado por: sensación de alza
térmica, escalofríos, dolor en fosa lumbar derecha,
oliguria, alteración del estado de conciencia y cefalea.
Al examen físico: presión arterial, 150/70 mmHg;
frecuencia cardiaca, 72/min; temperatura, 38°C.
Puño percusión lumbar, negativo bilateral. Palpación
profunda abdominal; masa de aproximadamente
10x5cm no dolorosa en hipocondrio derecho.
Examen de Orina: leucocitos; 20 – 30/campo, hematíes;
21 – 30/campo, cetonas; positivo.
Gases Arteriales FiO2:28.0 %: PH; 7,25, Sat O2, PO2,
87.9 mmHg PCO2; 20,4 mmHg HCO3; 8,7 mmol/L,
anión gap; 13,6 mmol/Kg, lactatoosmolaridad 291.1
mmol/Kg.
Urocultivo; negativo.
Hemocultivo; positivo: E. Coli BLEE multiresistente
sensible a Carbapenems.
Ecografía: Cambios de aspecto inflamatorio en el
parénquima renal a predominio derecho, no se
evidencia litiasis ni hidronefrosis.
Tomografía: presencia de edema difuso del parénquima
renal, focos hipodensos dispersos con alteración de la
grasa perirenal, burbujas de gas del polo inferior en el
riñón derecho (figura 1), litiasis ureteral derecha, en
el tercio medio de 6.8 mm con leve dilatación arriba
del mismo e incidentalmente se encuentra lesión
hipodensa no homogénea de ubicación lateral entre
el segmento VII Y VIII del hígado, de aproximadamente
9.8 x 7.8cm (figura 2).
TEM trifásico - abdominal, hígado aumentado de
volumen heterogéneo compatible con hemangioma
(figura 2.) y lesiones vasculares similares al hígado en
el polo inferior del riñón derecho de 30mm.
Se plantearon los diagnósticos de sepsis por infección
urinaria alta, pielonefritis enfisematosa, cetoacidosis
diabética, insuficiencia renal aguda, se inició
tratamiento con Imipenem, insulina NPH e hidratación.
Con lo cual se evidenció mejoría clínica: caída de la
fiebre; 36 °C, disminución del dolor lumbar, mejora
del estado general, hemocultivo de control; negativo,
se completó tratamiento antibiótico con Imipenem,
en tomografía de control; se observó resolución de
inflamación renal y ya no se observó presencia de gas;
rotem de control.
La evolución fue favorable, con remisión del cuadro
infeccioso, mejoría de la glicemia, del estado
metabólico, recuperación del estado general y de
conciencia. Fue dada de alta en los siguientes días en
buenas condiciones.
Desde la primera aportación a la literatura de un caso
de pielonefritis enfisematosa en 1898 por Kelly y Mac
Callum1 hasta esta fecha no ha sido una patología
muy reportada, siendo hasta el 2002 un aproximado
de 100 casos.
Entre características de esta patología esta la dificultad
para diagnosticarla porque esta enfermedad se
debe sospechar en todo paciente diabético mal o
no controlado con signos de infección necrotizante
urinaria alta (pielonefritis aguda y grave) que no
responden bien al tratamiento antibiótico como
sucedió en nuestro paciente.
Según Shokeir en 1997 esta patología en general
afecta a diabéticos mal controlado (en el 80%), siendo
también más frecuente en mujeres2 como se evidencio
en nuestra paciente (75%) con una edad promedio de
55 años, teniendo un rango de entre 19 a 81 años3
y siendo el riñón izquierdo el más afectado, pero en
nuestro paciente fue el riñón derecho el afectado4.
La patogenia de producción de gas se ve en relación
a que la médula renal es relativamente pobre en
oxígeno, de todo el flujo sanguíneo renal (FSR) el
90% es dirigido hacia la corteza y el 10% restante se
encarga de nutrir a la médula.
Dicha situación se veagradaba por la microangiopatia diabética que hace
más susceptible a la medula a un ambiente hipoxico.
Lo que crea un ambiente anaerobio donde bacterias
anaerobios facultativos capaces de fermentar glucosa
a lactato, como E. coli, Klebsiella pneumoniae y Proteus
mirabilis son los agentes etiológicos de la pielonefritis
enfisematosa, mientras que las bacterias anaerobias
productores de gas no son causa frecuente5. Sólo
existe un caso publicado de pielonefritis enfisematosa
por anaerobios6.
El ambiente rico en glucosa más la poca presión de
oxigeno lleva a un metabolismo anaerobio creando
dióxido de carbono.
Casi todos los pacientes se presentan en un
mal estado general con signos de sepsis, fiebre
(79%), vómitos(17%), falla renal aguda (35%),
trombocitopenia (46%) y dolor en flanco(71%), y si
se agrega una descompensación diabética uno debe
alertarse y sospechar de este cuadro.
Eloubeidi recomienda que siempre que exista una
lenta respuesta a antibióticos se debe hacer imperativo
la realización de pruebas de imagen en busca de gas
dentro del parénquima o perinefritico7,8.
Huang propone la siguiente clasificación9:
Anteriormente se recomendaba una terapia conservadora en los casos con pielonefritis enfisematosa grados 1 y 2 con antibióticos y nefrostomía en los casos de obstrucción urinaria. En los pacientes con pielonefritis enfisematosa grados 3 o 4 y con una desfavorable evolución, el manejo recomendado es la nefrectomía3.
Pero actualmente el drenaje percutáneo es el actual Gold standard para el manejo definitivo10, pero se
sabe que la falla del tratamiento conservador se
asocia a hipoalbuminemia, necesidad de hemodiálisis,
infección poli microbiana, trombocitopenia, estado
mental alterado, proteinuria severa y pacientes
en estado de shock9,11.
También se encontró que
los pacientes que tenían una obstrucción tenían
presentaciones clínicas más graves y se asume que la
obstrucción también es un factor de gravedad12.
El tratamiento conservador debe intentarse y la
nefrectomía se recomienda cuando existen formas
graves (disfunción renal), o el parénquima renal está
destruido debido a la infección12.
Con respecto al hemangioma hepático encontrado
de manera incidental, se sabe que un 4-7% de la
población son poseedores de estos. Siendo de estos la
mayoría el hemangioma cavernoso13,14.
La gran mayoría son asintomáticos, pero cuando
existen síntomas suelen ser dolor abdominal
producido por compresión, hemorragia o trombosis
dentro del hemangioma14.
Actualmente el diagnóstico definitivo lo dan los
glóbulos rojos marcados con TC99, pero las técnicas
de imágenes aún siguen siendo efectivas debida al
comportamiento característico de los hemangiomas.
Según Mariana Zapata que reporto un caso de una
pielonefritis asociada a hemangioma gigante, no
menciona alguna relación entre la patogenia de estos15.
La pielonefritis enfisematosa es una complicación rara
pero muy grave, sobretodo se da en mujeres diabéticas
mal controladas. La alta mortalidad exige un tratamiento
rápido y efectivo. El tratamiento debe ser de preferencia
conservador, pero en pacientes monorrenos o con PNE
bilateral se debe evitar la cirugía.
Para finalizar, es de suma importancia recordar que: el
diagnóstico tiene que ser sospechado, y el tratamiento
con medidas de soporte en una unidad de Cuidados
Intensivos y la antibioterapia agresiva son pilares
fundamentales del diagnóstico, y que sobre todo
el tratamiento quirúrgico debe considerarse si el
paciente tiene alguno de los factores de riesgo.
Contribuciones de autoría: Los autores participaron
en la generación, recolección de datos, redacción y
aprobación final del artículo original.
Financiamiento: Autofinanciado.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflictos de interés en relación al contenido de este
documento.
Recibido: 14 de mayo del 2018
Aprobado: 26 de junio del 2018