EDITORIAL
REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA HUMANA 2021 - Universidad Ricardo Palma
1Vice President and co-founder at European Lifestyle Medicine Organization
2Athens University Medical School.
La medicina del estilo de vida -aunque el término ha empezado a utilizarse de forma generalizada recientemente- tiene sus raíces en la antigua Grecia, hace miles de años. Hipócrates (460 - 370 a.C.) fue el primero en utilizar el término de Medicina del Estilo de Vida, sugiriendo que para que alguien tenga una buena salud, debería simplemente "evitar comer cantidades excesivas de alimentos e intentar hacer un poco de ejercicio". Así, sentó las bases de lo que hoy llamamos Medicina del Estilo de Vida (1)
Han pasado miles de años desde entonces y el desarrollo del estilo de vida con la forma que lo experimentamos hoy es la causa principal de muchas enfermedades (2). Para una buena salud hoy en día, una buena alimentación y un poco de ejercicio -como decía Hipócrates- no es suficiente. Además, hay que tener en cuenta un buen estado mental, un entorno limpio, dormir bien y evitar hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol.
Al comenzar mi carrera científica hace casi 30 años y tratar principalmente a pacientes obesos -la obesidad es una enfermedad característica del estilo de vida-, el término Medicina del Estilo de Vida no existía.
Pero el enfoque que seguí y el tratamiento que apliqué en este grupo de pacientes -y que continúo haciendo hasta el día de hoy- es exactamente lo que la Medicina del Estilo de Vida embajadora hoy en día:
El primer paso era recibir de cada paciente una historia clínica detallada, una serie de cuestionarios para rellenar y un panel de exámenes de laboratorio para hacer, con el fin de averiguar las causas del problema.
A continuación, se les aconsejaba y daba instrucciones para una alimentación saludable -según el modelo de la Dieta Mediterránea (3,4,5)- y se les motivaba para hacer ejercicio (6), ya que la mayoría de los pacientes no tenían tiempo para hacer ejercicio. También es importante centrarse en el control del estrés (7) -que la mayoría de las veces es difícil en esta categoría de personas- y las recomendaciones para reducir el consumo de alcohol (fuente de muchas calorías y principal causa de disfunción hepática).
El entorno de vida y de trabajo en el que se encontraban los pacientes afecta, por supuesto, a todo lo mencionado anteriormente, completando así casi todos los pilares básicos de la Medicina del Estilo de Vida tal y como la definimos hoy en día.
Los resultados -si los pacientes siguen las instrucciones- son excelentes y con la perspectiva de que se mantengan a largo plazo si se adoptan los cambios en el estilo de vida.
Hoy en día la Medicina del Estilo de Vida ocupa una posición fuerte en la prevención y el tratamiento de un gran porcentaje (casi el 80%) de las enfermedades no transmisibles (8). Es característico el aumento constante de artículos publicados (9) en revistas científicas que incluyen el término Medicina de Estilo de Vida (1995-1999: 2228 publicaciones y 2015-2019: 17.136 publicaciones).
Hablando con los profesionales de la medicina, desgraciadamente muy pocos han oído hablar del término y eso hace que el papel de todos los que se ocupan de ese sector -y en particular de los líderes de opinión- sea muy importante en cuanto a la correcta información tanto de los profesionales de la salud como del público.
En cuanto al futuro, el interés por este campo de la Medicina crecerá definitivamente.
Como puntos clave para conseguirlo yo incluiría:
Correspondencia:Ioannis Arkadianos M.D.
Email:arkadianos@arkadianos.net