Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Alarcon et al.
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Araneidae, Lycosidae, Salticidae, posiblemente actuando
como indicadores de calidad ambiental en el humedal de
Pantanos de Villa (Gravesen, 2000).
Spiller et al. (2018) señala que la abundancia y diversidad
de los Araneae es altamente sensible a cambios en
un ecosistema, y depende de varios factores como:
disponibilidad de alimentos, depredación, estructura
de la vegetación, precipitación, temperatura, humedad,
viento, luminosidad, entre otros (Canals et al., 2015;
Almada & Sarquis, 2017). También señala que la
cobertura vegetal ocasiona cambios en la riqueza de
especies de Araneae, y por ende las arañas serían un
grupo potencial para ser empleado como bioindicador
de calidad ambiental (Spiller et al., 2018). En el presente
trabajo se observó el efecto de la estructura y cobertura de
la vegetación del humedal en la preferencia de las diversas
familias de arañas a diferentes comunidades vegetales. Las
familias Lycosidae, Sicariidae y Araneidae fueron las tres
familias más abundantes, constantes y presentaron una
distribución amontonada. La familia Sicariidae mostró
una mayor anidad por el juncal. La familia Araneidae
presentó una población alta en el gramadal salado.
Lycosidae, la familia más abundante del presente estudio,
está bien adaptada a ambientes áridos (Bizuet-Flores
et al., 2015). Esta familia de arañas se encuentra en el
humedal Pantanos de Villa que está dentro del ecosistema
árido del desierto del pacíco costero. Las arañas lobo
(Lycosidae) son consideradas modelos adecuados para
diversos aspectos ecológicos, incluyendo la inuencia
de las condiciones ambientales. Además consideran que
las arañas lobo se han convertido en la familia de arañas
más estudiada hasta la fecha (Hein et al., 2015). Nuestros
resultados coinciden con otros estudios, donde Lycosidae
se caracteriza por presentar especies altamente activas
sobre la supercie terrestre, y por ser una de las familias de
arañas más abundante en los monitoreos de organismos de
suelo en diferentes ecosistemas, presentando variaciones
en sus patrones de abundancia espacial (Arana-Gamboa et
al., 2014; Almada & Sarquis, 2017). La familia Lycosidae
presentó una mayor preferencia por el gramadal dulce y
el herbazal de salicornia, encontrando una mejor calidad
de hábitat en estos ambientes y favoreciendo una mayor
abundancia.
La familia Araneidae presentó una población alta en el
gramadal salado. Aponte et al. (2018) señala que es la
comunidad más extensa del humedal, dominada por D.
spicata, estrato herbáceo bajo, de 20 a 60 cm de altura y
se desarrolla sobre suelos arenosos que no retienen agua.
La elevada riqueza de Araneidae, encontrada en esta
investigación, es de esperarse al ser una familia con alto
número de especies a nivel global (Achitte-Schmutzler et
al., 2016). Las arañas constructoras de telas orbiculares
como Araneidae “incrementan su abundancia con la
cantidad de estructuras disponibles y dispersión de las
mismas en el hábitat, utilizadas para la jación de las
telas” (Achitte-Schmutzler et al., 2016).
El índice de Pielou alcanzó su valor más alto en el
juncal. Numerosos estudios han demostrado que una
mayor complejidad estructural de la vegetación, por lo
general resulta en una mayor diversidad de arañas, lo
que podría explicarse por una mayor variedad de nichos
disponibles dentro de una vegetación más compleja con
menor perturbación (Paschetta et al., 2012; Štokmane
& Spuņģis, 2016). El juncal que se ubicó en suelos de
substratos mayormente inundados presentó los mayores
valores del índice de Pielou. Aponte et al. (2018) que los
juncales puros con la especie dominante S. americanus
o mixtos con otras especies, pueden ocasionar la
acumulación de montículos de uno y medio a dos metros
de altura con gran acumulación de biomasa seca en la
base ocasionando una cobertura del suelo. El junco por
ende, puede proporcionar diferentes microhábitats, lo
que conlleva a una mayor diversidad de arañas. La familia
Sicariidae mostró una mayor anidad por esta comunidad
vegetal.
El gremio tróco dominante en los Pantanos de Villa, fue
el de Cazadores errantes (CAE) conformado por cinco
familias: Sicariidae, Lycosidae, Salticidae, Sparassidae
y Pisauridae. Bizuet-Flores et al. (2015) al evaluar la
diversidad de arañas que habitan el suelo según el tipo de
vegetación en un valle de México, encontró que el gremio
de las cazadoras errantes fue el más numeroso en todos
los tipos de vegetación. Estos autores señalan que tanto
la vegetación como la humedad, ofrecen condiciones
adecuadas, donde las especies de este gremio tróco
de arañas pueden encontrar refugio en estos ambientes
desérticos. También señalan que el tipo de trampa que
utilizaron captura más individuos de cazadores de suelo
que de otros gremios trócos (Bizuet-Flores et al., 2015).
El orden Araneae, y en especial las arañas cazadoras
errantes que habitan el suelo han sido incluidas como un
componente para determinar un índice de biodiversidad
de suelo de “Biodiversidad Amigo” (“Soil Biodiversity
Index of “Biodiversity Friend” (SBI-bf)”) (Caoduro et al.,
2014), y en el índice sintético de calidad de suelo (IBQS)
basado en comunidades de macro-invertebrados (Ruiz et
al., 2011). Las arañas, pueden ser incluidas dentro de los
artrópodos bioindicadores de calidad ambiental, tanto
como indicadores ecológicos o de diversidad (Spiller et
al., 2018), debido a que son sensibles a los cambios y