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ISSN Versión impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697
Biotempo, 2019, 16(2), jul-dic.: 145-158.
ORIGINAL ARTICLE / ARTÍCULO ORIGINAL
ORNITOCENOSIS OF MONTE RAMONAL IN SANTO DOMINGO
PROVINCE, VILLA CLARA, CUBA
ORNITOCENOSIS DE MONTE RAMONAL EN SANTO DOMINGO
PROVINCIA, VILLA CLARA, CUBA
Rafael Armiñana-García1*; Damaris Olivera-Bacallao1; Rigoberto Fimia-Duarte2; Pedro María Alarcón-
Elbal3; Jaime Wilfrido Aldaz-Cárdenas4; Belkis Niebla-Pérez2 & José Iannacone5,6
1* Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, Villa Clara, Cuba. E-mail: rarminana@uclv.cu, dobacallao@uclv.cu
2 Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, Cuba. E-mail:
rigobertofd@infomed.sld.cu, rigoberto. mia66@gmail.com
3 Instituto de Medicina Tropical & Salud Global (IMTSAG), Universidad Iberoamericana (UNIBE), Santo Domingo,
República Dominicana. E-mail: pedro.alarcon@uv.es
4 Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Recursos Naturales y del Ambiente.
Universidad Estatal de Bolívar, Provincia Bolívar, Ecuador. E-mail: zootecja@gmail.com
5 Laboratorio de Parasitología. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Ricardo Palma (URP). Lima, Perú. E-mail:
joseiannacone@gmail.com
6 Laboratorio de Ecología y Biodiversidad Animal (LEBA). Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). E-mail:
joseiannacone@gmail.com
Author for correspondence: Rafael Armiñana García. Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, Villa Clara,
Cuba. Carretera a Camajuaní Km 5. Santa Clara, Villa Clara, Cuba. https://orcid: 0000-0001-5237-0810. E-mail:
rarminana@uclv.cu
ABSTRACT
An ecological study was carried out with the objective of evaluation of the ornithocenosis present in "Monte Ramonal"
in the municipality of Santo Domingo, Villa Clara province, Cuba between December 2017 and April 2018.  e plant
formation where the studies were carried out was the semideciduous mesophilic forest, on a poorly drained soil. For
the avifauna counts, a transect of approximately 800 meters long was taken. Given the characteristics of the vegetation,
the area analyzed was 11,200m2 (approximately one hectare). We determined the systematic structure, guilds, species
richness, similarity, dissimilarity, diversity, and fairness. A total of 34 species of birds belonging to 18 families and 9
orders were detected.  e best represented order was Passeriformes with 10 families and 21 species. Of the total species
reported, 4 genera (50%), 7 species (33.3%) and 16 subspecies (22.8%) are endemic. In December, 8 trophic groups
were distinguished; 9 in April.  e similarity index obtained was 66.6%. A diversity of 2.90 and 2.57 was observed, as
well as an equitability of 2.02 and 1.86. Diversity and fairness were somewhat higher in December than in April.
Keywords: birds – ecology – Monte Ramonal – ornitocenosis – Villa Clara
Biotempo (Lima)
doi:10.31381/biotempo.v16i2.2524
Revista Biotempo
Facultad de Ciencias Biológicas de la
Universidad Ricardo Palma
(FCB-URP)
ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión Electrónica: 2519-5697
Volumen 15 (2) Julio - Diciembre 2018
LIMA / PERÚ
Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Armiñana-García et al.
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RESUMEN
En esta investigación se realiza una evaluación de la ornitocenosis presente en “Monte Ramonal”, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba, en los meses de diciembre de 2017 y abril de 2018, respectivamente. La
formación vegetal donde se realizaron los estudios fue el bosque semideciduo mesólo, sobre un suelo de mal drenaje.
Para los conteos de la avifauna se tomó un transepto de aproximadamente 800 m de largo, dadas las características de
la vegetación, el área analizada fue de 11,200m2 (una ha aproximadamente). Se determinó la estructura sistemática,
gremios, riqueza de especies, similitud, disimilitud, diversidad y equitatividad de la avifauna. Se detectaron un total
de 34 especies de aves, pertenecientes a 18 familias y 9 órdenes, el orden mejor representado fue passeriformes con 10
familias y 21 especies. Del total de especies reportadas 4 géneros (50%), 7 especies (33,3%) y 16 subespecies (22,8%),
son endémicas. En el mes de diciembre se distinguen 8 grupos trócos y 9 en el mes de abril. El índice de similitud
obtenido fue de 66,6%. Se obtuvo una diversidad de 2,90 y 2,57, así como una equitatividad de 2,02 y 1,86, siendo los
parámetros de diversidad y equitatividad algo mayores en el mes de diciembre que en el mes de abril.
Palabras clave: aves – ecología – Monte Ramonal – ornitocenosis – Villa Clara
Ornitocenosis a Cuba
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INTRODUCCIÓN
Debido al elevado número de especies que pueden
coexistir, así como su relativamente fácil identicación
en el campo, las aves son empleadas como un grupo
indicador de biodiversidad y de salud de los ecosistemas
(González et al., 2017).
Los Bosques Secos Estacionales del Neotrópico, se
distribuyen ampliamente en América Latina y el Caribe,
y poseen importantes niveles de riqueza y endemismo
de especies. No obstante, actualmente son pocos los
trabajos enfocados a evaluar los patrones de diversidad
y las relaciones ecológicas entre la avifauna presente en
estos bosques (Prieto et al., 2019). Sin embargo, varios
investigadores cubanos han dedicado sus esfuerzos hacia
el conocimiento de la composición general y evaluación
de la avifauna de las comunidades de aves; en particular,
aquellas que habitan en el ecosistema de bosque. Entre
ellos se encuentran: Berovides et al. (1982), González
(1982), Acosta et al. (1984), Acosta & Berovides (1984),
Acosta et al. (1988) y Garrido (1990), citados por Sánchez
et al. (2003), Hernández (2010), Cet al. (2015) y
Parada et al. (2015).
Las aves representan la clase de vertebrados terrestres más
diversa y constituyen un grupo de gran importancia en
los ecosistemas como parte de las redes trócas; además
de su papel como dispersores de semillas, polinizadores de
plantas, controladores de poblaciones de invertebrados y
otros (González et al., 2017; Armiñana & Banasco, 2019;
Prieto et al., 2019).
En el mundo se han registrado alrededor de 9.800
especies de aves (Madrid & Cruzado, 2017), y en
Cuba se han constatado 397, incluidas en 71 familias y
agrupadas en 26 órdenes, de los cuales los más diversos
son Passeriformes, Charadriiformes y Anseriformes. Del
total de especies, 280 se consideran comunes, algunas son
especies exóticas naturalizadas y el resto son muy raras
u ocasionales; el 70 % de las especies son migratorias
(Garrido & Kirkconnell, 2000; Aguilar, 2010) y de
manera general en la avifauna cubana están representadas
alrededor del 50 % de las especies registradas para las
Antillas.
Toda la región caribeña es una zona de alta biodiversidad
(“hotspot”), dado que aproximadamente una de cada
cuatro especies de aves de la región son exclusivas de ella
y Cuba no es una excepción; de hecho, todo el territorio
nacional cubano, está considerado como Área Importante
para las Aves a nivel internacional (Naranjo et al., 1992;
Sttatereld et al., 1998).
Según el Libro Rojo de los Vertebrados de Cuba
(González et al., 2012), 30 especies (8 % del total) están
amenazadas, y están incluidas algunas especies migratorias
que han visto reducidas sus áreas de cría en Norteamérica
(Terborgh, 1992; González et al., 2012).
Según Baillie et al. (2004), la explotación irracional de
los recursos naturales, la fragmentación de los hábitats
y las prácticas inadecuadas en el sector productivo, han
provocado la reducción de los ecosistemas naturales, con
la consecuente extinción o disminución de poblaciones
de muchas especies de aves. De las 9.917 especies
de aves evaluadas por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), 12 % han sido
categorizadas como amenazadas.
Si bien la ornitología cubana es una de las ramas zoológicas
mejor estudiada, aún existen vacíos en especies y zonas
de Cuba (Mugica et al., 2006). Según Wiley (2000),
muchos especialistas de diferentes instituciones cubanas
se han dedicado al estudio de este grupo zoológico,
lo que ha creado gran número de publicaciones; sin
embargo, muchas de estas contribuciones constituyen
listas de especies (e. g. Alayón, 1987; Alayón & Posada,
1987; Rodríguez & García, 1987; Sánchez et al., 1992;
Acosta & Mugica, 1988; Kirwan & Kirkconnell, 2002;
Hechavarría et al., 2010), por citar algunos ejemplos.
Se concuerda con Gonzáles et al. (2017), que para realizar
un muestreo de aves se han propuesto diferentes métodos,
entre los cuales se destacan el de parcela circular (Hutto et al.,
1986), el de conteo en transectos (Blondel, 1969; Emlen,
1971), el censo por pareja reproductora (Ralph et al., 1993),
y el de captura con redes ornitológicas (Ralph et al., 1993).
De estos, se han publicado varios manuales donde se detallan
sus características, así como las ventajas y desventajas de los
diferentes métodos (Ralph & Scott, 1981; Ralph et al.,
1993; Wunderle & Waide (1993); Pinilla, 2000; Caycedo
Rosales et al., 2013). La selección de estos dependerá de los
objetivos del estudio y las características del hábitat y de la
especie (e. g. tipo y densidad de la vegetación) que inuyen
sobre la detección de las especies.
L
os transectos son técnicas que se realizan a lo largo de
una línea de muestreo y pueden presentar variantes tales
como puntos o bandas a ambos lados de la línea. Cuando
se emplean los puntos en transecto, las observaciones se
realizan en un punto denido, desde el cual se registran
los individuos y la distancia a la que son detectados. Para
esto se estiman franjas de distancias concéntricas alrededor
del observador. En este caso se asume que no existe
inmigración dentro del área durante los conteos, con el n
de evitar sobreestimaciones de la densidad
(Emlen, 1971).
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En los transectos lineales, las observaciones se realizan
a lo largo de líneas de longitud establecidas dentro del
área de muestreo, donde se registran todos los individuos
vistos a lo largo del transecto (Ralph & Scott, 1981). Una
variante son los transectos de banda, donde además de la
línea establecida por el observador, se tienen en cuenta
franjas a ambos lados de esta línea, registrándose también
los individuos observados en dichas franjas y excluyendo
aquellos que se encuentran fuera de ellas. El ancho de estas
franjas adicionales, depende de la(s) especie(s) objeto de
estudio, el tipo de hábitat o la vegetación existente, entre
otros factores.
Según Root (1967), los gremios o grupos ecológicos
se denen como conjuntos de especies, dentro de una
comunidad, que utilizan recursos comunes o comparten
caracteres similares, donde la estructura en gremios de
una comunidad representa la existencia de modelos en
la utilización de los recursos, que pueden ser observados
en especies coexistentes, asociados particularmente a
las similitudes y diferencias en la forma en que dichas
especies explotan los recursos (Fundora, 2010).
La estructura de los gremios varía en dependencia del sitio
y está relacionada con las características particulares del
hábitat, la estructura de la vegetación, la disponibilidad
de alimentos y el tipo y distribución de los sustratos de
forrajeo (Holmes & Recher, 1986; Kirwan & Kirkconnell,
2002).
Los gremios no son unidades estáticas, sino que sus límites
varían con la disponibilidad de recursos y la composición
taxonómica del ensamble de especies. La complejidad
de la estructura del ambiente determina la variabilidad
de recursos disponibles y así la existencia de diferencias
espaciales en el número y tipo de gremios (Posada et al.,
1989; Bailey et al., 2004).
Tomando en consideración lo expuesto en párrafos
anteriores, la investigación se realizó con el objetivo
de caracterizar la ornitocenosis presente en “Monte
Ramonal”, ubicada en el municipio Santo Domingo,
provincia Villa Clara, Cuba.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para el desarrollo de la investigación fue seleccionado
“Monte Ramonal”, por las potencialidades que posee
el mismo desde el punto de vista faunístico, esta
área protegida, posee una extensión de 2.474,00 has
totalmente terrestres, situado al NN del poblado de
Santo Domingo, en la provincia de Villa Clara Cuba
y a 13 km del poblado de Mordazo, perteneciente a la
región geográca llanuras de manacas, con coordenadas
geográcas 222,45’ de latitud N y 802 30’ de longitud
N, la coordenada Lambert son 324 – 329 y 550 – 551
(gura 1).
Figura 1. Vista satelital de Monte Ramonal, municipio de Santo Domingo, provincia Villa Clara, Cuba encerrado en
un círculo.
Ornitocenosis a Cuba
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En esta zona se ha constatado la presencia de 109 especies
de vertebrados terrestres (6) especies de anbios, de ellos
3 endémicos; (17) especies de reptiles, (83) de aves de
las cuales (6 están amenazadas, 10 son endémicas y 28
migratorias), y 3 especies de mamíferos (CNAP, 2013).
Los accesos al área se realizan por la carretera de Santo
Domingo a Corralillo; al este por la vereda de La Jata; al
norte por la carretera de Motembo a Vaquería 4, y al sur
por el camino que conduce de Jiquí a Dos Veredas.
Para los conteos de la avifauna se tomó un transecto de
aproximadamente 800 m de largo, y dada las características
de la vegetación solo fue posible hacer conteos a siete m
a ambos lados del observador, por tanto, el área analizada
fue de 11.200 m2 (1 ha aproximadamente). Los conteos
“Monte Ramonal”, está formado por un terreno
completamente llano con curva de nivel 88 msnm. Su
conguración geológica está constituida por rocas calizas,
margas, arcilla y arena y conglomerados del neógeno y
serpentinas del cretáceo.
Sus suelos constituidos desde el unioceno pertenecen a
la formación Manga Larga y son de dos tipos: húmedos
carbonados ferralíticos amarillentos y calcíticos de varios
tipos y variedades.
La zona cuenta con reservas de agua subterráneas, con una
profundidad que oscila entre 0,40 y 6,45 m. Las temperaturas
medias anuales presentan valores de 23,9oC, en julio y agosto
las medias máximas con valores de 33,3oC, y en enero y
febrero las medias mínimas con valores de 13,9oC.
Las precipitaciones en el período seco son del orden de los
42,4 mm, como promedio mensual (noviembre, abril).
Las precipitaciones anuales están en los 1.159 mm. La
humedad ambiental media es del 76%, con valores entre
80% a 84% de agosto a enero y 73% de febrero a julio.
Esta zona es considerada una isla ecológica e incluye
bosques, sabanas naturales y plantaciones establecidas
para refugiar a unas 391 especies de plantas de gran valor
como Harpalyce maisiana León & Alain, de la zona de
Maisí, considerada en peligro de extinción. También se
incluyen a Triphora gentianoides (Sw.) Ames & Schltr.
Trichilia pungens Urban, endémica de Cuba, y Eulophiae
cristata (Afzel. ex Sw), que, si bien no es limitada en
nuestra área geográca, se creía extinta en el país, y solo
se localiza en Pinar del Río y en la parte central de Monte
Ramonal (CNAP, 2013). La gura 2, muestra una foto
de una zona de la Reserva Florística Manejada “Monte
Ramonal”.
Figura 2. Foto de una zona de la Reserva Florística Manejada “Monte Ramonal”, municipio de Santo Domingo,
provincia Villa Clara, Cuba.
fueron realizados utilizando los métodos visual y auditivo,
apoyado por los binoculares (Kerby & Wert, 2012).
Los datos obtenidos fueron cuanticados y se aplicaron
los índices ecológicos siguientes (Cubillas & Berovides,
1987):
Similitud: Índice que se utiliza para comparar el grado
de semejanza de dos muestras y entre dos comunidades.
Disimilitud: Para comparar el grado de diferencia de dos
muestras y entre las comunidades.
S’ = 100 – S
2 CPq x 100
Cp + Cq
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Diversidad: Asocia dos conceptos, la riqueza de especies
y el número de individuos por especies, o sea, riqueza
en función del número de especies en la ornitocenosis,
la diversidad contempla ambas variables en el índice de
diversidad.
H’ = o
Equitatividad: Tiene en cuenta la distribución del número
de individuos por especies, se mide por el índice:
J’ =
Además de los índices ecológicos mencionados
anteriormente, fue calculado el parámetro de densidad.
Densidad: estimados de la abundancia representada por
una magnitud poblacional a la unidad de especie.
Las aves registradas para la zona de estudio se ubicaron
sistemáticamente (González et al., 2017), las cuales se
organizaron en gremios o grupos trócos.
En Cuba se utiliza el criterio de Kirkconnell et al. (1992),
para la clasicación de las aves en gremios trócos, los que
asumimos en esta investigación; ellos son:
Granívoros: especies que se alimentan fundamentalmente
de granos.
Insectívoros de suelo: especies que se alimentan de
insectos capturados en el suelo.
Insectívoros de percha: especies que se alimentan de
insectos capturados al vuelo, partiendo desde una
posición de reposo en una rama o percha.
Insectívoros de follaje: pertenecen a este grupo, especies
que capturan sus presas dentro del follaje.
Insectívoros de tronco: en este gremio se encuentran
especies que se alimentan de insectos capturados sobre o
dentro de los troncos de los árboles.
Insectívoros frugívoros: corresponden a este grupo, las
especies que se alimentan de insectos y futas.
Nectarívoros: en este grupo se ubican aquellas aves que se
alimentan del néctar de las ores, completando su dieta
con algunos insectos.
Depredadores: Los miembros de este grupo comen
insectos y vertebrados o solo vertebrados.
Granívoros frugívoros: Especies que basan su alimentación
en granos y frutas.
Aspectos éticos:
Los autores declaran que se cumplió con toda la
normatividad ética nacional e internacional.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se realizaron dos conteos a partir de las 6,30 am, hasta
las 10,30 am aproximadamente los días 20/12/2014 y
25/4/2015 y los datos obtenidos fueron cuanticados.
La tabla 1, muestra la composición sistemática de la
avifauna terrestre en el bosque semideciduo mesólo
en “Monte Ramonal” y la tabla 2, ofrece las familias de
aves representadas en la zona de estudio. Estos resultados
coinciden con los obtenidos por varios autores (Pérez et
al., 2003; Pérez, 2007; Cet al., 2015).
Tabla 1. Composición de la avifauna terrestre en bosque semideciduo mesólo en Monte Ramonal, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Órdenes No. de familias %
Falconiformes 1 5,8
Columbiformes 1 5,8
Cuculiformes 1 5,8
Strigiformes 1 5,8
Apodiformes 1 5,8
Trogoniformes 1 5,8
Coraciformes 1 5,8
Piciformes 1 5,8
Paseriformes 9 53,0
H'
Hmax
-Pi ln Pi donde Pi = Ni
N
Ornitocenosis a Cuba
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Tabla 2. Composición de la avifauna terrestre en bosque semideciduo mesólo en Monte Ramonal, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Familia No. de especies %
Accipitridae 1 2,9
Columbidae 5 14,7
Cuculidae 1 2,9
Strigidae 1 2,9
Trochilidae 1 2,9
Trogonidae 1 2,9
Todidae 1 2,9
Picidae 2 5,9
Tyranidae 3 8,8
Mimidae 1 2,9
Muscicapidae 1 2,9
Sylvidae 1 2,9
Vireonidae 2 5,9
Parulidae 7 20,5
Spindalidae 1 2,9
Icteridae 3 8,8
raupidae 1 2,9
Cardinalidae 1 2,9
TOTAL: 18 34 100
En la tabla 3, se muestra la relación de las aves que se encuentran en el bosque semideciduo mesólo en la zona de estudio.
Tabla 3. Relación de las aves presentes en el bosque semideciduo mesólo en Monte Ramonal, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Familia Nombre cientíco Nombre vulgar
Accipitridae Buteo jamaicensis (Gmelin, 1788) Gavilán de Monte
Columbidae Zenaida macroura (Linneo, 1758) Paloma Rabiche
Zenaida asiatica (Linneo, 1758) Paloma Aliblanca
Patagioenas leucocephala (Linneo, 1758) Torcaza Cabeciblanca
Columbina passerina (Linneo, 1758) Tojosa
Geotrygon montana (Linneo, 1758) Boyero
Cuculidae Coccyzus merlini (d’Orbigny, 1839) Arriero ***
Strigidae Glaucidium siju (d’Orbigny, 1839) Sijú Platanero *
Trochilidae Chlorostilbon ricordii (Gervais, 1835) Zunzún ***
Trogonidae Priotelus temnurus (Temminck, 1825) Tocororo *
Todidae Todus multicolor Gould, 1837 Cartacuba **
Picidae Melanerpes superciliaris (Temminck, 1827) Carpintero Jabado ***
Xiphidiopicus percussus (Temminck, 1826) Carpintero Verde *
Tyranidae Contopus caribaeus (d’Orbigny, 1839) Bobito Chico ***
Tyrannus caudifasciatus d’Orbigny, 1839 Pitirre Guatíbere ***
Myiarchus sagrae (Gundlach, 1852) Bobito Grande
Mimidae Dumetella carolinensis (Linneo, 1766) Zorzal Gato MI
Muscicapidae Turdus plumbeus Linneo, 1758 Zorzal real ***
Sylviidae Polioptila caerulea (Linneo, 1766) Rabuita MI
Vireonidae Vireo gundlachii Lembeye, 1850 Juan Chiví **
Vireo altiloquus (Vieillot, 1807) Bien Te Veo MV
Parulidae Setophaga citrina (Boddaert, 1783) Monjita MI
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Según se aprecia en la tabla 5, las aves terrestres se
agruparon en nueve gremios o grupos trócos, donde
aparecen las especies, tanto para el mes de diciembre
como en abril.
Los gremios con mayor número de especies son los
insectívoros de follaje con nueve y granívoros con siete.
El gremio de los granívoros en el mes de diciembre posee
siete especies y solo cuatro en abril, aunque solo una
especie, el azulejo es migratorio y no está presente en este
mes, los otros dos son palomas que no abundantes en la
zona (Llanos-Sosa et al., 2002).
La preferencia de las aves por los insectos ya había sido
comentada por numerosos autores en gran número de
comunidades de aves de Cuba y el mundo, así reportaron
Pérez et al. (2003) y Pérez (2007) en trabajos realizados
en bosques semideciduos de la provincia de Pinar del Río.
Mereck (2004) en cuatro formaciones vegetales del Valle
de San Andrés, Plasencia (2008) en pinares de Minas de
Matahambre, Hernández (2010) en la localidad del Valle
Ancón. Estos resultados conrman, además, lo planteado
por Kirkonnell et al. (1992), que reeren que la mayoría
de las especies que integran la avifauna cubana son aves,
fundamentalmente insectívoras.
El gremio de los insectívoros de follaje en ambos meses
es similar en el número de especies, solo que las aves
migratorias de invierno resultaron numéricamente muy
bajas sus densidades en el mes abril, mientras que la
“Chillina” muy alta y con gran actividad por el inicio de
la reproducción. Se incorporó el “Bien Te Veo”, por ser
un ave migratoria de verano.
Los demás gremios se mantienen muy similares en ambos
meses, aunque insectívoros frugívoros aumentan en dos
especies en abril, por el aumento del recurso alimento
sobre todo por la oración, favorecido por el estado
fenológico de las especies vegetales en las formaciones
vegetales, lo que concuerda con lo planteado por Cet
al. (2015).
Setophaga virens (Gmelin, 1789) Bijirita de Garganta Negra MI
Seiurus aurocapilla (Linneo, 1766) Señorita de Monte MI
Teretistris fernandinae (Lembeye, 1850) Chillina *
Mniotilta varia (Linneo, 1766) Bijirita Trepadora MI
Setophaga caerulescens (Gmelin, 1789) Bijirita Azul de Garganta Negra MI
Setophaga ruticilla (Linneo, 1758) Candelita MI
Spindalidae Spindalis zena (Linneo, 1758) Cabrero ***
Icteridae Quiscalus niger (Boddaert, 1783) Chichinguaco ***
Icterus melanopsis (Wagler, 1829) Solibio ***
Ptiloxena atroviolacea (d’Orbigny, 1839) Totí **
raupidae Tiaris olivaceus (Linneo, 1766) Tomeguín de la Tierra
Cardinalidae Passerina cyanea (Linneo, 1766) Azulejo MI
Leyenda: (*) Género endémico (**) Especie endémica (***) Especies con subespecies endémicas (MI) Migratoria de
Invierno y (MV) Migratoria de verano.
En la tabla 4 se puede observar el endemismo de la ornitofauna del bosque semideciduo en la zona donde se realizaron
los estudios.
Tabla 4. Endemismo de la ornitofauna del bosque semideciduo mesólo en Monte Ramonal, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Taxón Cantidad %
Géneros 4 50,0%
Especies 7 33,3 %
Subespecies 16 22,8 %
Ornitocenosis a Cuba
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Tabla 5. Distribución de las aves por grupos trócos, municipio de Santo Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Diciembre Abril
Grupos trócos Especies No % No %
Granívoros 2 Torcaza Cabeciblanca
2 Paloma Rabiche
D Paloma Aliblanca
2 Tojosa
2 Tomeguín de la Tierra
D Boyero
D Azulejo
7 20,5 4 11,7
Insectívoros de follaje A Juan Chiví
D Rabuita
2 Candelita
2 Chillina
D Monjita
A Bijirita Azul de Garganta Negra
D Señorita de Monte
D Bijirita de garganta negra
A Bien Te Veo
6 17,6 5 14,7
Insectívoros frugívoros A Tocororo
D Zorzal gato
2 Chichinguaco
A Totí
A Solibio
2 5,9 4 11,7
Insectívoros de percha 2 Cartacuba
2 Pitirre Guatíbere
A Bobito grande
2 Bobito chico
3 8,8 4 11,7
Insectívoros de tronco 2 Carpintero Jabado
2 Carpintero verde
A Bijirita Trepadora
2 5,9 3 8,8
Depredadores 2 Arriero
D Sijú Platanero
D Gavilán de monte
3 8,8 1 2,9
Insectívoros de suelo 2 Zorzal Real 1 2,9 1 2,9
Granívoros frugívoros A Cabrero 0 0 1 2,9
Nectarívoros 2 Zunzún 1 2,9 1 2,9
Densidad
La tabla 6 muestra un total de 80 individuos/ha durante
el mes de diciembre y 79 individuos/ha en el mes de
abril, de ello se deduce que existe estabilidad en cuanto
al alimento como recurso en ambos meses. De las 34
especies identicadas, se reportan 27 en diciembre y 24
en abril. De ellas, las que inciden con mayor número de
individuos identicados durante el mes de diciembre
son: la Cartacuba, el Bobito Chico, el Tomeguín de la
Tierra y la Torcaza Cabeciblanca, ello indica que no
existe limitación en cuanto al alimento, entiéndase
granos e insectos. Durante el mes de abril las especies
más abundantes son: la Chillina, el Solibio y el Zunzún.
En todos los casos aumentan su presencia con relación
al mes de diciembre, lo que se debe a que el área objeto
de estudio constituye sitio de nidicación de la Chillina.
En ningún caso existe limitación del recurso alimento,
se concuerda con Cet al. (2015), que la época de
oración contribuye a la presencia de grandes cantidades
de insectos en el follaje de las plantas que constituyen
el nicho tróco de la Chillina. En el caso del zunzún su
período reproductivo es a inicios de la primavera marzo
– abril (González, 2002), estrechamente sincronizado
con la época de oración de muchas especies de plantas
y la disponibilidad de frutos asegura el incremento y
presencia del Solibio. Se deduce que la competencia
intraespecíca e interespecíca es de intensidad débil por
la disponibilidad de recursos.
Resulta importante destacar que en el caso de la Cartacuba
la presencia de la especie disminuye signicativamente
Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Armiñana-García et al.
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pues se encuentra en su época reproductora de marzo a
abril, donde la hembra deposita los huevos en túneles en
los barrancos de la tierra arcillosa, por lo que se encuentra
incubando sus huevos. Otro elemento a destacar es que
las especies migratorias de invierno regresan a su lugar
de origen, como las bijiritas, la Señorita de Monte, el
Pitirre Guatíbere, entre otras y las migratorias de verano
comienzan a llegar como el Bien-Te-Veo.
Tabla 6. Densidad (individuos/ha) de las aves en el bosque semideciduo de Monte Ramonal, municipio de Santo
Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
Especies Diciembre Abril
Gavilán de Monte 1 0
Paloma Rabiche 2 2
Paloma Aliblanca 5 0
Torcaza Cabeciblanca 8 1
Tojosa 3 2
Boyero 2 0
Arriero 3 2
Sijú Platanero 1 0
Zunzún 3 9
Tocororo 0 1
Cartacuba 9 2
Carpintero Jabado 2 7
Carpintero Verde 1 1
Bobito Chico 9 5
Bobito Grande 2 3
Pitirre Guatíbere 4 2
Zorzal Gato 3 0
Zorzal Real 1 2
Rabuita 1 0
Juan Chiví 0 1
Bien Te Veo 0 2
Monjita 1 0
Bijirita de Garganta Negra 2 0
Señorita de Monte 2 0
Chillina 1 11
Bijirita Trepadora 0 1
Bijirita Azul de Garganta Negra 0 1
Candelita 2 2
Cabrero 1 4
Chichinguaco 1 1
Solibio 0 10
Totí 0 5
Tomeguín de la Tierra 9 2
Azulejo 1 0
80 79
Ornitocenosis a Cuba
155
Similitud y disimilitud
Si se analiza el grado de semejanza obtenido en ambos
meses en el bosque semideciduo, la similitud fue de
66,6, muy similar obtenida por García (1986), en dos
formaciones vegetales de bosque semicaducifolio en
Girón en los meses de abril y mayo que fue de 65, es
inferior a la obtenida por Artiles & Pérez (1989), en
bosque de galería en el área protegida “Cubanacán” entre
abril y mayo que fue de 78.
El grado de similitud se ve inuenciado por la entrada
y salida de especies migratorias, el inicio de la época
reproductiva y la disponibilidad del recurso alimento.
Un aspecto que también puede resultar interesante
es conocer el grado de disimilitud que presenta la
ornitofauna para ambos meses, obteniéndose un 33,4%.
Diversidad
La diversidad de la biocenosis estudiada para el mes de
diciembre fue de 2,90 y para el mes de abril 2,75. Como se
puede constatar los índices son bastantes estables, aunque
ligeramente superior para el primer mes, dado esto por
un aumento de la riqueza o variedad de especies que
fue de 18,18, mientras que en el mes de abril estuvo en
16,66, estos similares resultados no se ven inuenciados y
por tanto no presentan grandes diferencias, aunque hubo
salida de especies migratorias, pues en el mes de abril se
reportan aun algunas bijiritas, no muy abundantes en
nuestro territorio.
Las diferencias entre estos valores se debe a la presencia
en Cuba de especies migratorias donde año tras año
se produce el movimiento de miles de individuos
de diferentes especies de sus áreas de reproducción
hasta donde pasan el invierno y viceversa, en busca de
condiciones favorables para su desarrollo y supervivencia.
Esta migración otoñal se produce de agosto a noviembre,
con mayor frecuencia en octubre (González et al., 1997),
y el retorno a los sitios de reproducción se efectúa entre
los meses de marzo a mayo.
Equitatividad
La equitatividad obtenida en el área de estudio fue de 2,02
y 1,86 respectivamente, aunque para el mes de diciembre
es algo superior, los resultados indican que la distribución
es bastante uniforme y estable en los dos meses y no debe
haber un predominio marcado, aunque este parámetro
no fue valorado por los investigadores.
A modo de conclusiones se puede plantear que en la zona
de estudio fueron detectados durante el mes de diciembre
y abril 34 especies de aves pertenecientes a 18 familias,
y 9 órdenes, donde el orden mejor representado fue
paseriformes con 10 familias y 21 especies. Del total de
aves reportadas, 4 géneros (50%) 7 especies (33,3%) y 16
subespecies (22,8%) son endémicas.
En la formación vegetal se distinguen en el mes de
diciembre 8 grupos trócos y 9 en el mes de abril. La
salida de especies migratorias, el inicio de la reproducción
y otros factores, no inciden en la densidad (ind/ha), pues
en ambos meses fue casi la misma 80 y 79 respectivamente.
El índice de similitud obtenido fue de 66,6, muy
similar al obtenido por otros investigadores para meses y
formaciones vegetales similares. Se obtuvo una diversidad
de 2,90 y 2,57, así como una equitatividad de 2,02 y
1,86, siendo ambos parámetros algo mayor en el mes de
diciembre que en abril.
Es conveniente destacar que en la zona de estudio
existen especies con valor cinegético y todas pertenecen
al orden Columbiformes, la Paloma Rabiche, la Torcaza
Cabeciblanca y la Paloma Aliblanca.
Entre las especies que se destacan por su función ecológica
se constató la presencia de dos especies de carpinteros, que
además de ser grandes consumidores de insectos, juegan un
importante papel en los ecosistemas pues son constructores
de casas, que son utilizadas por otras especies presentes en
la zona, como el Sijú Platanero y el Tocororo. También
para el ecosistema reviste gran importancia la presencia de
dos especies de bobitos, el Pitirre, las bijiritas, Juan Chiví y
Bien Te Veo, pues contribuyen en gran medida a disminuir
el tamaño de las poblaciones de insectos que habitan en el
lugar Varias especies de valor estético, tanto por sus bellos
colores, como su melodioso canto habitan en la formación
vegetal estudiada en “Monte Ramonal”, tales son los casos
del Zunzún, Tocororo, Cartacuba, Cabrero, Azulejo y
Tomeguín de la Tierra.
Es de destacar que de las 34 especies que se encuentran
presentes en el área de estudio, la Torcaza Cabeciblanca,
se encuentra dentro de las categorías y criterios de la
Lista Roja de la fauna cubana, en la categoría de Casi
Amenazado (NT), que es un taxón que ha sido evaluado
según los criterios y no satisface, actualmente, los criterios
para en Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable, pero
está próximo a satisfacer los criterios, o posiblemente los
satisfaga, en el futuro cercano. Sin embargo, González
et al. (2017), incluye esta especie en la categoría de
vulnerable (VU).
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La Torcaza Cabeciblanca tiene una coloración gris pizarra
con una corona blanca en la frente que la diferencia del
resto de las palomas (gura 3). Es la única, que durante
el período reproductivo, se concentra por cientos para
encontrar pareja y nidicar en colonias.
Figura 3. Torcaza Cabeciblanca en su nido municipio de
Santo Domingo, provincia Villa Clara, Cuba.
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