Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Vega-Hernández et al.
18
mayor porcentaje de resistencia a la tetraciclina
comparado con otros antimicrobianos probados. Otras
investigaciones indican mayor prevalencia de resistencia
a los betalactámicos (Zamora et al., 2006; Camacho et
al., 2010). La resistencia de los aislados frente a estos
antimicrobianos pudiera ser consecuencia del uso
continuado en nuestras condiciones de producción
sin previa investigación de antibiorresistencia y al
tratamiento de enteropatías leves donde no están
indicados según el Bayer (2008), precisamente por el
riesgo de generar resistencias.
En el caso de la tetraciclina, Salmonella puede limitar
su acumulación principalmente por bombas de eujo;
que son mecanismos activos especializados en expulsar
los antimicrobianos que logran penetrar la bacteria,
manteniéndolos así en concentraciones bajas en el
citoplasma (Roberts, 1996; CDC, 2014; Pantuzza et
al., 2018). En general, la resistencia a betalactámicos,
tetraciclina, cloranfenicol y trimetoprim-sulfametoxazol
está siendo reportada con frecuencia a escala mundial
(CDC, 2014; Russell et al., 2014; Kuang et al., 2015;
Pantuzza et al., 2018). En Cuba numerosos estudios
reportan un alto porcentaje de cepas de Salmonella spp.,
resistentes a ampicilina, cloranfenicol, ácido nalidíxico y
trimetoprim/sulfametoxazol en humanos y cerdos (Sabaté
& Prat, 2002; de la Fé-Rodríguez et al., 2012).
La mayoría de los géneros de enterobacterias son
naturalmente sensibles a Aminoglucósidos, por lo que la
escasa resistencia mostrada a neomicina y estreptomicina
pudiera deberse al mecanismo de inactivación enzimática
por mutaciones ocurridas producto de la frecuencia de
utilización en nuestras condiciones de producción ya
que según Wright (2010) y Navarro et al. (2011), este
mecanismo es el principal generador de resistencia a este
grupo de antimicrobianos. La aparición de Salmonella
resistente al ácido nalidíxico es una constante en casi
toda América y es una alerta porque estudios realizados
en Salmonella spp. han demostrado que la resistencia a
este antibiótico estaría indicando sensibilidad disminuida
frente a Fluoroquinolonas (Balbachán et al., 2004).
En estudios realizados en diferentes países de Europa, EE.
UU, China y México, se ha demostrado resistencia al ácido
nalidíxico en Salmonella, tanto en cepas de procedencia
humana, como de origen animal y alimentario (Cui et al.,
2009; CDC, 2014; Kuang et al., 2015; Ledmoń et al.,
2019). Igualmente, se han encontrado cepas resistentes
a cefalosporinas de tercera generación portadoras de
betalactamasas de amplio espectro (BLEA) (Harbarth &
Samore, 2005; CDC, 2014; Kuang et al., 2015; Pantuzza
et al., 2018), a lo cual debemos prestar especial atención
ya que pudieran estar implicadas en sensibilidades
intermedias a cefotaxima encontrada en el presente
estudio.
En el grupo B de Salmonella spp. se encontró la mayor
resistencia frente a ampicilina, trimetoprim, cloranfenicol,
amoxicilina/ácido clavulánico y compuestos de
sulfonamida, coincidiendo con Bermúdez et al. (2014),
quienes encontraron porcientos relativamente altos de
Salmonella grupo B resistentes a ampicilina, cloranfenicol
y trimetoprim, mientras que en el grupo C1 sólo se
encontró resistencia frente a ácido nalidíxico y el grupo
C2 fue 100% resistente a ampicilina y sulfonamida,
este hecho nos alerta sobre la inefectividad de estos dos
antimicrobianos en dicho grupo, coincidiendo con otros
autores al respecto (CDC, 2014; Pantuzza et al., 2018;
Abraham et al., 2019).
En los aislados a partir de ovinos se encontró la mayor
resistencia, seguido de los aislados a partir de cerdos que
mostraron un 60% de resistencia frente a ácido nalidíxico
y 40 % de resistencia frente a ampicilina, cloranfenicol,
estreptomicina, tetraciclina y amoxicilina/ácido
clavulánico, lo cual coincide con Nugoma et al. (1993)
para estreptomicina y tetraciclina, y con Bermúdez
et al. (2014) que reportaron resistencia del 41,94% a
ampicilina. Usera et al. (2002), hallaron aislados a partir
de cerdos considerablemente más resistentes que los de
otras especies. Según Pérez (2002), los aislados de cerdos
exhibieron resistencia común a ampicilina, estreptomicina
y tetraciclina, en nuestra investigación se obtuvieron
resultados similares. Sin embargo, Ibar et al. (2009),
realizaron un estudio en cerdos donde Salmonella fue
resistente a tetraciclina (25,8%), cloranfenicol (23,7%),
estreptomicina (23,7%), trimetoprim-sulfametoxazol
(21,5%), ampicilina (19,4%) y a ácido nalidíxico (3,2%)
mostrando resistencias inferiores a las encontradas
en nuestro reporte. Pulecio-Santos et al. (2015),
encontraron que el 93% de los aislados de Salmonella
mostraron resistencia a la tetraciclina, resultando ser el
antimicrobiano menos efectivo dentro de su estudio.
La resistencia observada puede deberse al mal empleo
o al uso irracional de antibióticos sin investigación
de antibiorresistencia en estas especies (Gong et al.,
2013; CDC, 2014; Russell et al., 2014). En cerdos
hay que destacar que Salmonella pertenece al grupo de
Enfermedades Rojas y es difícil diferenciar clínicamente
la enfermedad producida por ella de las producidas
por otros agentes etiológicos de dicho síndrome, por
lo que los tratamientos antimicrobianos se aplican sin
un diagnóstico conrmativo, sin previo aislamiento
bacteriológico del germen y la realización de pruebas de