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ISSN Versión impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697
Biotempo, 2020, 17(1), jan-jul.: 127-136.
ORIGINAL ARTICLE / ARTÍCULO ORIGINAL
OCCURRENCE OF GASTROINTESTINAL DISEASES IN NATIONAL AND
INTERNATIONAL TOURISTS BETWEEN 2014-2018, IN MAZATLAN,
SINALOA, MEXICO
OCURRENCIA D
E ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES EN TURISTAS
NACIONALES E INTERNACIONALES ENTRE 2014-2018, EN MAZATLAN,
SINALOA, MEXICO
Nancy Leyva-López1; Roberto Antonio Mendieta-Vega1; Jesús Santiago-Osuna2; Eduardo Zazueta-
Matías2 & Mayra I. Grano-Maldonado1,*
1 Universidad Autónoma de Occidente, Av. del Mar 1200, Flamingos, 82149, Mazatlán, Sinaloa, México.
2 Hospital la Marina, Mazatlán. Av. Carlos Canseco 6048, La Marina, 82103 Mazatlán, Sin.
*Corresponding author: mayra.grano@udo.mx
ABSTRACT
e objective of this study was to describe the occurrence of gastrointestinal diseases cases related to the practice of
gastronomic tourism in Mazatlán, Sinaloa, on the Mexican Paci c coast, in a 60 months period of analysis spanning
the years 2014-2018. A total of 39 patient clinical records in a health private institution as analysed, 32% are national
tourists and 68% international; 71% of the cases were female and 29% male. Of the cases reported in this work, the
patients with hypertension were the most vulnerable group. A total 84.6% of the patients were diagnosed with acute
infectious gastroenteritis, 5% gastroenterocolitis, 2.6% with intestinal amoebiasis, typhoid fever, rotavirus and food
poisoning, respectively. Regarding signs and symptoms, 100% had diarrhoea, 33% dehydration, 41% nausea, 37.5%
vomiting, 46% abdominal pain, 20% presented fever. In the coproparasitological examinations, 33.3% had Entamoeba
histolytica (Schaudinn, 1903), Salmonella typhi (Salmon, 1885) (2.6%), bacteria (20.0%), Clostridium di cile (Hall &
O’Toole, 1935). (6.6%), Endolimax nana (Wenyon & O’Connor, 1917) (3.3%) and Entamoeba coli (Echerich, 1885)
(3.3%).  e results indicate that E. histolytica is the most frequent pathogen in the diagnosis of gastrointestinal disease
due to seafood consumption in Mazatlán, Sinaloa on the Mexican Paci c coast. It is concluded that; a) gastrointestinal
diseases are a public health problem; b) e ective regulations must be adopted to prevent infection; c) people should
desist from consuming raw or undercooked shell sh in places with poor hygiene; d) the absence of anthropometric data
collection limits the analysis of the nutritional status of the population, and e) describes the implications for the tourism
sector and public health in Mazatlán, Sinaloa, a coastline society with great regional and gastronomic identity.
Keywords: Diarrhoea – Gastrointestinal Diseases – Gastronomy – Mexico – Nutrition – Tourism – Travel
Biotempo (Lima)
doi:10.31381/biotempo.v17i1.3059
Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Leyva-López et al.
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RESUMEN
El presente estudio tuvo por objetivo describir la ocurrencia de casos de enfermedades gastrointestinales, relacionadas
a la práctica del turismo gastronómico en el puerto de Mazatlán, Sinaloa, en las costas del Pacíco mexicano, en un
periodo de análisis de 60 meses, 2014-2018. De un total de 39 expedientes clínicos (39 pacientes) de una institución
de salud privada, el 32% son turistas nacionales y el 68% internacionales. El 71% de los casos femeninos y 29%
masculinos. Los pacientes con hipertensión arterial fueron el grupo más vulnerable. El 84.6% de los pacientes fueron
diagnosticados con gastroenteritis aguda infecciosa, 5% gastroentero-colitis, 2,6 % con amebiasis intestinal, ebre
tifoidea, rotavirus e intoxicaciones alimentarias, respectivamente. En cuanto a los signos y síntomas, el 100% presenta
diarrea, 33% deshidratación, 41% nausea, 37.5% vómito, 46% dolor abdominal, 20% presentó ebre. En los exámenes
coproparasitológicos se encontró que el 33,3% tenía Entamoeba histolytica (Schaudinn, 1903), Salmonella typhi (Salmon,
1885) (2,6%), bacterias (20,0%), Closstridium dicile (Hall & O’Toole,1935) (6,6%), Endolimax nana (Wenyon &
O’Connor, 1917), (3,3%) y Entamoeba coli (Echerich, 1885) (3,3%). Los resultados nos indican que E. histolytica es el
agente patógeno más frecuente en los diagnósticos de enfermedad gastrointestinal por consumo de marisco en Mazatlán,
Sinaloa en las costas del Pacíco mexicano. Se concluye que; a) las enfermedades gastrointestinales constituyen un
problema de salud pública; b) se deben adoptar regulaciones efectivas para prevenir la infección; c) las personas deben
abstenerse de consumir mariscos crudos o poco cocidos en lugares de poca higiene; d) la ausencia de la recopilación de
datos antropométricos limitan el análisis del estado nutricional de la población, y e) se describen de las implicaciones
para el sector turístico y la salud pública en Mazatlán, Sinaloa, por ser una sociedad costera con gran regionalización e
identidad gastronómica.
Palabras clave: Diarrea – Enfermedades Gastrointestinales – Gastronomía – México – Nutrición – Turismo – Viajes
INTRODUCCIÓN
En México, la agenda del desarrollo económico vinculada
a las actividades turísticas tiene en las deniciones del
patrimonio cultural e histórico, uno de los segmentos
novedosos para las empresas posmodernas en su
búsqueda de generar plusvalía al convertir en “productos
turísticos” las prácticas culturales y las identidades
de las comunidades humanas (Grano-Maldonado &
Mendieta-Vega, 2019). En este sentido, el consumo
de alimentos como el ceviche y mariscos crudos están
considerados como “patrimonios gastronómicos con gran
valorización turística”. Estos alimentos locales podrían
estar relacionados con la transmisión de infecciones
bacterianas y parasitarias intestinales entre los turistas,
locales y visitantes que los consumen (Greenwood et al.,
2008; Steen et al., 2015; Vilkman et al., 2016; Grano-
Maldonado et al., 2019).
Cada año muchos turistas se desplazan desde los países
denominados “desarrollados” a los países “en desarrollo
los cuales están localizados en su mayoría en los trópicos
y subtrópicos, de acuerdo con la Organización Mundial
del Turismo (OMT, 2018). México está ubicado en la
zona neotropical y este ambiente apoya una biodiversidad
única que atrae vastas actividades turísticas (Garrod et al.,
2018). En México, el turismo en el año 2017 fue de 235
mill de personas de acuerdo con datos publicados con
DATATUR (2018).
El Estado de Sinaloa recibió un total de 3,555.811
turistas, de los cuales el 69,44% visitó Mazatlán
considerado como el primer lugar de los destinos por
su ubicación privilegiada en el noroeste de la costa del
Pacíco Mexicano, uno de los destinos turísticos de sol
y playa más importantes de México (Nava & Ibarra,
2010; SECTUR, 2014). En Mazatlán, un atractivo
distinguido que une al turismo nacional e internacional
es la gastronomía local, que vincula la costumbre de
las cocinas regionales costeras, como es: el consumo
de mariscos crudos como el aguachile (camarón crudo
aliñado con limón, sal, pimienta y chile serrano) y como
es el ceviche de pescado (carne de pescado crudo aliñado
con limón, sal, pimienta y algunos vegetales) (Grano-
Maldonado & Mendieta-Vega, 2019). En este contexto,
las actividades gastronómicas regionales de comida típica,
es donde los turistas están en riesgo de contraer una
variedad de enfermedades endémicas infecciosas (DuPont
& Khan, 1994; Greenwood et al., 2008; Hernández et
al., 2010; Steen et al., 2015; Vilkman et al., 2016).
Entre los factores etiológicos de estas enfermedades, se
descubrió que las bacterias son las más comunes, pero los
Gastrointestinal diseases in tourists in Sinaloa, Mexico
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virus y los parásitos también pueden ser responsables de
las infecciones gastrointestinales (Fedor et al., 2019).
El presente trabajo contribuye desde una perspectiva de
investigación interdisciplinaria en aportar información
estadística epidemiológica, sobre enfermedades
gastrointestinales causada por consumo de mariscos
crudos y compararla con los datos generales de las
instituciones de salud en Mazatlán, Sinaloa, así como
su vinculación particular con la actividad turística y las
identidades alimentarias regionales. La población sujeta a
estudio fueron pacientes con enfermedad gastrointestinal
ocasionada por el consumo de algún tipo de alimento crudo
como ceviche o mariscos. En la temporada vacacional de
Semana Santa, el turismo nacional y regional abarrota el
puerto de Mazatlán siendo un momento del año donde
el consumo de los alimentos y platillos tradicionales
como el ceviche de sierra, el aguachile de camarón o los
moluscos crudos como ostiones, es actividad obligada
de los visitantes tanto en espacios de playa, como en
locales y restaurantes de la ciudad (Comm. Pers. Roberto
Mendieta). Un estudio empirista-descriptivo de Flores &
Andrew (2013), nos muestra algunos datos respecto al
perl del turista y gasto en el consumo de alimentos que
se consumen en este periodo de alta auencia turística.
Sin embargo, al ncar su preocupación ante la compleja
identidad alimentaria regional, sólo como una parte de la
oferta turística” del “turista gastronómico” o del “turismo
cultural”, se ignoran aspectos como la relación que
conlleva todo proceso alimentario con la salud y nutrición
humana, así como la región cultural que lo sustenta:
“La gastronomía, sea del nivel que sea, no pue-
de disociarse de su entorno. De la adecuada
utilización de estos productos generados y de la
riqueza natural que la tierra ofrezca a cada región
emanará una gastronomía rica en variedad, origi-
nalidad y nutrientes (…) La comida regional pue-
de ser la idónea para fortalecer la economía fami-
liar, además de mantener la salud y una adecuada
calidad de vida para sus habitantes. Partiendo de
esta calidad de alimentos regionales se podría ha-
blar ya de una gastronomía genuina (…) Al turis-
ta que busca obtener experiencias nuevas y vivir
sensaciones, se le debe permitir hacerlo a través de
los platillos que degusta en cada destino turístico,
pero desafortunadamente viaja con un temor y
una predisposición negativa a la falta de higiene,
y a los ingredientes que conforman cada platillo.
Si a cada zona se le da especial cuidado en el tra-
tado de sus productos alimenticios, y el manejo
aplicado de éstos es el adecuado, se podrá ofrecer a
ese viajero hambriento de experiencias nuevas una
excelente alternativa que fortalezca la experiencia
global del viaje que ha realizado” (Pérez & Cisne-
ros, 2012: 116).
En investigaciones sobre la cultura gastronómica regional
desarrolladas en los últimos años, se destaca la relevancia
de los recursos marítimos, la creatividad y sencillez de la
gastronomía regional del sur de Sinaloa, para posicionarse
como una de las más signicativas de las zonas costeras
turistas de México al ser sociedades que ncan gran parte
de su identidad alimentaria actual en el consumo del ca-
marón, pescados y diversos moluscos (Grano-Maldonado
& Mendieta-Vega, 2019). Estas características llevaron
a la postulación realizada por el Gobierno de Sinaloa y
el Municipio de Mazatlán, a participar en el año 2019
en la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO en la
categoría de Gastronomía, ante lo cual expresa Santama-
ría; “Es lo que se pretende demostrar, que hay una gran
calidad en la gastronomía, a pesar de que algunos plati-
llos no son muy elaborados, pero tienen sabores sorpren-
dentes, como el aguachile, que es un sabor muy local”
(PN, 2019) . En la población mexicana, Hernández et
al. (2011) describen que las enfermedades gastrointesti-
nales causadas por agentes patógenos como virus, pará-
sitos y bacterias, afectan principalmente a la población
infantil, y su relación con la clase social de los pacientes.
Al respecto, los Centros de Control y Prevención de En-
fermedades (CDC) en Estados Unidos, estiman que más
de 2 billones de personas en el mundo presentan alguna
enfermedad gastrointestinal causada por algún parásito,
primordialmente en países en vías de desarrollo, o comu-
nidades vulnerables (OMS, 2019; CDC, 2019ab).
Los estudios turísticos enfocados a los grupos de viajeros
que visitan los llamados “destinos tropicales” como Amé-
rica Latina y África, han encontrado que aproximada-
mente la mitad de los turistas desarrollan diarrea durante
su estancia en el extranjero (Black, 1986; Lääveri et al.,
2018), la diarrea del viajero es la enfermedad más común
entre los turistas y los síntomas aparecen con regularidad
en la primera semana del viaje y el 10% de los turistas
pueden alargar su sintomatología más de una semana (Fe-
dor et al., 2019). Esta diarrea del viajero está asociada a las
deciencias en los hábitos de higiene entre sus habitantes
y a la presencia de parásitos intestinales (Jelinek et al.,
1997; Iannacone et al., 2006; Devera et al., 2006; Leder
et al., 2006; Kulik et al., 2008; Greenwood et al., 2008;
Grano-Maldonado, 2019). Las enfermedades gastrointes-
tinales causadas por enteroparásitos se consideran una de
las infecciones más comunes y han sido reportadas en va-
rios países con gran auencia turística como: Argentina,
Brasil, India, Malasia, México, Venezuela (Farook et al.,
2002; Morales et al., 2003; Devera et al., 2006; Travie-
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zo et al., 2006; Abdulsalam et al., 2012; Nascimento &
Moitinho, 2005; Gamboa et al., 2003; Leder et al., 2006;
Grano-Maldonado & Mendieta-Vega, 2019; Grano-Mal-
donado, 2019). El objetivo de este trabajo es describir los
casos de enfermedades gastrointestinales, relacionadas a la
práctica del turismo gastronómico en turistas nacionales e
internacionales en las costas del Pacíco mexicano, en un
periodo de análisis de 60 meses (2014-2018) en el puerto
de Mazatlán, Sinaloa. Esta investigación es signicativa
porque proporciona una base de evidencia para el avance
en la comprensión en la salud pública del manejo de en-
fermedades gastrointestinales en zonas turísticas y aborda
un panorama para futuras investigaciones.
MATERIAL Y MÉTODOS
Los datos que se presentan provienen de; i) expedientes
médicos de un hospital privado en la ciudad Mazatlán,
Sinaloa (Figura 1). La población de estudio fueron 39
RESULTADOS
Los resultados indican que la gastroenteritis aguda
infecciosa (GEPI) fue el diagnóstico más común entre
los hospitalizados (84,6%). La mayoría de los pacientes
que se atienden en estas instituciones son turistas
casos de pacientes con enfermedad gastrointestinal oca-
sionada por el consumo de algún tipo de marisco durante
actividades turísticas en Mazatlán, Sinaloa del 2014 has-
ta 2019. Asimismo, ii) una revisión bibliográca en bases
de bibliográca electrónica utilizando varias palabras clave
(bacterias, salud humana, nutrición humana, gastroenteri-
tis, gastronomía), así como búsquedas en importantes bases
de datos: Web of Knowledge, Scopus, Google y blogs cien-
tícos, de divulgación y socioculturales; por último, iii) se
realizaron búsquedas de los informes de infección humana
con enfermedades o parasitosis transmitidas en un hospital
privado y se identicaron un gran número de casos repor-
tados debido a actividades turísticas alimentarias.
Aspectos éticos
Se explicó el objetivo del estudio a la Secretaria de Turismo
Regional y a las autoridades administrativas del hospital y se
obtuvo un consentimiento para acceder únicamente
datos
para este trabajo.
Figura 1. Localización de la Ciudad turística de Mazatlán, Sinaloa en las costas
del Pacíco Mexicano.
internacionales 68% (27 casos), las mujeres (72%)
son más propensas a padecer GEPI. En la institución
de estudio se presentaron casos de enfermedades
gastrointestinales ocasionadas por consumo de mariscos
siendo hasta la actualidad, el año 2015 con más número
de turistas hospitalizados por esta patología. En los casos
Gastrointestinal diseases in tourists in Sinaloa, Mexico
131
reportados en este trabajo, los casos de pacientes con
hipertensión arterial fueron el grupo más vulnerable para
enfermarse (Figura 2). Entamoeba histolytica (Schaudinn,
1903) resultó ser el agente patógeno más frecuente en los
diagnósticos de enfermedad gastrointestinal por consumo
de marisco en Mazatlán (Figura 3). El diagnóstico del 5%
fue gastroenterocolitis, 2,6 % con amebiasis intestinal,
ebre tifoidea, rotavirus e intoxicaciones alimentarias,
respectivamente (Figura 3). En cuanto a los signos y
síntomas, el 100% presenta diarrea, 33% deshidratación,
41% nausea, 37,5% vómito, 46% dolor abdominal, 20%
presentó ebre. En los exámenes coproparasitológicos se
encontró que el 33,3% tenía E. histolytica, Salmonella typhi
(Salmon, 1885) (2,6%), bacterias (20,0%), Closstridium
dicile (Hall & O’Toole,1935) (6,6%), Endolimax nana
(Wenyon & O’Connor 1917) (3,3%), y Entamoeba coli
(Echerich, 1885) (3,3%) (Figura 3).
Figura 3. (a) Entamoeba histolytica es el agente patógeno más frecuente en los diagnósticos de enfermedad
gastrointestinal por consumo de marisco en Mazatlán. (b) La gastroenteritis aguda infecciosa (GEPI) fue el
diagnóstico más común entre los hospitalizados (84.6%)
Figura 2. (a) El año del 2015 fue el periodo donde se registraron más turistas con enfermedades
gastrointestinales en Mazatlán, Sinaloa por consumo de mariscos, de acuerdo a los datos obtenidos en la
institución de salud privada. (b) El grupo de personas con antecedentes de diabetes o hipertensión arterial estuvo
más predispuesto a enfermarse durante actividades turísticas gastronómicas.
DISCUSIÓN
En el mundo, las enfermedades gastrointestinales junto
con la infección por Escherichia coli (Esherich 1885)
enferman 582 millones personas, y mueren 350 mil cada
año. Esto se debe a la ingesta de alimentos insalubres
como mariscos crudos y mal cocinados, frutas y hortalizas
contaminados (OMS, 2019). Según las estadísticas
nacionales, en México existen una ocurrencia nacional
de 5 millones 771 mil 681 personas con infecciones
intestinales por organismos y mal denidas, según datos
de la Secretaria de Salud y su incidencia más alta se dan
en el grupo de edad de 25 a 44 años de edad (SUIVE,
2017). Existen pocas investigaciones realizadas sobre
el impacto del consumo de mariscos y la incidencia
de las enfermedades gastrointestinales en turistas en
Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Leyva-López et al.
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los primeros casos fueron reportados en Perú en 1996,
encontrando el Vibrio en pescados y mariscos marinados
con jugo de limón, en un platillo popular de la región
llamado “Ceviche”; con 424 casos del 1993 al 2007, Chile
reportó más de 16.000 casos de gastroenteritis asociada a
mariscos de 1998 al 2013. En los Estados Unidos, se
reportó casos de gastroenteritis en turistas de 3 cruceros
que consumieron de 1 a 3 ostiones en julio 2004, la
prevalencia de gastroenteritis 1973 al 2012 fue de 6.159
por el consumo de mariscos y pescado contaminado. Brasil
detectó en 1989 al 2002 solo 39 casos de gastroenteritis
por consumo de mariscos. Canadá reportó más de 200
casos de individuos con enfermedad gastrointestinal por
consumo de marisco, y Panamá reportó solo un caso de
gastroenteritis por consumo de camarón contaminado
(Velázquez et al., 2014).
En México, son insucientes los datos epidemiológicos en
relación a la proporción de personas que presentan cuadros
patológicos derivados de enfermedades trasmitidas por
alimento (ETA), en especial por el consumo de mariscos.
Por su parte, en el Anuario de Morbilidad Nacional se
identican los casos de algunas enfermedades asociadas
con las ETAs provocadas por alimentos contaminados y
mariscos, como lo son: infecciones intestinales (12,04%),
por otros microorganismos, amebiasis intestinal (0,45%)
y helmintiasis (0,29%), donde las infecciones intestinales
ocupan el segundo lugar de las 20 principales causas
de enfermedad nacional para el 2018 (SUIVE et al.,
2019). A medida que los destinos exóticos son cada vez
más populares entre los turistas, los médicos atienden
pacientes que se presentan con un problema de salud
relacionado con el viaje que persiste o se desarrolla al
regresar al país de origen (Fedor et al., 2019).
Las enfermedades gastrointestinales trasmitidas por
alimentos, son uno de los principales problemas de salud
del turista y de mayor impacto en la economía local (Ruiz,
1994), se calcula que de un 30 al 50% de turistas a nivel
mundial llegan a padecer diarreas, según el área visitada
(Vila et al., 2016). Las personas que son más vulnerables a
padecerlas son quienes viajan a países en vías de desarrollo
y consumen mariscos crudos o pocos cocidos. De
diciembre del 2018 al 22 de mayo del 2019, se documentó
un brote de enfermedades gastrointestinales vinculado a
ostras crudas recogidas en el Estero El Cardón, en Baja
California Sur, que fueron distribuidas en Estados Unidos
en los estados California, Nevada, Nueva York y Arizona,
registrando 16 personas que padecieron enfermedades
gastrointestinales infectadas con múltiples patógenos
causantes, como V. parahaemolyticus, Shigella exneri
(Shiga, 1898), STEC no O157, Vibrio albensis Pacini,
1854, Campylobacter lari Skirrow & Benjamin, 1980 por
Mazatlán, Sinaloa. Recientemente, Grano-Maldonado &
Mendieta-Vega (2019) realizaron una revisión sobre las
implicaciones de algunos vectores causantes de parasitosis
durante por turismo gastronómico en la localidad.
Sin embargo, Grano-Maldonado (2019) evaluó la
experiencia de turistas nacionales e internacionales con
enfermedades gastrointestinales, y analizó por medio de
análisis clínicos la relación con el estado inmunológico
de estos turistas que enfermaron por sus experiencias
gastronómicas en las costas de Mazatlán, Sinaloa. México.
El conocimiento de los patógenos a nivel regional
ayudará en el desarrollo de estrategias de prevención y
control adecuadamente dirigidas, identicar los espacios
donde se requiere apoyo para el diagnóstico, tratamiento
y control de estas enfermedades nivel regional. Leder
et al. (2006) y Fletcher et al. (2013) mencionan que
se requiere una visión general de las enfermedades
gastrointestinales para conocer las tasas de detección
de patógenos asociadas a casos en países desarrollados
y regiones en desarrollo con énfasis en los factores de
riesgo, estimación de la detección de patógenos entéricos
en base a estudios en todo el mundo, sobre todo después
de viajes turísticos recreativos, visitar familiares o amigos.
Existen investigaciones sobre brotes de enfermedades que
se han dado en diferentes regiones del mundo, abarcando
a la población en general en un periodo determinado
de tiempo. Romalde et al. (2017) analiza la prevalencia
de diversos virus entéricos en mariscos contaminados
de la región de Galicia, España. Los autores evaluaron
el impacto a la salud de enfermedades gastrointestinales
y observaron los cambios epidemiológicos ocurridos
durante las últimas dos décadas en la población. Otro
estudio realizado en España por Bellido (2007), recolecta
información sobre la epidemiología de las gastroenteritis
agudas víricas, donde se explica los brotes de enfermedades
gastrointestinales ocasionada por los diferentes virus:
Rotavirus, Norovirus y Sapovoris, Astrovirus, Adenovirus,
Torovirus y Coronavirus, así como sus características
epidemiológicas, mecanismo de transmisión, periodo de
incubación, la susceptibilidad al individuo y las medidas
de prevención y control, estos principalmente, en Europa
y EEUA con 2, 751 brotes alimentarios noticados a la
CDC, entre el periodo 1993 y 1997 en espacios públicos
(Bellido, 2007).
En Latinoamérica, los estudios que existen acerca de
enfermedades gastrointestinales en turistas son pocos.
No obstante, existe diversas investigaciones que indican
el brote de enfermedades gastrointestinales por todo el
continente americano, como indica un estudio reciente
de Velázquez et al. (2014) que menciona la pandemia de
Vibrio parahaemolyticus Pacini, 1854 03:K6 responsable
de la enfermedad de gastroenteritis en los afectados,
Gastrointestinal diseases in tourists in Sinaloa, Mexico
133
y norovirus de genogrupo 1. Las edades de los afectados
varían desde los 26 hasta los 80, el 67% hombres, y se
noticaron 2 hospitalizaciones, datos obtenidos del
informe de Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC), implementando la estrategia de
sacar del mercado todo el producto contaminado, como
resultado, el 8 de julio del 2019 la CDC anunció el cese
del brote (CDC, 2019a).
En Sinaloa, México, el primer brote de gastroenteritis
por consumo de mariscos contaminados ocurrió en el
sur del estado a nales de 2004, ocasionados por una
cepa pandémica de Vibrio parahaemolyticus 03:K6, un
total de 1,225 pacientes de hospitales de Mazatlán y el
Rosario, informaron haber consumido camarones crudos
o poco cocidos provenientes de la laguna de Huizache
y el Caimanero (Cabanillas et al., 2006). El inicio de
una temporada turística representa para las autoridades
sanitarias un aumento de los servicios de salud, debido a
que aumenta la atención de un gran número de visitantes
con perl epidemiológico como cuadros de diarreas e
intoxicaciones por alimentos y bebidas contaminadas,
estos ocasionados principalmente por diversos factores
ambientales que inuyen de manera crítica como la falta
de condiciones higiénicas en los alimentos y el agua. Así,
también el daño ecológico causado por la contaminación
principalmente de playas y litorales inuyendo
negativamente en la salud del turista (Ruiz, 1994). El
modo de transmisión recurrente de estos organismos
patógenos causantes de diarrea es la vía fecal-oral, y se
transmite fundamentalmente por el agua contaminada
y los alimentos crudos (Flores, et al., 2013), de acuerdo
con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019),
esta patogenicidad se produce con la ingestión de quistes
maduros que conducen a la lisis del epitelio intestinal y
secreción de toxinas diarreogénicas (Graczyk et al., 2005;
Abdulsalam et al., 2012). En la revisión elaborada por
Fedor et al. (2019), mencionan que los turistas que
regresan de sus viajes, el 60% desarrollará diarrea y el 8%
restante buscará ayuda médica durante o poco después del
viaje, principalmente en zonas subtropicales (Greenwood
et al., 2008; Leder et al., 2016; Lääveri et al., 2018). Esta
información lleva a considerar la relevancia del presente
estudio en la salud de la población turística y local, ya
que se ha vinculado la incidencia de gastroenteritis en los
periodos vacacionales donde los turísticas preeren comer
en los restaurantes improvisados a pie de playa (Grano-
Maldonado & Mendieta-Vega, 2019; Grano-Maldonado,
2019). Considerar que los países desarrollados deben
apoyar a las regiones en desarrollo para que implementen
programas efectivos para la prevención y el control de las
infecciones gastrointestinales en benecio de los viajeros
(Fletcher et al., 2013). El inicio de una temporada
turística representa para las autoridades sanitarias un
aumento de los servicios de salud, debido a que aumenta
la atención de un gran número de visitantes con perl
epidemiológico como cuadros de diarreas e intoxicaciones
por alimentos y bebidas contaminadas, estos ocasionados
principalmente por diversos factores ambientales que
inuyen de manera crítica como la falta de condiciones
higiénicas en los alimentos y el agua. Así, también el daño
ecológico causado por la contaminación principalmente
de playas y litorales inuyendo negativamente en la
salud del turista (Ruiz, 1994). El interés de desarrollar
esta investigación es debido a que no existen artículos
cientícos y estadísticos internacionales, nacionales y
estatales, que determine las enfermedades infecciosas
a las que se enfrenta el turista nacional e internacional
cuando llega al puerto de Mazatlán por consumo de
alimentos contaminados. Se consideraron 60 meses
de estudio, ya que el acceso a la información en las
instituciones de salud pública fue negado, debido a esto,
el presente trabajo se enfocó en las instituciones de salud
privadas. En la revisión bibliográca solo existen datos
estadísticos de infecciones gastrointestinales por otros
organismos de la población en general atendida en los
centros de salud de todo México, clasicándolo por
grupo de edad y estado. Sin embargo, no hace referencia
a la población turística, siendo importante generar datos
de esta población en especíco. Por lo tanto, el presente
trabajo tiene gran relevancia al mostrar el efecto de las
enfermedades gastrointestinales en destinos turísticos
(Hernández et al., 2011), ya que constituye un riesgo para
toda la industria turística, debido a que el incremento
del turismo en una ciudad demanda servicios de salud,
por cuadro de intoxicación por alimentos o bebidas
contaminados, accidentes, violencia, robos, adicciones
y las enfermedades propias del turista (Ruiz, 1994;
Freedman et al., 2006; Flores et al., 2013).
Esta investigación realizada en una institución privada en
Mazatlán busca contribuir a la generación de información
estadística de la enfermedad gastrointestinal, causada por
consumo de marisco y contrastarla con los datos generales
de las instituciones de salud con utilidad metodológica, ya
que podrían desarrollarse futuras investigaciones en salud
e inocuidad alimentaria en el puerto así como análisis
y evaluación de los programas que se implementan
actualmente para protección contra riesgos sanitarios y
tener evidencia cientíca que respalde la implementación
de nuevas estrategias de vigilancia y supervisión a
restaurantes y establecimientos que ofrecen alimentos a
los turistas. Pero sobre todo, resaltar la importancia de
generar una hoja de toma de datos nacional precisa, y así
Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Leyva-López et al.
134
generar una base de datos conable y robusta que arroje el
verídico estado nutricional de los pacientes que ingresan
a estas clínicas con cuadros de diarreas causadas por
consumo de mariscos durante las actividades turísticas.
AGRADECIMIENTOS
Este artículo forma parte de la investigación de tesis de
posgrado de la primera autora. Se agradece a La Secretaría
de Turismo por otorgar la carta para la realización de este
trabajo y facilitar el acceso a la información y datos de
los hospitales. Al Director del hospital, Jesús Santiago y
Eduardo Zazueta y al personal administrativo del archivo
del Hospital la Marina por su ayuda en el acceso a la
información.
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