Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Leyva-López et al.
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los primeros casos fueron reportados en Perú en 1996,
encontrando el Vibrio en pescados y mariscos marinados
con jugo de limón, en un platillo popular de la región
llamado “Ceviche”; con 424 casos del 1993 al 2007, Chile
reportó más de 16.000 casos de gastroenteritis asociada a
mariscos de 1998 al 2013. En los Estados Unidos, se
reportó casos de gastroenteritis en turistas de 3 cruceros
que consumieron de 1 a 3 ostiones en julio 2004, la
prevalencia de gastroenteritis 1973 al 2012 fue de 6.159
por el consumo de mariscos y pescado contaminado. Brasil
detectó en 1989 al 2002 solo 39 casos de gastroenteritis
por consumo de mariscos. Canadá reportó más de 200
casos de individuos con enfermedad gastrointestinal por
consumo de marisco, y Panamá reportó solo un caso de
gastroenteritis por consumo de camarón contaminado
(Velázquez et al., 2014).
En México, son insucientes los datos epidemiológicos en
relación a la proporción de personas que presentan cuadros
patológicos derivados de enfermedades trasmitidas por
alimento (ETA), en especial por el consumo de mariscos.
Por su parte, en el Anuario de Morbilidad Nacional se
identican los casos de algunas enfermedades asociadas
con las ETAs provocadas por alimentos contaminados y
mariscos, como lo son: infecciones intestinales (12,04%),
por otros microorganismos, amebiasis intestinal (0,45%)
y helmintiasis (0,29%), donde las infecciones intestinales
ocupan el segundo lugar de las 20 principales causas
de enfermedad nacional para el 2018 (SUIVE et al.,
2019). A medida que los destinos exóticos son cada vez
más populares entre los turistas, los médicos atienden
pacientes que se presentan con un problema de salud
relacionado con el viaje que persiste o se desarrolla al
regresar al país de origen (Fedor et al., 2019).
Las enfermedades gastrointestinales trasmitidas por
alimentos, son uno de los principales problemas de salud
del turista y de mayor impacto en la economía local (Ruiz,
1994), se calcula que de un 30 al 50% de turistas a nivel
mundial llegan a padecer diarreas, según el área visitada
(Vila et al., 2016). Las personas que son más vulnerables a
padecerlas son quienes viajan a países en vías de desarrollo
y consumen mariscos crudos o pocos cocidos. De
diciembre del 2018 al 22 de mayo del 2019, se documentó
un brote de enfermedades gastrointestinales vinculado a
ostras crudas recogidas en el Estero El Cardón, en Baja
California Sur, que fueron distribuidas en Estados Unidos
en los estados California, Nevada, Nueva York y Arizona,
registrando 16 personas que padecieron enfermedades
gastrointestinales infectadas con múltiples patógenos
causantes, como V. parahaemolyticus, Shigella exneri
(Shiga, 1898), STEC no O157, Vibrio albensis Pacini,
1854, Campylobacter lari Skirrow & Benjamin, 1980 por
Mazatlán, Sinaloa. Recientemente, Grano-Maldonado &
Mendieta-Vega (2019) realizaron una revisión sobre las
implicaciones de algunos vectores causantes de parasitosis
durante por turismo gastronómico en la localidad.
Sin embargo, Grano-Maldonado (2019) evaluó la
experiencia de turistas nacionales e internacionales con
enfermedades gastrointestinales, y analizó por medio de
análisis clínicos la relación con el estado inmunológico
de estos turistas que enfermaron por sus experiencias
gastronómicas en las costas de Mazatlán, Sinaloa. México.
El conocimiento de los patógenos a nivel regional
ayudará en el desarrollo de estrategias de prevención y
control adecuadamente dirigidas, identicar los espacios
donde se requiere apoyo para el diagnóstico, tratamiento
y control de estas enfermedades nivel regional. Leder
et al. (2006) y Fletcher et al. (2013) mencionan que
se requiere una visión general de las enfermedades
gastrointestinales para conocer las tasas de detección
de patógenos asociadas a casos en países desarrollados
y regiones en desarrollo con énfasis en los factores de
riesgo, estimación de la detección de patógenos entéricos
en base a estudios en todo el mundo, sobre todo después
de viajes turísticos recreativos, visitar familiares o amigos.
Existen investigaciones sobre brotes de enfermedades que
se han dado en diferentes regiones del mundo, abarcando
a la población en general en un periodo determinado
de tiempo. Romalde et al. (2017) analiza la prevalencia
de diversos virus entéricos en mariscos contaminados
de la región de Galicia, España. Los autores evaluaron
el impacto a la salud de enfermedades gastrointestinales
y observaron los cambios epidemiológicos ocurridos
durante las últimas dos décadas en la población. Otro
estudio realizado en España por Bellido (2007), recolecta
información sobre la epidemiología de las gastroenteritis
agudas víricas, donde se explica los brotes de enfermedades
gastrointestinales ocasionada por los diferentes virus:
Rotavirus, Norovirus y Sapovoris, Astrovirus, Adenovirus,
Torovirus y Coronavirus, así como sus características
epidemiológicas, mecanismo de transmisión, periodo de
incubación, la susceptibilidad al individuo y las medidas
de prevención y control, estos principalmente, en Europa
y EEUA con 2, 751 brotes alimentarios noticados a la
CDC, entre el periodo 1993 y 1997 en espacios públicos
(Bellido, 2007).
En Latinoamérica, los estudios que existen acerca de
enfermedades gastrointestinales en turistas son pocos.
No obstante, existe diversas investigaciones que indican
el brote de enfermedades gastrointestinales por todo el
continente americano, como indica un estudio reciente
de Velázquez et al. (2014) que menciona la pandemia de
Vibrio parahaemolyticus Pacini, 1854 03:K6 responsable
de la enfermedad de gastroenteritis en los afectados,