Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Herrera-Perez
338
humanos inhalamos, ingresamos aire a nuestros
p
ulmones, el cual está compuesto de diferentes gases,
siendo el oxígeno, uno de los más representativos. El
oxígeno es conducido mediante las vías respiratorias
hacia el pulmón dirigiéndose hasta los alvéolos, donde
por difusión (alvéolo-capilar) ingresa al torrente
sanguíneo mediante los capilares, siendo intercambiado
por el dióxido de carbono liberado en la expiración.
El oxígeno ingresado al torrente sanguíneo, se dirige
mediante la vena pulmonar al corazón, para nuevamente
salir y dirigirse a los demás órganos de nuestro cuerpo y
así suministrar oxígeno para cumplir nuestras diferentes
funciones. Entonces, cuando el virus ingresa por la vía
respiratoria se aloja en los alvéolos de los pulmones, es
ahí cuando nuestro sistema inmunitario innato actúa
rápidamente iniciando el proceso de reconocimiento
celular mediante receptores especícos, reconociendo a
los agentes externos como cuerpo extraño, e iniciando
el mecanismo de defensa, activando y liberando
simultáneamente células y moléculas requeridas para su
eliminación, como macrófagos, neutrólos, el sistema del
complemento, activando a la vez, citoquinas, las cuales
estimulan la inamación en los alvéolos y posteriormente
al pulmón, con la nalidad de proteger al organismo,
que por medio de vasodilatación e incremento de la
permeabilidad capilar permite la llegada de más células y
moléculas al lugar de infección aumentando su número
de forma exorbitante, denominado comúnmente como
“tormenta de citoquinas” (De Pablo-Sánchez et al.,
2005; Reyes & García, 2005; Carrasco, 2011; Librado,
2011).
El número de células de defensa es tan numeroso
que el proceso encargado de su regulación, no puede
contrarrestarlo, ocasionando daño en los tejidos y
órganos, desencadenando, producto de la inamación
(sepsis), neumonía, y hemorragia interna, debido a la
permeabilidad de los capilares la sangre se libera de su vía
de transporte, a su vez, se activa el proceso de coagulación,
originando una coagulación intravascular diseminada
(CID), derivándose a trombosis, ocasionando un daño
multiorgánico, por la incapacidad de transportar oxígeno
donde nalmente el paciente muere (Durval et al., 2006;
Páramo, 2006; de Juan Bagudá et al., 2020; Driggin et al.,
2020; Mendoza et al., 2020; Perez-Girbes, 2020; Vivas et
al., 2020). Es durante esta fase crítica de la enfermedad
donde el trasplante de sangre con hemoglobina
extracelular (AmHb) proveniente de A. marina sería
un tratamiento alternativo. Este pigmento respiratorio
natural tiene alto peso molecular (~3600 kDa) (HBL
Hbs), y puede contrarrestar la dicultad del transporte de
oxígeno de la hemoglobina humana, al transportar hasta
40 veces más oxígeno al encontrarse en disolución. Esta
molécula gigante de estructura cuaternaria, constituida
por una bicamada hexagonal (HBL Hbs), ordenada
mediante dos hexágonos superpuestos, constituida por
156 globinas (Cada molécula de globina tiene un grupo
hemo (ion Fe) y 44 unidades que no presentan el grupo
prostético), transportando hasta f156 moléculas de
oxígeno cuando está saturado (Waxman, 1971; Pionetti
& Pouyet, 1980; Vinogradov et al., 1980; Zal et al., 1997;
Chabasse et al., 2006a, 2006b; Rousselot et al., 2006ab;
Bailly et al., 2007; Moreira et al., 2011; Jernshøj et al.,
2013; Zal & Rousselot, 2014; Marchand et al., 2017).
Posee un antioxidante natural de propiedad similar a
la superóxido dismutasa, la cual no induce respuestas
mutagénicas, inmunogénicas o alergénicas y se degrada
en cadenas polipeptídicas y hemo (Moon-Massat et al.,
2015, Le Meur et al., 2020). Estas características, son las
que le otorga alta anidad y cooperatividad en la unión
con el oxígeno (P50 ~7 mm Hg) (Moon-Massat et al.,
2017), alta estabilidad estructural y alta resistencia a la
oxidación del grupo hemo (ion Fe) (Rousselot et al.,
2006a, 2006b; Zal & Rousselot, 2014).
Le Gall et al. (2014), Le Meur et al. (2010), Lemaire et al.
(2019), Rousselot et al. (2006a), (2006b), Moon-Massat
(2017) y Tsai et al. (2012) informan que la hemoglobina
extracelular de A. marina es una molécula gigante
denominada Hemarina-M101 que ha sido puricada
y utilizada para la producción de HEMOXYCarrier
(HC, Hemarina S.A., France), producto desarrollado
como transportador de oxígeno para nes terapéuticos,
que en disolución puede alcanzar y entregar oxígeno a
diferentes tejidos inaccesible por los glóbulos rojos.
Opera en un simple gradiente de presión parcial de
oxígeno, permitiendo que la absorción de oxígeno y
su liberación no requiere de un efector alostérico. Esta
proteína no desencadena respuestas inmunológicas,
alegrías o efectos protrombóticos, así como ningún efecto
en la vasoconstricción o daño al corazón. La ecacia de
HM-101 usado en ex vivo como aditivo para soluciones
de conservación para prevenir lesiones por isquemia,
reperfusión se ha demostrado en estudios preclínicos en
riñón, corazón y pulmón, como lo demuestran Lemaire
et al. (2019), en la preservación de rata y humano y
Le Meur et al. (2020), en el primer trasplante renal en
humano, aunque no se conocen investigaciones que
se han realizado en pacientes con COVID-19, HM-
101 como transportador de oxígeno sería una nueva y
favorable alternativa como tratamiento para pacientes
que se encuentren con insuciencia respiratorio
aguda, ya que para ello se utilizan mecanismos de
tratamiento tradicionales, siendo un factor de riesgo
de contagio para los pacientes y el personal de salud
por su alta transmisibilidad y dispersión de partículas