Canine aections in veterinary clinics
229
& Smith, 2007). Todas las razas se pueden ver afectadas,
pero la incidencia es mayor en perros pequeños. Por lo
general se presenta en caninos jóvenes y adultos (Yaquich,
20
14).
En Chile en 1994, se llevó a cabo un estudio sobre las
razas con mayor predisposición a sufrir algún tipo de
enfermedad gastroentérica, en la cual llegaron a la con-
clusión que aquellas razas braquicefálicas debido a ciertas
alteraciones tanto anatómicas como funcionales del apa-
rato digestivo superior, son los que padecen de una mayor
predisposición (entre otras) (Gallo et al., 1994).
Por ende, entre las alteraciones que suelen presentar son: her-
nias, atonía del cardias, estenosis muscular pilórica por hiper-
troa de bras musculares e hipertroa de la mucosa pilórica,
las cuales presentan unos signos clínicos comunes, entre los
que caben destacar: regurgitaciones, vómitos, hipersalivación
y disfagia. La presencia de esofagitis por reujo, así como un
retraso en el vaciado gástrico que acompaña a estas alteracio-
nes, justicaría en la mayoría de los casos los signos clínicos
existentes en perros de estas razas (Badi et al., 2004).
Teniendo en cuenta la relación entre el tratamiento y el pro-
nóstico a corto o largo plazo va a depender de la terapia usa-
da, entre las cuales existen tres que son más habituales: mo-
dicación de la dieta, antibióticos e inmunosupresores. En
un estudio que se realizó en Australia, mencionan sobre el
buen pronóstico del paciente que llevó a cabo su tratamiento
con un cambio en la dieta a corto y largo plazo, mientras que
aquellos que optaron por el uso de antibióticos el pronóstico
fue malo a corto plazo debido a que se necesitó de un tra-
tamiento continuo para la remisión, teniendo el riesgo de
desarrollar resistencia a los antimicrobianos. También cabe
resaltar sobre el uso adecuado de probióticos, debido a que
se evidenció que aquellos caninos tratados con probióticos
y que realizaron una modicación en su dieta no tuvieron
algún efecto benéco (Dandrieux & Manseld, 2019).
La otitis es una enfermedad de etiología multifactorial
que afecta a los caninos, y representa entre 5 a 20% de la
práctica veterinaria diaria (Cole et al., 1998).
Esta patología se encuentra asociada mayormente a
infecciones causadas por bacterias y levaduras, que
muchas veces no responden a los tratamientos con
antibióticos (Taibo, 2003).
Como es el caso del Staphylococcus pseudintermedius
Devriese et al., 2005 resistente a la meticilina (MRSP)
que se ha extendido rápidamente en poblaciones caninas
y en menor grado, felinas. Este patógeno es una causa
común de foliculitis bacteriana, otitis e infecciones del
sitio quirúrgico y su tratamiento puede ser complicado
debido a los altos niveles de resistencia (Stull et al., 2019).
Según un estudio en Chiclayo, Perú, se observó una
prevalencia de 11,64% para hembras y 14,67% para
machos. En cuanto a la edad, la otitis externa fue de 11,88%
para caninos menores de 1 año, 15,32% para caninos de 2
a 6 años y 13,04% para caninos mayores de 6 años, en
cuanto a la raza fue 13,33% en razas pequeñas, 14,52% en
razas medianas y 7,69% en razas grandes (Vásquez, 2018).
Dentro de las dermatológicas, la sarna Demodécica
fue considerada como una de las más frecuentes en
la presentación. Demodex canis Leydig, 1859 es un
ectoparásito que vive en los folículos pilosos y las
glándulas sebáceas de varios animales. Su principal fuente
de alimento es la secreción de las glándulas foliculares
o las glándulas sebáceas. En condiciones normales, no
causa trastornos de la piel. Sin embargo, en situaciones
de estrés, cambio de ambiente, aumento de temperatura,
si se puede observar este trastorno (Tsai et al., 2011).
En otros estudios realizados en Lima, Perú, se observó una
alta prevalencia de ectoparásitos, llegando a alcanzar el 100%
en Independencia, 99% en Comas, 98,2% en San Martín
de Porras y 98,7% en San Juan de Lurigancho. Siendo
los ectoparásitos más frecuentes la ILEA (Ctenocephalides
felis (Bouché, 1835) 89,0% ± 3,1 y Pulex irritans
Linnaeus, 1758 37,8% ± 4,8), seguido por las garrapatas
(Rhipicephalus sanguineus (Latreille, 1806), 30,0% ± 4,5),
piojos (Heterodoxus spiniger (Enderlein, 1909) 9,3% ± 2,8)
y los ácaros (Demodex canis (Leydig, 1859) 3,8% ± 1,9)
(Estares et al., 2014). En cuanto a investigaciones realizadas
por distritos en Lima, Peru, Ceino et al. (2018) obtuvieron
como resultado en un estudio en el Distrito de Miraores
que las dermatitis de mayor presentación en caninos es la
de tipo infecciosa con un porcentaje de 72,22%.
Es por ello, que a través del presente estudio se buscó
recopilar información acerca de las afecciones más
comunes en caninos. Para esto se recolectaron un total de
841 chas clínicas de distintas veterinarias de Lima que
fueron catalogadas y relacionadas a estas enfermedades
con el n de conocer su prevalencia e incidencia en los
organismos ya mencionados.
MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área
El estudio fue de tipo retrospectivo, descriptivo, transversal,
que fue llevado a cabo en el Laboratorio de Farmacología