Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Traviezo-Valles
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Esto es resaltado en 1971, cuando Desmonts publica
estudios relativos al ciclo de T. gondii en la naturaleza,
explicando la forma en que esto se cumple en los gatos
(Pantoja & Pérez, 2001; Triolo & Traviezo, 2006).
Con el tiempo se conocería que los felinos podían eliminar
hasta un millón de ooquistes de Toxoplasma por g de heces,
durante una a dos semanas, ooquistes que esporulan en
un laxo de 1 a 5 días posteriores a la eliminación junto
con las heces, al medio ambiente, permaneciendo viables
(infectantes) por períodos de hasta dos años (Pantoja &
Pérez, 2001; Triolo & Traviezo, 2006).
De tal manera que se necesitaron unos 63 años para
descubrir que solo los felinos, podían eliminar los
ooquistes (con esporozoitos) a través de sus heces,
ooquistes que resultarían ser la forma evolutiva infectante
más e ciente en la transmisión, elemento que los ubicaba
como reservorios y hospedadores de nitivos en el ciclo
evolutivo del Toxoplasma.
Por lo antes descrito, se tiene que los demás animales
homeotermos infectados por este parásito (distintos a los
felinos) se comportan como hospedadores intermediarios,
tal que deben ser ingeridos por el hombre crudos o mal
cocidos para que puedan haber probabilidad de infección,
cosa que no es distinta en las aves y especialmente en las
palomas ( gura 1), las cuales no pueden eliminar formas
evolutivas infectantes a través de sus heces (ooquistes
con esporozoitos), por esto la inhalación de polvo y
excremento seco de palomas o el contacto directo con
las mismas, no puede ser un elemento de contaminación
para el hombre ni para ninguna de las 363 especies de
homeotermos señaladas anteriormente, ya que las aves
(palomas) no eliminan ooquistes a través de sus heces,
característica exclusiva de los felinos (Triolo & Traviezo,
2006; Zhang et al., 2018).
Figura 1. Las aves se infectan al consumir alimentos contaminados por vectores mecánicos (moscas,
cucarachas, roedores) con ooquistes (esporozoitos) de Toxoplasma eliminados en las heces por los felinos.
Luego de la ingestión de ooquistes las aves desarrollan pseudoquistes (con taquizoitos) y seguidamente
quistes (con bradizoitos) en su musculatura. El hombre se infecta al consumir carne o huevos crudos de las
aves infectadas. Fuente: Composición del autor.
Al leer detenidamente la publicación de Zhang et
al. (2018), referido por el artículo en cuestión de
Biotempo (en la bibliografía), se aprecia que los autores
chinos indican, exactamente, que la importancia de la
transmisión del Toxoplasma de las palomas al humano
(antropozoonosis) es por la costumbre en ciertas zonas
de China, de la ingestión de carne de palomas crudas o
mal cocidas, que permite realmente que los taquizoitos
o bradizoitos del Toxoplasma (otras formas evolutivas)
logren infectar al humano (Pantoja & Pérez, 2001;
Zhang et al., 2018).
Concluyendo, el correcto estudio de las zoonosis es
extraordinariamente importante y necesario, existiendo
un terrible ejemplo que ilustra esta a rmación, el cual
surgió en Wuhan, China, donde por la costumbre de
comercializar y alimentarse de carne de animales exóticos
se permitió el salto de un virus desconocido, de un animal