Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Solano-Apuntes et al.
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“biogas”, “Ecuador y Musaceae”, “biodigestión
anaeróbica”, “residuos de plátano o banano”. Se utilizaron
en las bases de datos cientícas en español e inglés en
plataformas regionales (SCIELO y Dialnet) SCOPUS
(Springer, Science Direct y Web of Science) y en
repositorios (Google Scholar) desde 1999 hasta 2021,
totalizando 52 documentos de los cuales 17 pertenecieron
a plataformas regionales, 10 a la plataforma SCOPUS y
25 pertenecieron a repositorios.
Aspectos éticos: Los autores señalan que se cumplieron
todos los aspectos éticos a nivel nacional e internacional.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Todas las variedades de plátano y banano comestibles
son plantas monocotiledóneas pertenecientes a la familia
Musáceas y que descienden de productos de varios y
múltiples cruzamientos de dos especies silvestres, Musa
acuminata C. y Musa balbisiana C. La clasicación de
las musáceas se basa en dos aspectos fundamentales: el
primero de ellos se relaciona con la ploidía o fórmula
cromosómica de cada material. De acuerdo con esto,
el número básico de cromosomas tanto para banano y
plátano comestible es de 11 y podrían ser cultivares
diploides (22n), triploides (33n) y tetraploides (44n).
El segundo aspecto se relaciona con el nivel o grado de
aporte de los caracteres ancestros (M. acuminata y M.
balbisiana), estableciéndose 15 caracteres preponderantes
de cada uno, cuyos valores registran variaciones de uno a
cinco. Así, el uno corresponde a una característica típica
de M. acuminata y cinco a M. balbisiana; los valores de
dos, tres y cuatro, tendrían relación con las características
intermedias entre las dos especies progenitoras, basadas
en aspectos gobernados genéticamente (Maldonado et al.,
2017).
Estas especies han originado por mutaciones o
hibridaciones, los cultivares que hoy en día se siembran
alrededor del mundo, pertenecientes a los grupos AA, AB,
AAA, AAB, AAAA, AAAB, AABB, ABBB. La triploidia
fue otro paso importante en la evolución de las musáceas
comestibles; se encuentran en los grupos genómicos AAA,
AAB y ABB, son plantas más grandes y fuertes que los
diploides, con frutos de mayor pseudotallo más esbeltos y
hojas más erectas (Oretega et al., 2017).
El plátano es originario del sur-este asiático, pertenece
a la fa
milia de las musáceas y es uno de los principales
cultivos tropicales que tienen una gran demanda en
los mercados internacionales, lo cual hace que los
países productores se vean beneciados no solo por el
autoconsumo, sino también por su comercialización a
países europeos y estados unidos, además, de generar
fuentes de trabajo para miles de personas (Murillo &
Morales, 2018). Como maniesta Rojas et al. (2019),
hoy en día, el plátano se cultiva en al menos 107 países
con una producción mundial de más de 76 millones de t
métricas. El plátano es socioeconómicamente importante
debido a su alto consumo como alimento básico. La
mayoría de plátano de cocción es producido en África
Central y Occidental, mientras en América, países como
Ecuador, Colombia, Guatemala y Perú son grandes
productores y exportadores, aunque, solamente el 1,62%
de la producción mundial de plátano es exportada
(Cárdenas-González et al., 2017).
Manejo y Labores culturales del plátano y banano
Para un buen desarrollo productivo del plátano y banano
se hace necesario efectuar Buenas Prácticas Agrícolas
(BPA) tales como: riego, aporque, despunte, resiembra,
deshije, podas, decapitación foral. El manejo agronómico
de las musáceas consiste en realizar las buenas prácticas
como la selección de semillas las cuales deben estar limpias
de raíces viejas y fracciones necrosadas además se las debe
desinfectar con insecticidas y funguicidas utilizados
convencionalmente en el cultivo, los cormos que se utilicen
deben ser homogéneos al momento de sembrar, de tener
el control de malezas, las prácticas culturales como el
deshermane, deschante, deshoje, deshije, apuntalamiento,
control de malezas entre otras; como también realizar un
programa de fertilización y las prevenciones de las plagas y
enfermedades (Castellón et al., 2017).
Deshermane. Esta actividad consiste en identicar la
futura planta madre y eliminar con machete a ras del
suelo, los brotes llamados “hermanos”, que no tienen el
vigor necesario para obtener una buena producción. Esta
técnica es similar a la del deshije, pero se efectúa a los 4
meses después de la siembra, tiempo en el que se puede
identicar el mejor brote (Torres, 2012).
Deschante. Esta labor consiste en eliminar las vainas del
pseudotallo, las que se secan una vez cumplido su ciclo de
vida. Para ello, se debe utilizar un machete. Deben cortarse
únicamente las vainas que estén completamente secas y
que se desprenden fácilmente al tirarlas. Nunca deben
eliminarse vainas verdes, desgarrándolas o rasgándolas, ya
que por las heridas ocasionadas pueden penetrar bacterias
u otros agentes infecciosos (Torres, 2012).
Deshoje. Esta práctica consiste en realizar la limpieza y
eliminación de las hojas secas, con daños mecánicos o con