Productive chain of bolaina blanca
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Predios rurales
Predios Tipo I: Corresponde a los predios integrales por
presentar diferentes componentes: agrícola, pecuario y
forestal, aún conservan en supercies pequeñas bosques
remanentes con especies de valor comercial como tornillo
(Cedrelinga cateniformis (Ducke) Ducke), alcanfor moena
(Ocotea aciphylla (Nees & Mart.) Mez), huimba (Ceiba
lupuna P.E. Gibbs & Semir), quinilla (Manilkara bidentata
A.DC.) A. Chev), higuerilla (Micrandra spruceana (Baill)
R.E. Schult.), rifari (Miconia poeppigii Triana), huayruro
(Ormosia amazonica Ducke), cumala (Virola pavonis
(A.DC.) AC.Sm.) entre otros (Vásquez & Rojas, 2016;
SERFOR, 2020). Los propietarios pueden acceder al
mercado nacional ofertando madera aserrada a castillo
por medio de intermediarios (extractores madereros), no
obstante; en los últimos años ha disminuido el interés
para aprovechar madera debido fundamentalmente a
los trámites administrativos engorrosos para obtener un
Permiso de aprovechamiento ante la autoridad forestal,
los precios bajos que ofrecen los intermediarios, la
inexistencia de aserraderos en la localidad a n de ofertar
productos maderables con valor agregado y la carencia
de nanciamiento al sector forestal para iniciar las
actividades propias del aprovechamiento.
Predios Tipo II: Este grupo corresponde a la mayoría de
predios, además de parcelas agropecuarias cuentan con
bosques secundarios procedente de los barbechos con
especies de poco valor comercial, y se caracterizan por ser
especies de rápido crecimiento y baja densidad, las cuales
son aprovechadas principalmente como madera rolliza
(tucos) destinadas a la fabricación de envases de frutas en
las cajonerías, así como leña para la producción artesanal
de cal y las panaderías de la zona. Las especies encontradas
en este tipo de predios son principalmente heliótas
efímeras y son: cetico (Cecropia sciadophylla Mart.), sacha
uvilla (Pourouma bicolor Mart.) topa (Ochroma pyramidale
(Cav. ex Lam.) Urb.), anonilla (Rollinia peruviana Diels),
shimbillo (Inga pezizifera Benth.), pashaco (Macrolobium
gracile Spruce ex Benth.), entre otros (OSINFOR, 2014).
En los predios Tipo I y II se establecen la bolaina, como
plantación pura (macizo), en sistemas agroforestales
o como manejo de regeneración natural. Es necesario
precisar, que en esta parte del país existe una cultura
forestal insipiente, donde las plantaciones son establecidas
principalmente por agricultores y no por empresarios
forestales, donde los árboles son instalados con el
propósito de incrementar el ingreso económico familiar o
en el caso de agroforestería cumplen la función de brindar
sombra a los cultivos y otros servicios ecosistémicos.
Predios Tipo III: Está comprendido por una parcela
netamente agrícola o pecuaria, donde el componente
forestal es escaso o inexistente. Para el caso agrícola
están destinadas a establecer cultivos anuales por lo que
requieren mecanización. Estos predios se encuentran
muy cerca al eje carretero.
Sistemas de plantación de bolaina
De acuerdo a lo propuesto por el IIAP (2009) se ha
podido identicar tres sistemas de plantación:
Macizo: También conocida como plantación pura,
este es el sistema más empleado para establecer especies
maderables en la zona, sobre todo para especies de rápido
crecimiento como la bolaina. En este sistema se establece
a campo abierto utilizando el método cuadrado con
distanciamientos de 4 m x 4 m, 3,5 m x 3,5 m y hasta 3
m x 3 m, en la provincia es común entre los agricultores
plantar supercies que van desde una hasta tres ha por
predio.
Sistema agroforestal: En este sistema la densidad de
siembra es menor, se establece la bolaina en las parcelas
para proporcionar sombra a los cultivos agrícolas o
simplemente para elevar el valor económico de las
mismas, con distanciamiento de 6 m x 6 m y hasta 9 m x
9 m. Las especies agrícolas utilizadas para asociarlas con
bolaina son muy variadas, así como también son diversos
los momentos en los que se asocia la especie forestal con
el cultivo, donde prima no dañar el cultivo al momento
de aprovechar la bolaina, así como la creatividad y
la experiencia del agricultor para manejar parcelas
multiestratos.
Otro modelo de instalación utilizado en la agroforestería
son las cortinas rompevientos para proteger las
plantaciones de cacao, se establece la bolaina en los bordes
a doble hilera con distanciamiento de 2 m intercalado. En
este sistema por la baja densidad de siembra, las plantas
de bolaina consiguen diámetros considerables más rápido
que en el sistema macizo.
La conservación y la utilización sostenible de los árboles
dentro de los sistemas agroforestales, es fundamental para
la conservación de la diversidad biológica a nivel mundial
y para garantizar la alimentación y el bienestar de los
pueblos (FAO & PNUMA, 2020).
Regeneración natural: A diferencia de los dos anteriores,
en este sistema no existe planicación para su instalación,
las plantas de bolaina crecen espontáneamente en
parcelas agrícolas, en barbechos o en claros de los