Revista Biotempo: ISSN Versión Impresa: 1992-2159; ISSN Versión electrónica: 2519-5697 Quiroz-Santos & Mendoza-Caballero
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y el valor máximo 0,19 m esta variación probablemente
esta inuenciado por la estacionalidad, estos resultados
se encuentran hacia el límite superior de clasicación a
eutróco con transparencias del Disco de Secchi (m) y
las concentraciones de la clorola-a (g·L-1); mientras que
con los resultados del fósforo total (g·L-1) varían desde
oligotróco a eutróco. Según estos resultados podría es-
tar ocurriendo un agotamiento de oxígeno en el humedal,
con alto nivel de productividad y baja claridad del agua
(Moreno et al., 2010; Zouiten, 2012). Por eso, Chapa &
Guerrero (2010) escribieron en su investigación sobre la
abundancia de nutrientes que mata, durante el proceso de
la eutrozación. Asimismo, en este estado inicia la proli-
feración de algas y cianobacterias que producen toxinas
que podrían causar enfermedades e incluso la muerte en
los organismos vivos. Por ejemplo, Microcystis aeruginosa
Kützing común en estados eutrócos, produce neuroto-
xinas y hepatotoxinas como la microcistina (Oberholster
et al., 2004).
Es preciso indicar que Martínez (2018) aisló a M. aeru-
ginosa en muestras de agua del ACRAMM. Sin embargo,
la Dirección General de Salud (2018) clasicó al hume-
dal como un sitio apto para bañistas; dado que esta cla-
sicación solo estaba centrada en los siguientes aspectos:
calidad microbiológica, medida en función a la presencia-
ausencia de Coliformes fecales (pero no se evalúa la pre-
sencia de microorganismos que producen toxinas relacio-
nadas a la eutrozación); calidad de limpieza, en función
a temas de residuos sólidos y nalmente, por la presencia
de servicios higiénicos.
Por otro lado, Álvarez (2016) clasicó al humedal Los
Pantanos de Villa en estado hipereutróco con el fósforo
total (0,29 a 6,78 mg·L-1) mediante el índice propuesto
por Reddy & Delaunde y en eutróco con el nitrógeno
(2,20 a 56,60 mg·L-1) mediante el índice propuesto por
Roldán & Ramírez (2008). Si bien los resultados de la
clasicación de estas concentraciones con el IETM de
Carlson por Toledo podrían ser similares, la aleatoriza-
ción en el uso de los índices podría conllevar a errores
en la interpretación de los resultados. Del mismo modo,
Gómez (2018) determinó el estado tróco de la laguna
Cube-Ecuador a través de la cuanticación de parámetros
químicos (fosfatos, nitratos, clorola “a”) y transparencia
del agua; entre sus resultados indica que tanto los nitratos
y fosfatos (con IE = 0,08 y 1,06, respectivamente) clasi-
caron a la laguna en un estado oligotróco; mientras
que la transparencia y clorola-a, en eutróco (TSIDS =
60,5 y TSIclorf-a = 61). Asimismo, Pulido & Pinilla (2017)
determinaron el estado tróco a partir de la concentra-
ción de nutrientes y clorola-a del humedal El Salitre en
Bogotá-Colombia; quienes indican entre sus resultados
que el índice de Nygaard clasicó al humedal en estado
mesotróco para ambos periodos climáticos, el ITP en
estado mesotróco en la época seca y oligotróco en la
temporada lluviosa (ITP = 37,00 y 7,00, respectivamen-
te); mientras que el IET en estado mesotróco duran-
te la época seca y en eutróco en la temporada lluviosa
(IETpromedio = 53,82 y 68,06, respectivamente). En suma,
las diferencias entre los estados trócos de los ecosistemas
acuáticos están inuenciados por diversos factores, tanto
naturales como antropogénicos.
Formulación de modelos matemáticos
La relación del logaritmo natural de las bandas 2, 8 y 11
de Sentinel-2, con el logaritmo de las concentraciones de
fósforo total presentaron un r2 máximo de 0,72 con un
error de estimación de 0,39. La diferencia entre las con-
centraciones determinadas in situ con las pronosticadas
mediante el modelo fue mínima (0,0079 g.L-1) con un r
= 0,85 y signicativa. Estos valores le dieron consistencia
al modelo. Por otro lado, no se han encontrado registros
de estudios similares mediante este protocolo para este
parámetro.
Por otro lado, considerando que se obtuvo un r2 máximo
de 0,10, correlacionando con las bandas 1 y 4 con la
transparencia, y que la correlación entre las concentra-
ciones de clorola-a (g·L-1) y la banda 4 de Sentinel-2,
presentaron un r2 máximo de 0,04, no se formularon mo-
delos matemáticos para medir el nivel de transparencia
del agua, ni tampoco el de clorola-a.
La profundidad del agua de la laguna principal del
ACRAMM es mayor en la zona sur en comparación con
las zonas centro y norte; esto, debido a que en la zona sur
se había consolidado un banco de sal (en 1954 existían
dos yacimientos) donde se realizaron excavaciones (Tovar,
1977; Gobierno Regional de Lima, 2009). Por otro lado,
la relación entre la profundidad del agua con los valores
de la reectancia de las imágenes satelitales es inversa, es
decir, al aumentar la profundidad, la reectancia dismi-
nuye; sin embargo, las mediciones de la transparencia en
todo el espejo de agua, fueron muy homogéneas, por ello,
no se obtuvieron buenos niveles de correlación (reectan-
cias dispersas con transparencias homegéneas).
La distribución espacial de la clorola-a, en todo el espejo
de agua, no fue uniforme, en la zona sur se obtuvieron
concentraciones más bajas, en cambio, en la zona centro
estas formaron un parche de concentraciones altas y en la
zona norte las concentraciones disminuyeron (Figura 7).
Este comportamiento se deba probablemente a que las