Biotempo 2005, Volumen 5,
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Estados Unidos, Holanda, España y otros
países sobre sus propiedades profilácticas.
Agaricus bisporus es la especie más
cultivada en nuestro país (Fig.1). Las dos
esporas (no 4) de sus basidios contienen
núcleos entre sí, (+ y -); a diferencia de la
mayoría de las demás agaricales, en esta
especie no son necesarios los procesos
sexuales para el comienzo de un ciclo vital.
El cultivador puede propagar el hongo
exclusivamente con micelio dicariótico. Un
cultivo que tiene que producirse a una
temperatura de 18 grados, una humedad
relativa de aire del 70 al 90 %, con un
contenido de dióxido de carbono que no
supere el 0,1 %.
Los Hongos son organismos que
carecen de plastidios y de clorofila, y si por
tradición son considerados como plantas,
ocupan en realidad una posición aislada. Las
setas silvestres han sido clasificadas por los
micólogos como la clase de los
basidiomisicetes, por sus estructuras
especiales donde se forman las esporas
llamadas basidios.
Muchas setas son comestibles y
sabrosas, pero otras son peligrosas y hasta
mortales. Del género de los Agaricus
también tenemos setas peligrosas
ligeramente venenosas como el Agaricus
xanthodermus, que podría ser confundido
con el champiñón comestible, sin embargo
éste al ser trozado se torna de un brillante
color amarillo en cambio el Agaricus
bisporus se negrea.
Sin embargo, Agaricus bisporus a
pesar de estar en un reino aparte, el reino
Fungi, parece presentar algunas propiedades
propias de los vegetales como es el caso
de la presencia de saponinas, las cuales se
reportan presentes de forma casi exclusivas
en las plantas, y que es motivo de la
presente investigación.
En relación a las saponinas estas son
metabolitos secundarios, ampliamente
distribuidos en las plantas superiores, en las
que se presentan en forma de glucósidos.
Sus soluciones acuosas al ser agitadas
forman una espuma estable y abundante,
hecho este que dio origen etimológicamente,
al nombre genérico de estas sustancias
provenientes del latín sapon (jabón).
Desde el punto de vista químico, las
saponinas al ser hidrolizadas rinden de 2 a
6 residuos de monosacáridos y una porción
carbonada policíclica que es la aglicona del
glicósido, a la cual se le denomina
genéricamente sapogenina. Pueden tener
un esqueleto tipo esteroidal (de base
gonano) o de tipo triterpenoide (derivados
del escualeno), las cuales dan lugar a las 2
grandes familias de estos metabolitos: las
saponinas esteroidales y las saponinas
triterpénicas.
La solubilidad en agua de estos
compuestos está facilitada por su alto peso
molecular y la presencia de los residuos de
monosacáridos y de otros grupos polares
en la aglicona.
En ambas familias de saponinas el
enlace glucosídico se establece a través del
hidroxilo en posición 3 del anillo A de la
aglicona. Las esteroidales, se localizan en
monocotiledóneas principalmente de las
familias de las liliáceas, amarilidáceas y
dioscoreáceas y las triterpénicas en éstas
y en algunas dicotiledóneas. Las sapo-
geninas esteroidales siempre se encuentran
en la naturaleza formando parte de una
saponina, a pesar de la presencia de
saponasas, en muchas de las plantas que
sintetizan estos compuestos. Entre las
saponinas esteroidales, cabe destacar
aquéllas que tienen como aglicona a la
hecogenina y la diosgenina, compuestos
vegetales que sirven de base para la industria
de hormonas esteroidales.
Las sapogeninas triterpénicas están
ampliamente distribuidas en los reinos
vegetal y animal y se presentan en 3
estructuras químicas diferentes (30-45
carbonos): aciclícas como el escualeno,
considerado como el precursor natural de
esta familia: tetracíclicas como el
panaxadiol y pentacíclicas como la
estallogenina. Estas sustancias pueden
presentarse en sus fuentes naturales: en
forma libre: formando ésteres, o como parte
de un glicósido (saponina). Las sapogeninas
pentacíclicas se subdividen a su vez en 3
grupos: tipo lupane: tipo ursane (derivado
de la a amirina), ambos no están presentes
en los forrajes y los de tipo oleanane
(derivados de la ß amirina) presentes en
estos últimos.
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