Campos-Pérez & Espinoza-Herrera
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PAIDEIA XXI
Quijano, 2003; Martos, 2007). Así, por
ejemplo, Artidoro, en su recorrido por
las calles de Lima nos hace saber no
solo de su existencia miserable, sino
también de la insanía de una ciudad
que expone su podredumbre a lo lar-
go de la historia del Perú. En relación
a la literatura es conveniente señalar
que “las obras de arte, debido a su ca-
rácter fundamental y general, son con
frecuencia especialmente importantes
como fuentes de esta evidencia.” (Wi-
lliams, 1980).
Irrupción de un sistema literario
integrador
En relación a la cultura hegemónica
se hace visible la presencia de un
elemento residual que viene desde la
tradición o el pasado. La presencia
fantasmal de Artidoro en una ciudad
deteriorada por el tiempo demuestra
la presencia de un sujeto al margen
de la cultura hegemónica y su visión
de lo real lo impulsa hacia una lucha
popular en un espacio donde no es
reconocido como luchador social. Se
observa en el texto la construcción de
un discurso disidente en el contexto de
una cultura hegemónica de aparente
estabilidad social y de bienestar
general.
Posmodernidad y diálogo intercul-
tural
La respuesta a la imagen de lo real
que el sistema hegemónico pretende
hacernos creer como verdad estable y
duradera se cuestiona con la presen-
cia de Artidoro cuya actuación en el
mundo que lo rodea recongura una
propuesta de diálogo intercultural. La
estrategia discursiva de Wáshington
Delgado mediante la cual articula la
poesía culta, canonizada y hegemóni-
ca con la canción popular, tradicional
y residual constituye una expresión
emergente de igualar expresiones cul-
turales de distintas épocas en una
época de la historia peruana donde
se encuentran de manera igualitaria
y horizontal, las voces de la cultura
hegemónica con las voces de la cultu-
ra popular. Se podría armar que el
discurso de la posmodernidad se pa-
tentiza en el discurso poético teniendo
en cuenta que dicha orientación lo-
sóca que “marca el n del siglo XIX,
se caracteriza por la fragmentación,
la disolución de grandes relatos, y la
dispersión, asentándose en una socie-
dad posindustrial determinada por el
capitalismo tardío, los medios masivos
y la globalización” (Blume & Franken,
2006).
Se puede armar que los tres
poemas de “Canciones y elegías”
concentran la base del libro; en
esta tercera parte, se ubica lo más
resaltante del poemario: el ambiente
urbano limeño, el discurso popular
criollo y la técnica narrativa en los
poemas. Al respecto señala Payán:
“El uso de canciones criollas y el
constante tono fatalista de los tres
poemas justica el título de “Canciones
y elegías” ” (2007). Es incuestionable
que la inclusión de intertextos
correspondientes a valses criollos,
sin marcas de cita ni presentación,
orientan al lector hacia la indiferencia
respecto a la poesía culta y el discurso
popular: la homologación evidente
genera un sentido de interculturalidad