The art of taxidermy
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PAIDEIA XXI
INTRODUCCIÓN
Desde los inicios de la Sociedad,
el hombre se aprestó a coleccionar
objetos, siendo tal acto tan arcaico
como la conciencia humana,
tratándose de un hábito natural
del ser humano (Bispo de Sousa &
Moreira, 2020; Brito dos Santos et al.,
2023). Popularmente, las colecciones
de objetos y especímenes de cualquier
tipo, vinculadas al acto de visitarlas con
nes de entretenimiento o educativos,
se asocian al término museo (Bakker et
al., 2020; Henao-Osorio et al., 2022),
que es una institución permanente,
sin nalidad lucrativa, al servicio de
la sociedad y su desarrollo, abierta
al público, que adquiere, conserva,
investiga, comunica y exhibe para nes
de estudio, de educación y de deleite,
testimonios materiales del hombre y
su entorno (Borroto & Torales, 2019:
Llorente, 2019; Ramírez-Chaves et al.,
2020; O’Key, 2021; Ramírez-Chaves et
al., 2023).
El arte de la taxidermia como ocio,
profesión y disciplina consiste en la
preparación de pieles de animales y
su relleno para darles aspecto natural
o hacer que se asemejen al animal en
vida, generalmente con un n cientíco
(National Geographic, 2018; Kabir &
Hawkeswood, 2020; Kabir et al., 2021;
Yajuro, 2022). Poco a poco, y debido
a la destreza de los taxidermistas, fue
posible dar un paso más y construir
las grandes colecciones cientícas de
los Museos de Historia Natural de todo
el mundo (O’Key, 2021; Euroinnova,
2022; Jiménez-Scull, 2022). Ellos
son un recurso de gran valor para
la educación, la divulgación, la
conservación y la investigación (Pérez,
2023; Brito dos Santos et al., 2023).
Desde el siglo XVIII, la labor de
los taxidermistas se asoció con la
formación de gabinetes particulares.
El ocio contribuyó asimismo al
aumento de las colecciones zoológicas
en los primeros museos de historia
natural, entregando de esta forma
un aporte cientíco signicativo y
pocas veces valorado (Vilo-Muñoz
& Sanhueza-Cerda, 2017; Brito dos
Santos et al., 2023).
La taxidermia es un encuentro
entre la ciencia, la técnica y el arte
en favor de la educación y la cultura
cientíca (Armiñana-García, 2020).
Para los que desconocen el arte de
la taxidermia, un taxidermista es
una persona que simplemente coloca
pieles de un animal muerto en un
cuerpo de polietileno. Sin embargo,
un taxidermista es un artista que da
vida a algo que la perdió recuperando
su esencia, conservando la apariencia
de estar vivo para convertirlo en
objeto innito (Sayago, 2017; Kabir
& Hawkeswood, 2020; Kabir et al.,
2021).
El ocio de la taxidermia (del griego
táxis ‘colocación, arreglo’ y dermia, ‘piel’)
consiste en la disecación de animales
para conservar su apariencia de seres
vivos. Al preservar una especie para
su exhibición y estudio durante siglos,
esta práctica logra capturar el tiempo
de una forma sorprendente (Casado
& Aragón, 2020; Brito dos Santos et
al., 2023). De ahí que, en el pasado
sobre todo antes de la era digital,
constituyera un medio privilegiado
para acceder al conocimiento de