Strategies for autonomous work in Peruvian university students
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PAIDEIA XXI
INTRODUCCIÓN
El vertiginoso desarrollo logrado
por la ciencia y la tecnología en el si-
glo XX y la segunda década del siglo
XXI requiere profundos cambios en los
sistemas educativos vigentes, es decir,
nuevas formas de enseñanza (Espino-
za-Freire et al., 2017). El docente ac-
tual debe promover en sus estudiantes
el desarrollo de habilidades que les fa-
ciliten la construcción de sus propios
saberes ya que mediante el manejo de
su autonomía logran ser responsables
de su proceso de aprendizaje y el rol del
docente se transforma en el de tutor,
guía o mentor. De ahí que se requiera
de un docente líder que sepa motivar,
gestionar el aprendizaje, comprender
al alumno en su individualidad, saber
comunicarse y conocer el manejo de
nuevas herramientas para enseñar la
utilización de novedosas tecnologías y
ofrecer una mejor atención personal-
izada a los estudiantes (Haigh, 2010).
Actualmente, la calidad en la edu-
cación superior, el desarrollo de las
Tecnologías de la Información y Co-
municación (TIC), las demandas del
mercado laboral conducen a una
adaptación de funciones laborales a
las nuevas exigencias pos pandemia.
Integrar las TIC en el campo de la for-
mación está pasando por un cambio
sustancial, donde se concibe a estos
recursos y la imagen del docente como
un facilitador del aprendizaje, don-
de las TIC son un elemento de ayuda
para dinamizar el proceso de apren-
dizaje (Marín & Romero-López, 2009),
para ello se requiere de un conjunto
de competencias que el docente debe
adquirir con la lógica de sumar una
metodología capaz de aprovechar las
herramientas tecnológicas, donde la
capacitación docente deberá conside-
rarse una de las primeras opciones
antes de afrontar nuevos retos educa-
tivos (Hernández, 2017).
El concepto de liderazgo se ha es-
tudiado desde los años 30, pero es a
nes del siglo XX que se maniesta y
trabaja con mayor intensidad. Desde
entonces es posible distinguir diversos
enfoques teóricos o modelos como las
teorías de los rasgos y caracteres, con-
ductuales, de contingencias, situa-
cionales, transaccionales y transfor-
macionales, que en ciertos momentos
pueden ser hasta contradictorios (Fi-
gueroa, 2012). Es importante mencio-
nar que los conceptos no son mutua-
mente excluyentes, sino más bien que
estos se complementan y enriquecen,
lo cual favorece a formar una visión
más precisa y global del liderazgo para
la situación actual. En 1977, Robert
House publicó un estudio acerca del
tipo de liderazgo carismático. Al si-
guiente año Mac Gregor Burns en una
investigación respecto a dirigentes po-
líticos, incluye el concepto de lideraz-
go transformador que, en 1985, Bass
(1999) cambió por liderazgo transfor-
macional, que amplía y eleva el interés
de sus seguidores, genera conciencia
y aceptación de la misión en el grupo.
Existen diversas deniciones de li-
derazgo. De acuerdo con Leithwood et
al. (2006), el liderazgo se caracteriza
por jar un “norte” para la organiza-
ción, y tener la capacidad de movili-
zarla en esa dirección. Si a este “lide-
razgo” le agregamos la palabra “edu-
cativo”, entonces podemos comple-