Inuencia de la contaminación sonora en la salud pública del poblador del Cercado de Lima
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PAIDEIA XXI
escolares, el aumento de la agresión,
la modicación de las relaciones
interpersonales, el abatimiento de
conducta de auxilio y, en general,
alteraciones en la conducta mental y
en los procesos cognitivos.
Babisch E (2001), señala que
el ruido del tráco obra como un
distractor con afecciones de la
memoria y la atención, y afecta a la
salud funcional del adulto mayor. El
ruido no habitual libera adrenalina de
la médula suprarrenal, y el habitual,
noradrenalina del tono simpático.
También, se elevan las catecolaminas
si las actividades domésticas son
perturbadas y el cortisol con la
interferencia del sueño.
Babich W (2005), opina que la
prevalencia de afecciones cardiacas
contrasta con la calidad ambiental
de los territorios urbanos. Se discute
la inuencia del ruido del tráco
en la hipertensión, indicándose
una asociación causal, más
evidente en la población infantil y
posibles enfermedades isquémicas,
concluyéndose que la exposición
crónica a altos niveles de ruido
del tráco incrementa el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.
Cambell (1983) indica que los
estresores ambientales son las
condiciones crónicas o globales
del medio ambiente. La ciudad
conjuga demasiadas actividades y
producen estresores ambientales que
contaminan al organismo, que afectan
a la vista, las vías respiratorias y,
especialmente, al oído, produciendo
estados de ánimo negativos. Las
personas se ven impedidas a
interactuar con los demás. Este ruido
ambiental incide sobremanera en la
calidad de vida del ciudadano. Babich
W (2005), indica que la vulnerabilidad
de los individuos a los estresores
ambientales es más marcada en la
mujer (por la maternidad, el parto y
los cambios climatéricos). En el caso
de las amas de casa, la exposición
a los estresores es dominada por el
escenario local de la vivienda y su
entorno urbanístico inmediato.
En encuestas de más de 30
estudios, Evans y Stecker (2004)
demuestran que la exposición al
ruido, tanto de forma puntual como
crónica, produce disminuciones
en el rendimiento y la motivación,
provocando la pérdida de defensas
ante otros estresores. Anteriormente,
ya en 1996, Evans, Allen, Tafalla y
O`Meara (1996), concluyen a través de
un estudio experimental, que el ruido
actúa como un potente multiplicador
de los efectos de otros estresores.
De acuerdo con la información de
la OMS, la contaminación sonora es
la tercera en importancia, después
del aire y el agua. Las ciudades más
ruidosas son Tokio, París, Nueva
York, España y Buenos Aires. Con el
aumento del ruido se llevan a cabo
propuestas desde todos los sectores,
encaminadas a su reducción. Como el
ruido es un contaminante que no deja
huellas y es difícil de medir, afecta a
todos sin que nadie lo perciba: el oído
no descansa, ni siquiera cuando se
duerme; sigue actuando incluso en la
gente que se acostumbra a escuchar