CARTA AL EDITOR
REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA HUMANA 2022 - Universidad Ricardo Palma
1 Docente Investigador, Instituto de Investigación de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina
Humana. Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú.
2 Estudiante de la Facultad de Medicina Humana, Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú.
3 Neumólogo, Hospital Nacional Dos de Mayo, Lima, Perú.
Estimado editor,
La pandemia del COVID-19 ha afectado negativamente a otros programas de prevención y de control
de enfermedades que podrían llegar a causar más muertes que el propio coronavirus (1), a la vez que tiene consecuencias sustanciales para otros dominios, tal
como el impacto social: disminuyendo el crecimiento económico y aumentando las tasas de desempleo,
pobreza e inseguridad alimentaria.
El contexto de la pandemia generó una preocupación particular por la prestación regular de servicios de
salud, ya que los recursos humanos y de infraestructura para la atención médica se trasladaron a
servicios relacionados con la COVID-19, por tal motivo, los pacientes con problemas de la salud no
relacionados a la COVID-19 se encontraron en abandono al no tener acceso a los servicios de atención
médica (2). En consecuencia, las medidas de control y las vigilancias
epidemiológicas de tuberculosis (TB) se vieron afectadas, lo que produciría un aumento en el número de
casos (3).
El Perú es uno de los países con mayor incidencia de tuberculosis, tanto sensible como resistente, en el
mundo. Si bien las medidas de salud pública adoptadas en el país han mejorado la atención, diagnóstico y
manejo de personas afectadas con TB (PAT), aún existen limitaciones en el control de la enfermedad,
especialmente en la TB multidrogorresistente (MDR), personas privadas de la libertad (PPL) y personas
que viven con VIH (PVVS), tal como lo refieren Guin et al. (4).
Según datos del Banco Mundial, entre 40 y 60 millones de personas habrán caído en pobreza extrema en el
2020 como resultado de la COVID-19, conociendo la estrecha relación de la pobreza con la TB, es
esperable un aumento de la prevalencia e incidencia a mediano y largo plazo (1).
Tanto la COVID-19 como la TB afectan el sistema respiratorio, principalmente los pulmones, y tienen
síntomas similares como tos, fiebre y dificultad para respirar, aunque la gravedad y la duración de los
síntomas son variados (1). Pero, la COVID-19 ha superado a la TB como la
enfermedad infecciosa con mayor tasa de mortalidad por día (5). Las
comorbilidades como enfermedad renal crónica, diabetes, cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), en especial la secundaria a tabaquismo, tienen un mayor riesgo de
hospitalización y de muerte cuando estas se relacionan con COVID-19 y/o TB (6). Una medida de prevención para evitar la propagación del SARS-CoV-2 fue el
aislamiento social obligatorio en casa, sin embargo, esta medida podría facilitar la transmisión de TB,
a causa del contacto prolongado en el hogar (7).
Durante la época de pandemia del COVID-19 (2020-2021), en la Unidad Especializada de Tuberculosis (UNET)
del servicio de Neumología del Hospital Nacional Dos de Mayo, se pudo apreciar un incremento mayor al
doble de la prevalencia de pacientes hospitalizados con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) y TB (Figura 1) en comparación a los periodos previos a la pandemia (2015-2019); lo que
se podría explicar como efecto secundario al mal control de la enfermedad, diagnóstico tardío y
seguimiento inadecuado de las enfermedades crónicas, debido al funcionamiento insuficiente del primer
nivel de atención (8).
El promedio de captación de sintomáticos respiratorios disminuyó en un 46.8% durante el periodo de la pandemia, en comparación al periodo pre pandemia (Figura 2); sin embargo, no se encontró alteración en el porcentaje de baciloscopías positivas cuando comparamos el periodo previo a la pandemia (3.7%) con el periodo de la pandemia (3.8%). Además, evidenciamos que no hubo alteración del promedio de hospitalizaciones de pacientes con TB MDR 9.
Contribuciones de Autoría: XBD, ACA, KNH, MCN, RVV y FLT han participado de forma
equitativa en la elaboración y aprobación final de la carta al editor.
Financiamiento: Autofinanciado.
Conflictos de intereses: Renzo Villanueva-Villegas cuenta con el apoyo de la beca de
capacitación Fogarty Research en Enfermedades Respiratorias Crónicas no transmisibles en Perú
(PulmPeru), financiada por el D43 (D43TW011502). El resto de autores declara no tener conflicto
de interés.
Recibido:
Aprobado:
Correspondencia: Fanny L. Casado, Ph.D.
Dirección: Pontificia Universidad Católica del Perú. Avenida Universitaria 1801, San
Miguel, Lima-Perú.
Teléfono: 626-2000 / Anexo: 4285
Correo: fanny.casado@pucp.edu.pe