ARTICULO ORIGINAL
REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA HUMANA 2022 - Universidad Ricardo Palma
1Hospital Pediátrico Peralvillo, Secretaria de Salud de la Ciudad de México, México.
2Hospital General Iztapalapa Dr. Juan Ramón de la Fuente, Secretaria de Salud de la Ciudad de
México, México.
aUrgenciólogo Pediatra/toxicólogo, Subdirector Médico.
bMédico Residente de Medicina de Urgencias.
cUrgencióloga Pediatra/toxicóloga, Jefa de Urgencias.
dUrgencióloga, Médico Adscrito al Servicio de Urgencias.
RESUMEN
Objetivo: Las intoxicaciones en la población pediátrica son una gran parte de las causas de atención en los servicios de urgencias, pero así mismo representan en muchos casos eventos fatídicos en nuestro país. Métodos: La exposición a un tóxico o veneno y sus efectos adversos se pueden convertir en emergencias médicas de gran magnitud, por lo que muchos autores las consideran como: Es por esto que el manejo de un paciente pediátrico intoxicado tiene un enfoque único debido al desafío diagnóstico que representa. Resultados: La atención oportuna y sistematizada de un paciente pediátrico en el contexto de una intoxicación, puede representar el éxito de la atención oportuna, correcta valoración correcta y un adecuado proceso de atención.Conclusiones: El objetivo de este trabajo es presentar un enfoque general para el paciente pediátrico intoxicado en cuanto al manejo inicial, el abordaje, y los datos clínicos que nos puedan orientar en el servicio de urgencias ante un paciente pediátrico intoxicado.
Palabras Clave: Intoxicaciones; Urgencias de pediatría; Descontaminación; Manejo; Toxicología. (Fuente: DeCS - BIREME)
ABSTRACT
Objective: Intoxications in the pediatric population account for a significant portion of the causes of care in emergency services, but they are also fatal in many cases in our country. Methods: Exposure to a toxic or poison and its adverse effects can become medical emergencies of great magnitude, which is why many authors consider them "multiple traumas of chemical origin". This is why the management of an intoxicated pediatric patient has a unique approach due to the diagnostic challenge that it represents.Results: Timely and systematized care of a pediatric patient in the context of poisoning can represent the success of timely care, correct assessment, and an adequate care process. Conclusions: The objective of this work is to present a general approach for the intoxicated pediatric patient regarding the initial management, the approach, and the clinical data that can guide us in the emergency department when faced with an intoxicated pediatric patient.
Keywords: Poisoning; Pediatric emergencies; Decontamination; Management; Toxicology. (Source: MeSH - NLM)
INTRODUCCIÓN
Las intoxicaciones representan una de las principales patologías en los servicios de urgencias de adultos y pediátricos, las cuales requieren atención inmediata en la sala de urgencias. En Estados Unidos de América (EE.UU.) se reportan más de dos millones de exposiciones a sustancias tóxicas por año, en niños menores de cinco años la tasa de exposición a tóxicos es más alta con 34,7 por cada 1,000 niños (1). En México durante el periodo 2000-2013 se reportaron 18 284 fallecimientos por envenenamientos e intoxicaciones, siendo más frecuentes en hombres (75,6%), es la causa número 21 de muerte en niños menores de cinco años durante el 2013, y el lugar número 16 en niños de cinco a nueve años (2).
Las intoxicaciones tienen presentación bimodal: el primer pico en los preescolares de uno a tres años, inherente a su comportamiento e inquietud por explorar y probar sustancias diversas, y el segundo pico en escolares y adolescentes en los que, en primera instancia, se deberá descartar que sea de manera intencional y premeditada (3); en este último grupo se registra 10 a 15% del total de las intoxicaciones, con tendencia prevaleciente en el uso y abuso de drogas y alcohol, sin olvidar los intentos suicidas (3), que se han incrementado sobre todo en las grandes ciudades. El tercer pico se presenta en adultos mayores de 60 años (4).
El accidente tóxico representa entre 0,8 y 1,7% del total de las urgencias en pediatría. Es de etiología multifactorial y con factores de riesgo predisponentes que lo convierten en una entidad prevenible y potencialmente reversible (1, 3).
La mortalidad secundaria a intoxicación en pediatría (menor de 0,5%) es mínima en comparación con otros grupos etarios (5), y por lo regular es causada por complicaciones inherentes al tóxico directamente relacionado con la tasa de absorción, biodisponibilidad y a complicaciones secundarias casi siempre relacionadas con mal abordaje (no asegurar la vía aérea, no optimizar líquidos, no trasladar a tiempo, etc.) y, finalmente, a la presencia de fallas orgánicas secundarias a la exposición del tóxico (6).
Es importante que por datos clave, detectados e investigados intencionalmente en un examen general rápido, protocolizado, que incluya interrogatorio y exploración, se pueda considerar dentro de los diagnósticos diferenciales una probable intoxicación. Por lo tanto, ante la sospecha de una intoxicación aguda se pueda llevar una ruta terapéutica y diagnóstica estandarizada. Lo mencionado pasando desde la fase de estabilización general hasta la de destoxificación, de ser necesario. La exposición a un tóxico o veneno y sus efectos adversos se pueden convertir en emergencias médicas de gran magnitud, por lo que muchos autores las consideran como: “Trauma múltiple de origen químico” 7. El manejo general del paciente intoxicado pediátrico y/o del paciente adulto se puede clasificar para su atención en tres fases: emergencia, apoyo o soporte vital y destoxificación.
Manejo del paciente intoxicado.
El manejo se basa en tres principios generales, que involucra el abordaje inicial y pruebas de laboratorio y gabinete, terapéutica aplicada, detección de complicaciones y la limitación de daños, dichas acciones se resumen en la figura 1.
Fase de emergencia.
La atención del paciente intoxicado se inicia en el mismo lugar donde ocurrió la intoxicación. Siempre que sea posible debe realizarse por personal preparado para atención de urgencia pre hospitalaria o en su caso por médicos instruidos en la atención del paciente crítico traumatizado. Se deben llevar a cabo los siguientes pasos (8):
En esta fase, si se tratara de un desastre químico , la evacuación y manejo inicial de las posibles víctimas se debe llevar a cabo por equipos especiales de manejo de materiales peligrosos (HAZMAT) (13).
Fase de apoyo vital.
Esta fase del manejo del paciente pediátrico intoxicado se realiza tanto en el ámbito pre hospitalario como en el servicio de urgencias, y tiene como objetivo principal la estabilización del paciente.
Evaluación general.
Ésta se debe realizar en un lapso de 15 a 20 segundos para categorizar si el paciente presenta alguna alteración a nivel de la apariencia, respiración o sistema circulatorio que pongan inminentemente en riesgo al infante (14), mediante la acción “All in one look (todo en una mirada)”, como lo propone el triángulo de evaluación pediátrica (TEP), y esta acción se debe de realizar al llegar al servicio de urgencias (15). La presencia de cualquiera de los ítems que se enlistan en la figura 2 indica que el lado del triángulo correspondiente esta alterado (14).
Una vez que se ha categorizado el estado de salud del paciente las acciones a seguir son:
a) Activar y solicitar ayuda del equipo hospitalario de respuesta.
b) Iniciar oxigeno a flujo libre, en caso de ser necesario.
c) Iniciar la valoración primaria.
Valoración primaria.
Una vez evaluado el TEP, y haber iniciado las medidas iniciales en caso necesario, se procede a la evaluación primaria, la cual al igual que en la mayor parte se basa en el acrónimo ABCDE(14,15), y nos dicta el orden de prioridad de atención, y de esta forma sistematizamos la atención sin pasar por alto algún punto débil en la cadena de atención. Cada equipo sanitario tiene sistemas de organización establecidos, con tareas definidas para cada uno de los miembros y un líder que coordine y supervise las acciones realizadas. Las acciones de este proceso las hemos resumido brevemente en la figura 3, con énfasis en los pacientes con sospecha de intoxicación.
Evaluación secundaria.
Tras haber realizado una evaluación general e identificar los potenciales eventos de riesgo del paciente, y haber estabilizado las condiciones que ponen en riesgo la vida, podemos pasar a la anamnesis y la exploración física detallada. Debemos de recordar que este paso debe de esperar hasta que hayamos completado el TEP y el ABCDDE, ya que saltarnos estos pasos retrasan la atención inmediata del niño (14). Este punto su función esencial es obtener una breve historia clínica del episodio, exploración física dirigida y un diagnóstico inicial. Una opción adecuada es el uso del acrónimo SAMPLE para el interrogatorio sobre los antecedentes de los pacientes (figura 4).
Un punto crucial en el abordaje del paciente pediátrico intoxicado es la exploración física ya que esta puede darnos datos importantes para fundamentar o confirmar nuestra sospecha de agente toxicológico y así de este modo realizar una atención detallada, por ejemplo:
A diferencia de los adultos; en quienes la muerte súbita es secundaria a trastornos de la conducción a nivel cardiaco; el paciente pediátrico debe recibir tratamiento oportuno y de ser necesario maniobras de reanimación básica desde que se detecta alguna alteración del TEP, antes de que estos estados se prolonguen más y causen condiciones que incrementan de manera exponencial la mortalidad de los infantes 14,19,23. (14,19,23)
Diagnóstico inicial del paciente pediátrico intoxicado.
Durante el proceso de estabilización, si las condiciones lo permiten, se pueden iniciar maniobras para establecer el diagnostico etiológico de la probable intoxicación del paciente.
La siguiente metodología es un abordaje rápido durante la fase de apoyo vital, lo cual es una
orientación diagnostica inmediata y eficaz al interrogar y explorar datos que varios agentes tóxicos
modifican (pupilas, estado de alerta, perfusión, respiración, etc.). Este proceso debe de realizarse
durante la fase crítica del abordaje para iniciar lo más pronto posible un tratamiento específico y
siempre debe de complementarse después a través de un interrogatorio profundo y la integración de
Toxindromes (en caso de existir). Además del SAMPLE; ya utilizado durante la fase
de apoyo vital; el medico debe hacerse tres preguntas importantes:
El abordaje de un paciente intoxicado a veces es tan delicado y preciso que es un proceso casi detectivesco, en el cual todos los elementos de la escena pueden orientarnos, pero sin duda la clínica es mandataria en el proceso de identificación o sospecha del agente toxico (12,17,24,26,27) ,las principales manifestaciones clínicas de los principales agentes tóxicos en la Tabla 1.
Tabla 1. Características clínicas observadas en pacientes con intoxicación por diversas sustancias.
Toxico |
Manifestaciones Neurológicas |
Pupilas |
FC |
FR |
TA |
Tº |
Otras |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Alcohol |
Delirio |
⊚ |
↑ |
↓ |
↑ |
↓ |
Crisis convulsivas, síndrome de abstinencia |
Anfetaminas |
Alucinaciones |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Hiperreflexia |
Antidepresivos tricíclicos |
Agitación |
◉ |
↑ |
↓ |
↑ |
↓ |
Arritmias/convulsiones. |
Antihistamínicos |
Letargo |
◉ |
↑ |
↓ |
↑ |
↑ |
|
ASA |
Agitación |
⊚ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Acidosis metabólica |
Atropina |
Delirio |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Crisis convulsivas |
Barbitúricos |
Coma |
Arreflexia |
↑ |
↓ |
↓ |
↓ |
Arreflexia |
B-Bloqueadores |
Letargo |
👁 |
↓ |
↓ |
↓ |
↓ |
Crisis convulsivas |
Bloqueadores de canales de calcio |
Agitación |
👁 |
↓ |
↓ |
↓ |
↓ |
|
Cafeína |
Alucinación |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Hiperreflexia |
Carbamatos |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↑ |
↓ |
|
Cianuro |
Letargo |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Olor a almendras dulces |
Dióxido de carbono |
Letargo |
◉ |
↑ |
↑ |
↓ |
↓ |
Piel rosada, rubicundez |
Cocaína |
Alucinaciones |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Acidosis metabólica |
Estramonio |
Alucinaciones |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
|
Fenotiazinas |
Coma |
⊚ |
↑ |
↓ |
↓ |
↑ |
|
Haloperidol |
Insomnio |
⊚ |
↑ |
↓ |
↓ |
↑ |
|
Hipoglucemiantes |
Coma |
◉ |
↓ |
↓ |
↓ |
↓ |
Crisis convulsivas, somnolencia |
IMAO |
Confusión, desorientación |
◉ |
↑ |
↓ |
↑ |
↑ |
Rabdomiolisis |
Insecticidas |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↑ |
↓ |
|
ISRS |
Confusión |
◉ |
↑ |
↓ |
↑ |
↑ |
Rabdomiolisis |
Nicotina |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↑ |
↓ |
|
Opiáceos |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↓ |
↓ |
|
Opioides |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↓ |
↓ |
|
Organofosforados |
Coma |
⊚ |
↓ |
↓ |
↑ |
↓ |
Olor a ajo |
Salicilato de Metilo |
Agitación |
⊚ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Diaforesis profusa |
Sedantes |
Sedación |
⊚ |
↑ |
↓ |
↓ |
↓ |
|
Teofilina |
Alucinaciones |
◉ |
↑ |
↑ |
↑ |
↑ |
Hiperreflexia |
Evaluación terciaria.
Como ya hemos visto, la mayoría de los casos el diagnóstico de intoxicación es de exclusión, motivo por el cual el uso de paraclínicos y de gabinete se realizará de acuerdo a las características que presenta el paciente, cuadro clínico, fallas orgánicas y las complicaciones observadas.
El abordaje inicial deberá de incluir citometría hemática, química sanguínea completa, electrolitos séricos (incluidos Ca, Mg, P), pruebas de funcionamiento hepático (incluido amonio), examen general de orina, gasometría arterial y venosa, perfil toxicológico, niveles séricos de tóxicos (barbitúricos, anticomiciales, benzodiacepinas, inmunosupresores, digitálicos, etc.) (28,29). El análisis toxicológico sin orientación ni sospecha clínica es poco útil, ya que puede proporcionar falsos positivos, derivado de la determinación cualitativa mas no cuantitativa, incrementando los costos de atención y el uso de recursos de manera innecesaria (30), y así mismo el no poder cuantificar diversos agentes tóxicos, no nos permite distinguir si se encuentran en niveles no tóxicos, y se ha observado que la medición de niveles séricos o urinarios no afecta en el manejo inmediato del paciente intoxicado (31).
Al ingreso se debe de calcular la brecha aniónica (Na + K - (Cl [mEq/L] + HCO3 + 12)), ya que esta nos puede aproximar a algunas condiciones toxicológicas cuando se encuentra elevación de la misma, relacionada con el incremento en las concentraciones de ácidos (aniones), producto del metabolismo endógeno; como lo son los estados de hipoxemia grave y lactacidemia; o exógenos; procedentes de ciertos tóxicos como salicilatos o metanol (32,33).
En ciertas intoxicaciones; debido al alto riesgo de cardiotoxicidad, se deberá de solicitar electrocardiograma, enzimas cardiacas, en incluso en casos de falla cardiaca aguda o de rápida instauración, ecocardiograma (26,34,35)26,34,35. Ante la presencia de trastornos concomitantes y aparición de datos de respuesta inflamatoria sistémica se deberá de realizar la determinación de reactantes de fase aguda; como parte del abordaje de un proceso infeccioso sobre agregado; tales como velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva, Procalcitonina y cultivos microbiológicos (36). El uso de auxiliares imagenológicos nos puede orientar en algunos casos en específico como, el uso de la radiografía (neumonitis, broncoaspiración, cuerpos extraños, metales pesados, cápsulas, hierro, mercurio, etc.), el uso del ultrasonido a la cabecera del paciente, así como de la tomografía se reservan de acuerdo al contexto clínico de los pacientes y de acuerdo a la afectación orgánica que presente el paciente (37-39).
Descontaminación
Este proceso es de vital importancia ya que se usa para disminuir la absorción del agente toxico, y puede ser: gastrointestinal, dérmica y ocular, si bien no existe la descontaminación respiratoria; en caso de que el toxico haya sido inhalado, la indicación es retirar del ambiente contaminado y administrar oxígeno a altas concentraciones, y valorar el uso de broncodilatadores o terapias de soporte respiratorio (24-40).
Descontaminación ocular
El tejido ocular puede participar dentro de procesos de absorción percutánea de productos liposolubles, procesos de quelación iónica, por ello es que si la vía de entrada es esta se debe de realizar la irrigación ocular inmediata con solución salina o agua durante 15 a 20 minutos, sin usar otras sustancias o medicamentos de aplicación oftálmica (41-42).
Descontaminación dérmica
La piel ofrece una superficie de absorción amplísima, por lo que si el contacto con el tóxico es mediante esta vía se deben de llevar acciones para limitar y, de ser posible, frenar el proceso de absorción. Al igual que en todos los procesos, lo primordial es priorizar la seguridad del personal, por lo que se deberá de usar equipo de protección personal antes de iniciar este proceso. El punto inicial es remover la ropa contaminada, posteriormente lavar la piel del paciente (ducha, esponja, lienzos), con especial cuidado en las zonas de pliegues, debajo de las uñas y la piel cabelluda, y este proceso debe de realizarse por lo menos dos veces (17,40,43-45).
Descontaminación digestiva
Esta es la vía más frecuente de entrada de agentes tóxicos, sin embargo, estos solo deben de realizarse si se cumplen los siguientes criterios:
Existen diversas opciones para disminuir la absorción del agente, y a continuación se describen en términos generales las mismas:
Antídotos.
Si bien el uso de los antídotos es importante en el manejo del paciente intoxicado; sobre todo en aquellos casos que tengan un antídoto en específico; su uso en muchas ocasiones no es tan frecuente debido a que algunos de estos antídotos son son difíciles de obtener, generalmente por tener elevado precio, corta caducidad, indicaciones excepcionales o tratarse de medicación extranjera. En la Tabla 2 se recogen los principales antídotos usados en pediatría y su posología.
Tabla 2. Principales antídotos usados en pediatría.
Toxico |
Antidoto |
Dosis |
Antidepresivos tricíclicos |
Bicarbonato |
1 a 2 mEq/kg en bolo intravenoso |
Anticolinérgicos |
Fisostigmina |
Dosis inicial lenta de 0.02 mg/kg (dosis máxima: 0.5 mg por dosis) vía intravenosa o intramuscular. Se puede repetir dosis cada 5 a 10 minutos hasta respuesta o hasta dosis máxima de 2 mg/dosis. |
Benzodiazepinas |
Flumazenil |
0.2 mg vía intravenosa en 15 segundos, puede repetirse dosis de 0.1 mg en intervalos de 60 segundos, hasta una dosis máxima de 1.0 mg |
Betabloqueadores |
Glucagón |
Niños: 0.03 a 0.15 mcg/kg en bolo intravenoso Adultos: 0.05 a 0.15 mg/kg en bolo intravenosos |
Cumarinicos |
Vitamina K |
Dependiendo de la dosis toxica Iniciar con 5 a 10mg /día intramuscular |
Digital |
Anticuerpos específicos |
En ingesta aguda de cantidad desconocida: 10 viales (1 vial = 40 mg) intravenosos en niños y adultos Calcular la dosis en función de la intoxicación: A= 80 x mg digoxina x K; K= 1 (intravenosa/capsulas); K= 0.8 comprimidos/jarabe. |
Insulina |
Glucosa |
0.25 g/kg Seguida de perfusión continua con dosis en función de glucemia |
Isoniazida |
Piridoxina |
Inicio: 1 g por cada gramo de isonizida ingerida ( dosis máxima: 5 g) Si la dosis de isonizida es desconocida: 5 g intravenosos a 0.5 a 1 g/minuto hasta remisión del cuadro clínico. |
Metanol y etilinglicol |
etanol |
0.75 ml/kg intravenoso en solución glucosada a una concentración del 10% en 15 minutos, seguir con 0.1 a 0.25 ml/kg/h |
Metahemoglobinizantes |
Azul de metileno |
0.1 a 0.2 ml/kg de solución al 1% (1 a 2mg/kg). Se puede repetir a los 30 a 60 minutos. |
Monoxido de carbono |
Oxigeno |
El necesario para mantener saturaciones de oxigeno por arriba del 92% |
Opiaceos |
Naloxona |
0.4 mg a 2.4 mg intravenoso, subcutáneo o intramuscular, repetir cada 2 a 3 minutos (dosis máxima de 10 mg) |
Organofosforados |
Atropina |
2 mg intravenosos, repetir cada 5 a 10 minutos hasta atropinizacion. |
Paracetamol |
N acetil cisteína |
Via oral: 140 mg/kg inicial, seguir con 70 mg/kg cada 4 horas (hasta completar 17 dosis) Via intravenosa: 150 mg/kg diluidos en 200 ml de solución glucosada pasar en 1 hora, seguir con 50 mg/kg diluidos en 500 ml de solución glucosada al 5 % durante 4 horas, posteriormente 100 mg/kg diluidos en 1000 ml de solución glucosada al 5% durante 16 horas. |
Aunque si bien la mayoría de los casos las intoxicaciones no cursan con cuadros graves, algunos de los pacientes presentaran cuadros graves o severos o potencialmente letales; que ameritan sea valorado por la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), por la complejidad y el manejo continuo del paciente, para de este modo reducir el riesgo de mortalidad por esta condición. Se deben de considerar diversos criterios que son imprescindibles para su aceptación o no por parte de la UCIP, los cuales se recogen en la Tabla 3(3, 12, 17, 53, 54).
Tabla 3. Criterios de admisión a la UCIP
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2. Respiratorios.
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3. Hemodinámicos.
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5. Neurológicos.
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6. Metabólicas.
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7. Renales
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8. Hepáticas.
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9. Hematológicos.
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Las intoxicaciones son causa frecuente de consulta en la edad pediátrica; el médico de primer contacto, deberá abordar al paciente intoxicado considerando la recomendación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico para el manejo de las urgencias pediátricas. Todo niño intoxicado es un paciente rojo (atención inmediata), se debe seguir un proceso estandarizado para el abordaje multidisciplinario de la intoxicación, con una valoración inicial fundamentada en parámetros clínicos e inicio de tratamiento específico, si fuese el caso.
Contribuciones de Autoría: Concepción y diseño del artículo; Recolección de resultados; Análisis e interpretación de datos; Redacción del artículo; Revisión crítica del artículo; Aprobación de la versión final.
Financiamiento: Autofinanciado.
Conflictos de intereses: ninguno.
Recibido: Julio 05 2022
Aprobado: Septiembre 05 2022
Correspondencia: Víctor Juan Vera Ponce, M.C., Mgtr.
Dirección: Instituto de Investigacionesn en Ciencias Biomédicas de la Universidad Ricardo Palma.
Teléfono: +51 940072431
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