ARTICULO ORIGINAL
REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA HUMANA 2024 - Universidad Ricardo Palma
1 Dirección de Educación e Investigación en Salud, Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de
Especialidades de Puebla, Centro Médico Nacional “Gral. de Div. Manuel Ávila Camacho”, Instituto Mexicano
del Seguro Social, Puebla de Zaragoza, México.
2 División de Radiología, Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Especialidades de
Puebla, Centro Médico Nacional “Gral. de Div. Manuel Ávila Camacho”, Instituto Mexicano del Seguro Social,
Puebla de Zaragoza, México.
3 Facultad de Medicina, Universidad Popular Autonóma del Estado de Puebla, Puebla de Zaragoza,
México.
a Médico General
b Médico especialista en Imagenología
c Médico especialista en Pediatría. Maestro en Ciencias Médicas e Investigación
d Médico especialista en Cirugía General. Maestro en Ciencias Médicas e Investigación
f Médica especialista en Neurología
RESUMEN
Introducción: El cáncer hepático es la séptima neoplasia más frecuente a nivel mundial y la
segunda causa de mortalidad asociada directamente a cáncer. En México presenta una incidencia del 3.9%
en toda la población. A pesar de que la tomografía axial computada es el estudio diagnóstico inicial de
elección, el diagnóstico final se establece con el estudio anatomopatológico de la lesión.
Objetivo: Correlacionar los hallazgos tomográficos con el resultado histopatológico en pacientes
con lesiones hepáticas con sospecha de malignidad, a los que se les tomó biopsia dirigida por USG.
Material y métodos: Estudio descriptivo, de correlación, retrolectivo, homodémico y unicéntrico.
El tiempo de estudio fue de septiembre 2021 a febrero 2022. Se seleccionó a pacientes mayores de 18 años
con lesiones hepáticas sospechosas de malignidad, a los que se les realizó tomografía y biopsia guiada
por ultrasonido. Se utilizó pruebas de Shapiro-Wilk (de normalidad) y se utilizó ꭕ2 para un análisis de
asociación de variables categóricas.
Resultados: Se incluyeron a 24 pacientes, a los cuales se les realizó tomografía y biopsia de
lesión, encontrando un tamaño promedio de las lesiones de 2.39cm. Los resultados de la correlación entre
el diagnóstico tomográfico y el diagnóstico histopatológico definitivo no tuvieron significancia
estadística p=0.069.
Conclusiones: No se encontró correlación significativa entre el estudio histopatológico y los
hallazgos tomográficos en lesiones hepáticas sugerentes de malignidad.
Palabras clave: Neoplasias hepáticas; Biopsia; Tomografía computarizada por rayos X. (fuente:
DeCS-BIREME)
ABSTRACT
Introduction: Liver cancer is the seventh most common neoplasm worldwide and the second cause of
mortality directly associated with cancer. In Mexico it has an incidence of 3.9% in the entire
population. Although computed tomography (CT) is the imaging study of choice, the final diagnosis is
established with the anatomopathological study of the lesion.
Objective: Correlate the tomographic findings with the histopathological result in patients with
liver lesions with suspicion of malignancy, who underwent USG-guided biopsy.
Methods: Descriptive, correlation, retrolective, homodemographic and single-center study. The
study period was from September 2021 to February 2022. Patients older than 18 years with liver lesions
suspicious of malignancy were selected and underwent Computed Axial Tomography and ultrasound-guided
biopsy. Shapiro Wilk tests (for normality) were used and chi-square was used for an analysis of
association of categorical variables.
Results: Twenty-four patients were included, who underwent Tomography and lesion biopsy, finding
an average size of lesions of 2.39cm. The results of the correlation between the tomographic diagnosis
and the definitive histopathological diagnosis did not have statistical significance p=0.069.
Conclusions: No significant correlation was found between the histopathological study and
tomographic findings in liver lesions suggestive of malignancy.
Keywords: Hepatic neoplasms; Biopsy; X-ray computed tomography. (source: MeSH-NLM)
INTRODUCCIÓN
El cáncer hepático es la séptima neoplasia más frecuente a nivel mundial, en 2020 la Organización
Mundial de la Salud reportó una incidencia del 4.7% y la segunda causa de mortalidad (1, 2). En América
Latina y el Caribe la incidencia es de 2.7%. México la reporta en 3.9% en toda la población, con
predominio del sexo masculino de 4.1% (3).
Los principales factores de riesgo son: infección por el virus de hepatitis B, virus de hepatitis C,
alcoholismo e hígado graso no alcohólico, diabetes 2, obesidad y edad mayor de 60 años (6, 7). También
factores tan diversos como hipertensión arterial sistémica, pancreatitis, apnea del sueño,
osteoartritis, trasplante hepático y hepatitis autoinmune se asocian a la aparición de cáncer hepático
(8, 9).
Al inicio la enfermedad es asintomática. En el caso del carcinoma hepatocelular, los síntomas precoces
se asocian a cirrosis hepática en más del 60% (10). La sintomatología en
etapas avanzadas comprende
dolor abdominal, pérdida de peso, sensación de saciedad temprana, masa palpable en epigastrio y, en
ocasiones, síndromes paraneoplásicos que cursan con hipoglucemia, eritrocitosis, hipercalcemia, diarrea
y afecciones cutáneas (10). En cambio, en colangiocarcinoma que obstruye el
dren biliar, la
sintomatología puede ser: dolor abdominal (50%), pérdida de peso (40%), fiebre (20%), ictericia,
prurito, coluria y heces con coloración entre rojiza y café. La presencia de ictericia significa que la
enfermedad ha avanzado. Esta es la variante más agresiva del cáncer hepático (11,
12).
En pacientes con factores de riesgo para cáncer hepático se indican periódicamente estudios de
imagenología para detectar oportunamente lesiones cancerígenas. Las asociaciones Americana, Europea y
del Pacifico asiático indican: ultrasonido, marcadores tumorales séricos y tomografía en portadores de
cirrosis, hepatitis B, en espera de trasplante hepático, hombres mayores de 40 años y mujeres mayores de
50 (13).
La sospecha de malignidad en una lesión hepática indica la realización de resonancia magnética, que
muestra imágenes claras del tumor y permite clasificarlo en intrahepático o extrahepático, y éste en
hiliar o perihiliar (20).
El ultrasonido (USG) tiene una sensibilidad y especificidad variables, por lo que ante la duda o un
hallazgo anormal se realice tomografía axial computada (TAC). La colangiopancreatografía por resonancia
magnética se realiza para definir la localización del tumor, extensión y otros detalles que sirvan para
el tratamiento (21, 22, 23).
Una vez realizado el diagnóstico de cáncer hepático se estadifica para plantear el tratamiento médico y
quirúrgico. La clasificación propuesta por la American Joint Committee on Cancer (AJCC) estadifica el
cáncer hepático, es la más popular y sus definiciones establecidas en la octava edición del año 2017 se
encuentan vigentes. La AJCC es una clasificación TNM donde T es el tamaño del tumor, N la presencia de
nódulos y M la existencia de metástasis (24, 25)
El uso de TAC ha sido validado por ocho asociaciones como el primer estudio diagnóstico de elección en
sospecha de cáncer hepático, debido a que ayuda a definir las pautas para el seguimiento y el
tratamiento médico y quirúrgico (26, 27) sin embargo hay
pocas pautas que condicionen una sensibilidad y
especificidad entre los hallazgos por TAC y el estudio anatomopatológico. Fuera de esa característica no
existen estudios que exploren la correlación entre los hallazgos tomográficos con el resultado
histopatológico en pacientes con lesiones hepáticas sospechosas de malignidad (28).
MATERIAL Y MÉTODOS:
Se realizó un estudio analítico, de correlación, de 2021 a 2022. Se efectuó en pacientes con lesiones
hepáticas sospechosas de malignidad por TAC a los que se les realizó biopsia percutánea guiada por
ultrasonido, atendidos en un hospital terciario de Puebla, México.
Se incluyeron pacientes mayores de 18 años, con lesiones hepáticas sospechosas de malignidad, y que
además se les realizó biopsia de dichas lesiones. Se excluyeron pacientes que ya habían recibido
tratamiento oncológico, y se eliminaron los que solicitaron salir del estudio y que fallecieron durante
la realización del mismo.
Se realizó una hoja de recolección de datos para recopilar la información de los pacientes en la que se
incluyeron las variables: sexo, edad, factores de riesgo, diagnóstico por TAC y por histopatología, fase
de realce en TAC, ubicación del tumor por TAC y segmento que afectaba la lesión, tamaño del tumor y los
días que transcurrieron entre la realización del estudio de imagen y la toma de la biopsia.
Una vez que se reunieron a los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión, se obtuvo una
población a conveniencia del investigador de 24 pacientes.
Para el análisis estadístico se calcularon frecuencias y porcentajes, se utilizaron medidas de tendencia
central en las que se incluyó la media, la mediana y la moda, así como medidas de dispersión conformadas
por mínimo, máximo y desviación estándar.
Se utilizó pruebas de Shapiro Wilk (de normalidad), obteniendo una distribución normal (p=>0.5). Se
utilizó ꭕ2 para un análisis de asociación de variables categóricas, obteniendo p=>0.05. Se realizó una
base de datos en el procesador estadístico IBM SPSS Statistics pack versión 25, se introdujeron todas
las variables y los resultados de estas, se introdujeron en lenguaje numérico.
El protocolo fue aprobado por el Comité Local de Investigación en Salud. En todo momento se conservó el
anonimato de los pacientes participantes y los datos fueron utilizados únicamente con fines científicos.
RESULTADOS:
De una población total de 24 pacientes, se obtuvo que 10 (41.70%) fueron hombres y 14 (58.3%) mujeres,
la media de edad fue de 57.54 años.
La media de días que pasaron entre la realización de ambos estudios fue de 23.50 días con una desviación
estándar de 12.56 días, el tiempo que transcurrió fue de 2 días y el máximo de 50 días.
El tamaño de la lesión promedio fue de 2.39cm por medio de tomografía y lesión obtenida por biopsia.
La presencia de comorbilidades en la población muestra fue cirrosis hepática, con una prevalencia de
16.70%, sin embargo, la mayoría de los pacientes poseía uno o más comorbilidades obteniendo 54.20% de
prevalencia.
El diagnóstico tomográfico más frecuente fue metástasis en primer lugar n=9 (37.50%), seguido de hepatocarcinoma 6 (25%) y en tercer lugar tumoración hepática 4 (16.70%), el resto de los diagnósticos se expresan en la gráfica 2.
En cuanto a los segmentos hepáticos, la mayoría de los pacientes tenía tres o más segmentos de hígado afectados por el tumor 12 (50%), solamente un paciente no tenía ningún segmento afectado debido a que no se pudo demostrar la presencia del tumor por TAC y la fase que tuvo mayor realce por la tumoración fue la fase arterial 17 (70.80%) (Ver gráfica 3 y 4).
De las lesiones hepáticas de los 24 pacientes 15 (62.50%) resultaron positivas a malignidad mientras que 9 (37.50%) tuvieron un resultado negativo a malignidad, el principal diagnóstico histopatológico fue metástasis de adenocarcinoma 8 (33.30%), el resto de los diagnósticos se observan a continuación.
Los resultados de la correlación entre el diagnóstico tomográfico y el diagnóstico histopatológico
definitivo no tuvieron significancia estadística p=0.10 y la correlación fue de 0.61 lo que determina
una correlación débil.
DISCUSIÓN:
A pesar de que el estudio por TAC es ideal para el diagnóstico de cáncer hepático es necesario
distinguir las características de un tumor primario y un sitio de metástasis independientemente de la
clínica que presente el paciente, para esto se han realizado diversos estudios para poder distinguirlo y
se concluye que un tumor primario se establece más frecuentemente en el segmento 8 del hígado mientras
que las metástasis se expresan en el segmento 5 (29, 30).
En lesiones mayores de 2 cm, la TAC se considera el estándar de oro para la detección de neoplasias
hepáticas malignas con precisión diagnóstica de casi el 100%, sin embargo, cuando la lesión es menor su
sensibilidad disminuye hasta el 60% aproximadamente (31).
Se analizó a un total de 24 pacientes con lesiones hepáticas sospechosas de malignidad por un periodo de
seis meses, obteniendo una edad media de 57.54 años, correspondiendo la mayoría al género femenino lo
que coincide con las guías internacionales de cáncer hepático y de la vía biliar cuya predisposición por
el género aumenta en mujeres después de los 50 años, pero difiere de lo que se ha reportado en otros
estudios descriptivos de lesiones hepáticas donde casi el 60% de la población son hombres (22, 32, 33).
Por otro lado, la mayoría de la población incluida contaba con una variedad de comorbilidades, sin
embargo, al analizarlos de manera aislada la presencia de cirrosis hepática fue la característica que
más predominó y se estima que hasta el 80% de los pacientes alrededor del mundo que padece o padeció
carcinoma hepatocelular cuentan con este antecedente (34).
Otra comorbilidad reportada como causa fundamental en la aparición del cáncer hepático es la infección
previa por Virus de Hepatitis B y C el cual durante mucho tiempo se consideró como factor principal
desencadenante de esta neoplasia, sin embargo, en esta población los porcentajes alcanzaron el 4.20% del
total de la muestra incluida (35, 36).
En cuanto a los estudios de imagen, el método de imagen principal que se utiliza es el ultrasonido por
su costo bajo, sin embargo, la sensibilidad y la especificidad que ofrece es inferior a otras técnicas
de imagenología como la TAC sin embargo, por su clara dificultad en lesiones <1cm se sugiere que se
realice además una biopsia de la lesión para confirmar los hallazgos tal como se hizo en este estudio.
(37).
De igual manera en cuanto a las características que se obtienen por imagen se puede diagnosticar
hepatocarcinoma, por ejemplo, si en la TAC el principal hallazgo es un realce en la fase arterial
hepática sumado a un lavado en la fase portal se puede confirmar la presencia de una lesión neoplásica,
no obstante, en este estudio solamente el 12.5% de la población tuvo esta característica más del 60% no
tuvo realce por lo que si fue necesario realizar en todos los pacientes la confirmación por medio de
biopsia hepática (37).
En cuanto a los segmentos hepáticos, la mayoría de los pacientes tuvieron más de un segmento afectado
por la lesión esto debido al tamaño promedio de las lesiones de 2.39 centímetros mientras que el tamaño
máximo de tumor encontrado en pacientes que conformaron la muestra de este estudio fue de 3 centímetros.
Por otro lado, en lo que respecta al estudio de histopatología los principales tipos de lesiones
neoplásicas que se diagnostican son el colangiocarcinoma y el carcinoma hepatocelular siendo este último
el más común de los dos. (38).
Al correlacionar los hallazgos que se obtuvieron por tomografía axial computarizada y por histopatología
en las lesiones hepáticas sospechosas de malignidad se encontró que el diagnóstico principal dado por
estas dos herramientas fue de hepatocarcinoma (25%), por otro lado, en cuanto al colangiocarcinoma
visualizado por TAC únicamente se demostró en el 4.2% de la población, lo que difiere bastante con la
biopsia la cual se demostró en un 8.3%.
Al colocar los resultados en la tabla de contingencia para evaluación de pruebas diagnósticas, se tomó
en consideración la tomografía axial computarizada en la parte superior de la tabla y el estudio
anatomopatológico obtenido por biopsia guiada por USG, en el cual en cada columna se representó a los
casos positivos a malignidad obtenidos en ambos estudios y en cada fila la sospecha de malignidad.
Sumado a lo anterior, las posibilidades diagnósticas de ambas técnicas auxiliares en el diagnóstico de
patologías neoplásicas no fueron los mismos y no hubo una diferencia significativa entre la sospecha
diagnóstica que es dada por el estudio de imagenología en este caso la TAC y el estudio de confirmación
que es la toma de biopsia para posterior estudio de anatomía patológica.
Dentro de las limitantes del estudio de se encuentra que el tamaño de la muestra es menor a comparación
con estudios previos, sin embargo, esta limitante no impidió que se cumpliera con los objetivos del
estudio.
CONCLUSIÓN:
No se encontró correlación significativa entre el estudio histopatológico y los hallazgos tomográficos
en lesiones hepáticas sugerentes de malignidad.
Contribuciones de Autoría:
Los autores participaron en la génesis de la idea, diseño de proyecto, recolección e interpretación de datos, análisis de resultados y preparación del manuscrito del presente trabajo de investigación.
Financiamiento:
Los autores no recibieron ayuda o financiación para el presente trabajo.
Declaración de conflictos de intereses:
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Recibido:
24 de Octubre del 2023
Aprobado:
08 de Abril del 2024
Correspondencia:
Álvaro José Montiel-Jarquín
Dirección:
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