Experiences on nursing support in lactaries of industrial companies
Brenda Guadalupe RAMÍREZ PUERTA[1]
Yesica Yolanda RANGEL FLORES[2]
Recibido Aprobado |
: : |
05.03.2024 24.05.2024 |
Publicado |
: |
30.06.2024 |
RESUMEN: La participación de las mujeres en el
ámbito laboral ha sido señalada como uno de los determinantes más asociados con
la reducción de las tasas de lactancia, incluso, cuando existen políticas que
obligan a las empresas a cumplir con infraestructura, equipo y protocolos que
garanticen que esta práctica se prolongue. El
objetivo de este estudio fue
analizar las pautas de acompañamiento que opera enfermería en las salas de
lactancia dentro de empresas industriales de la ciudad de San Luis Potosí,
México. Se realizó un estudio de tipo cualitativo con diseño en teoría
fundamentada, en el que se entrevistó a nueve mujeres que tuvieron la
experiencia de haber usado lactarios de empresas en los últimos dos años. El
análisis se elaboró desde la propuesta de Strauss y Corbin
para teoría fundamentada. Los resultados permiten dar cuenta que el
acompañamiento profesional es percibido como importante para lograr conciliar
lactancia y trabajo, principalmente en lo que respecta a la habilitación de las
trabajadoras sobre las estrategias de almacenamiento, conservación y transporte
de la leche; en este sentido y, sin embargo, se identifican áreas de
oportunidad principalmente asociadas a que enfermería continúa basando su
perspectiva e intervención en el modelo médico hegemónico. Se concluye
necesario que a la par de impulsar nuevos marcos legales y normativos para la
conciliación de la lactancia y el trabajo, enfermería desarrolle protocolos de
acompañamiento que problematicen esta práctica como un fenómeno biopsicocultural, y le retome más como un derecho de las
mujeres y sus hijos.
PALABRAS
CLAVE: Lactancia, Lactancia
materna, Extracción de leche materna, Trabajo, Política de Salud.
ABSTRACT: The participation of women in the workplace has been pointed out as one
of the determinants most associated with the reduction of breastfeeding rates,
even when there are policies that force companies to comply with
infrastructure, equipment and protocols that guarantee that this practice is
prolonged. The objective of this study was to analyze the support guidelines
provided by nursing in the lactatoriums of industrial
companies in the city of San Luis Potosí, Mexico. A qualitative study
was carried out with a grounded theory design, in which nine women who had the
experience of having used company lactators in the
last two years were interviewed. The analysis was developed from Strauss and
Corbin's proposal for grounded theory. The results show that professional support is
perceived as important to reconcile breastfeeding and work, mainly regarding
the empowerment of workers on milk storage, conservation, and transportation
strategies. Areas of opportunity are identified mainly associated with the fact
that nursing continues to base its perspective and intervention on the
hegemonic medical model. It is concluded that it is necessary that, while
promoting new legal and regulatory frameworks for the conciliation of
breastfeeding and work, nursing develops support protocols that problematize
this practice as a biopsychocultural phenomenon and
take it back more as a right of women and their children.
KEYWORDS: Lactation, Breast Feeding, Breast Milk Expression, Work, Health Policy.
COMO CITAR:
HOW TO CITE:
Ramírez Puerta, B. G. y Rangel Flores, Y. Y. (2024). Experiencias
sobre el acompañamiento de enfermería en lactarios de empresas industriales.
Mujer y Políticas Públicas, 3(1), 60-76. https://doi.org/10.31381/mpp.v3i1.6662
INTRODUCCIÓN
La lactancia materna ha reducido su práctica de forma dramática en todo el mundo, alcanzando tasas de apenas el 74% en el primer año de vida y del 46% para el segundo, mismas que a pesar de considerarse bajas, se sitúan por encima de las reportadas para México, país en el que la tasa se posiciona apenas en el 39% (González-Castell et al., 2020).
La baja prevalencia de lactancia en México, ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los problemas más importantes en materia de salud pública, por lo que ha establecido la meta de incrementar la tasa de lactancia materna exclusiva al menos al 50 % para el año 2025 (OMS, 2017), lo que se visualiza prácticamente imposible, teniendo en cuenta que, para 2022 la tasa de lactancia materna exclusiva alcanzó apenas el 33% y menos del 50% de los recién nacidos son puestos al seno materno dentro de la primera hora de vida (González-Castell et al., 2020).
Aunque son
diversos y complejos los determinantes sociales y biológicos que desalientan la
práctica de la lactancia, hemos decidido que esta investigación centre su atención en documentar las experiencias de
mujeres trabajadoras que han hecho uso de salas de lactancia dentro de empresas
industriales, dado que, en México hay 51.9 millones de mujeres de 15 años o más, de
las cuales 72% son madres, así como que, siete de cada diez mujeres que
acceden al empleo formal, son madres (Instituto Mexicano para la Competitividad
[IMCO], 2022a).
Decidimos estudiar este grupo específico, toda vez que
la evidencia científica ha documentado una relación
consistente y significativa entre la situación laboral y el destete precoz,
en México solo el 10.8% del 43% de las mujeres trabajadoras formales, refieren haber
amantado de manera exclusiva por seis meses (Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia [UNICEF], 2021).
Resulta también necesario, por otra parte, reconocer la deuda histórica que tiene el Estado con las mujeres y sus derechos reproductivos. Muchas mujeres continúan siendo orilladas a abandonar el trabajo remunerado para cumplir con las tareas reproductivas y de crianza, o presionadas para "decidir" entre trabajar o criar, viviendo derivado de esto, lactancias ineficaces, renuncias tempranas al amamantamiento o introduciendo leches artificiales de forma precoz (Instituto Nacional de las Mujeres [INM], 2017).
En el contexto antes descrito, ser mujer trabajadora y lactar, sigue constituyendo un reto en toda América Latina, no solo en materia de salud pública, sino también en el ámbito del crecimiento económico y la igualdad sustantiva, dada la existencia de las políticas endebles que se han construido hasta el momento para conciliar trabajo y lactancia (UNICEF, s.f.).
Un estudio realizado en Brasil, documentó la prevalencia de insatisfacción en madres trabajadoras que hacen uso de salas de lactancia, lo que asoció principalmente con la improvisación que enmarca la instalación de los espacios para la extracción de la leche, así como con el establecimiento de horarios y jornadas incompatibles con los procesos fisiológicos involucrados en la producción de leche y las preferencias culturales sobre esta práctica (Silva et al., 2023).
En tanto, otro estudio realizado en los Estados Unidos
de América, documentó en contraparte, que la experiencia de las mujeres
trabajadores se ve favorecida con la implementación de prácticas gerenciales
que flexibilizan los horarios y adecuan las jornadas, así como por la
implementación de intervenciones que promueven el acompañamiento entre colegas
(Wright, 2019).
Avanzar en la conciliación de la lactancia y el trabajo, no sólo es un tema de salud pública, también lo es de derechos humanos, justicia social y empoderamiento de las mujeres. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO, 2022b) ha reconocido que la ausencia de políticas de conciliación entre maternidad y trabajo, contribuye sustancial y directamente a la discriminación basada en género, la violación de derechos reproductivos, y en general, representa un obstáculo en el crecimiento profesional de las mujeres, llegando a condicionar incluso, su salida definitiva del mercado laboral.
Con base en lo antes expuesto y atendiendo mandatos internacionales, el Estado mexicano ha instado a las organizaciones y empresas a comprometerse en la procuración de estrategias que garanticen los derechos del binomio respecto a la lactancia, para lograrlo ha construido narrativas que aluden al hecho de que hacerlo incrementa su valor y contribuye a la existencia de un mejor ambiente laboral, además, potencia su atractivo para la inversión nacional y extranjera, al hacer evidente su compromiso con el desarrollo sostenible (Organización Internacional del Trabajo [OIT], 2014).
Las estrategias de conciliación implican contar no solo con infraestructura y personal, sino también con protocolos de acompañamiento. La ausencia espacios exclusivos para extraer la leche y almacenarla, así como el no poder acceder a información completa y científica sobre este proceso, contribuye a que las mujeres no se sientan cómodas y acogidas durante el uso de las salas de lactancia, y esto, a su vez, sumar a las razones por las que abandonen precozmente dicha práctica (Adhanom y Lake, 2017).
Un estudio multicéntrico realizado en México, refirió que el contar con salas de lactancia dentro de las empresas, contribuye a la prolongación de la lactancia, en este contexto es preciso puntualizar que esto implica que más allá de contar con un espacio físico, se garantice también el asesoramiento profesional en temas relacionados con la extracción, la conservación y el transporte de la leche humana (Gil-Estevan y Solano-Ruiz, 2017).
Otros factor que se ha documentado contribuyente con una mejor experiencia en el uso de las salas de lactancia, es el que el personal posea conocimiento de la legislación disponible en torno a la protección de la maternidad, que planeen intervenciones de promoción de la lactancia en el lugar de trabajo, que den los apoyos gerenciales para modificar horarios, jornadas y procesos; así como que, además del acompañamiento profesional, se refuerce la práctica de la lactancia entre compañeros de trabajo (Gil-Estevan y Solano-Ruiz, 2017).
En el tenor de lo antes descrito, el objetivo de este estudio se dirigió hacia analizar cuáles son las pautas de acompañamiento que opera enfermería en las salas de lactancia dentro de empresas industriales de la ciudad de San Luis Potosí, en México.
MARCO TEÓRICO Y/O ANTECEDENTES
La lactancia se inserta en el marco de los derechos sexuales y reproductivos, que a su vez son parte de los derechos humanos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Art., 4 (1917) y en la Ley General de Salud (LGS, 2018), consecuentemente, a ninguna mujer puede impedírsele el ejercicio del derecho a lactar, sino que por el contrario, el Estado está obligado a garantizar que encuentre las condiciones necesarias para hacerlo, con el fin de potenciar su bienestar y el de sus hijos, así como para prevenir de enfermedades a corto y largo plazo al binomio (Consejo Nacional de Población [CONAPO], 2018).
En el marco de lo antes expuesto, el Estado Mexicano ha emitido el Proyecto de Norma Oficial Mexicana 050-SSA2 (2018) para el fomento, protección y apoyo a la lactancia materna, el cual puntualiza sobre la obligación de las empresas del sector público y privado, para crear y operar salas de lactancia que cumplan con ser espacios dignos, privados, higiénicos y accesibles, a los que las mujeres puedan acceder para amamantar, extraer y conservar adecuadamente su leche durante el horario de trabajo.
Dentro de esta norma se establece además, con carácter de indispensable, la obligatoriedad de vincular este instrumento con la Ley Federal del Trabajo (LFT, 2022), con el fin de garantizar el cumplimiento de, entre otras obligaciones, informar y capacitar al personal de las empresas y organizaciones de los sectores público, social y privado sobre la importancia de la lactancia, respetar y promover que las mujeres usen sus dos reposos extraordinarios de media hora al día o reduzcan una hora de su jornada laboral para amamantar o extraerse la leche, así como para impulsar la instalación de salas de lactancia en términos de las disposiciones aplicables.
En México, la Secretaría de Salud (SS) en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la UNICEF, elaboraron la “Guía para la instalación y funcionamiento de salas de lactancia”, un instrumento que pauta el fomento de una cultura de lactancia dentro de los centros de trabajo y hace recomendaciones puntuales sobre el uso y condiciones de los lactarios (SS, IMSS, UNICEF, STPS., 2021). Dentro de estos lineamientos destaca, la exigencia de que el centro de trabajo sea flexible en cuanto a la toma de pausas para lactancia, así como el que las salas de lactancia sean utilizadas exclusivamente para ese fin, de tal manera que se puedan conservar las características de higiene, privacidad, confortabilidad, tranquilidad y accesibilidad. En el mismo tenor, promueve que las políticas de las empresas apoyen a las mujeres que están lactando a través del establecimiento y coordinación con una red de voluntariado o con personal sanitario profesional que oriente en materia de lactancia.
Por su parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ha establecido como condiciones necesarias para la dignificación de la lactancia materna, que las salas de lactancia dentro de las empresas sean accesibles, idóneas, disponibles, de calidad y aceptables para las mujeres que harán uso de estas. Para dar cumplimiento con lo anterior, señala que es indispensable que exista personal de salud que esté vigilante de su uso y disponible en todo momento para instruir a las mujeres en materia de extracción, conservación y traslado de la leche materna (Consejo de la Judicatura Federal [CJF], 2021).
Diversas investigaciones han documentado que la instalación de salas de lactancia que cumplen con los lineamientos antes señalados, contribuyen positivamente a la lactancia y a la prolongación de su práctica, en tanto, evidencia el compromiso de las empresas de desempeñarse como socialmente responsables, garantizando condiciones que favorezcan aspectos psicosociales y de salud tanto en sus empleadas como en sus hijos, lo que a la larga, deriva en una mayor productividad del centro de trabajo (Ibarra-Ortega et al., 2020; Hernández-Cordero et al., 2022).
Un estudio realizado en Guadalajara (México) documentó una importante asociación entre la presencia de una sala de lactancia en el lugar de trabajo, y una mayor frecuencia y duración de la lactancia, habiendo un mayor número de madres trabajadoras que lograron amamantar a sus hijos e hijas por más de seis meses (Ibarra-Ortega et al., 2020).
Las políticas de conciliación trabajo y lactancia deben
incluir la consejería de un responsable de salud o de una persona voluntaria
que coordine el lactario y aconseje sobre las técnicas de extracción,
almacenamiento y transporte de la leche materna. Esta persona deberá anticipar
acciones para cuando la mujer vuelva al trabajo una vez finalizada su licencia
de maternidad, asegurándose de otorgar información acerca de los métodos de
extracción y conservación de la leche materna, así como sobre sus derechos en
cuanto a la lactancia (Contreras, 2018).
La Guía para la instalación y funcionamiento de salas de lactancia, en el apartado 3.2. “responsable de la sala de lactancia” establece como tareas designadas de esta persona responsable, el difundir la existencia de la sala de lactancia entre la comunidad, el promover y asegurarse del uso adecuado de la sala de lactancia, el coordinar y verificar el adecuado mantenimiento y buen funcionamiento de la sala, así como el realizar propuestas de mejora.
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio de tipo cualitativo con diseño en
teoría fundamentada, ya que, lo que se pretende generar una teoría sobre la
complejidad del acompañamiento profesional de enfermería como parte de las
salas de lactancia dentro del entorno laboral. La teoría fundamentada permitió problematizar
las conductas y comportamientos humanos desde la complejidad de la interacción
con otras personas, en contextos determinados, poniendo el foco en revelar los
procesos sociales y culturales que enmarcan dicha interacción, y donde el
proceso de construcción de teoría toma como base las experiencias,
sentimientos, acciones/interacciones entre los distintos actores involucrados
(Vivar et al., 2010).
Se invitó a participar
a mujeres trabajadoras que durante los dos últimos años hubiesen vivido la
experiencia del uso de un lactario dentro de una empresa privada adscrita a las
zonas industriales del estado de San Luis Potosí. De forma inicial se recurrió al
muestreo por conveniencia, el cual consiste en elección de acuerdo con
la conveniencia del investigador, le permite elegir de manera arbitraria
cuántos participantes puede haber en el estudio. Conforme a las participantes
iniciales manifestaron voluntariedad y habiendo cumplido con los criterios de
elección, se inició el proceso de las entrevistas. El muestreo por conveniencia
se mantuvo a lo largo de todo el estudio, pero además se implementó la
estrategia de bola de nieve, la cual consiste en que los primeros participantes
dan pistas de otros participantes que por cumplir con los criterios de elección
podrían ser incluidos en el estudio (Ardila y Rueda,
2013).
El número de
participantes se determinó con base al criterio de saturación teórica, es
decir, hasta que las nuevas entrevistas ya no aportaron información nueva al
estudio y las categorías de análisis se mostraron bien consolidadas (Ortega-Bastidas,
2020).
Al ser las informantes mujeres trabajadoras de un
empleo formal y madres, los investigadores se adecuaron a sus rutinas de
tiempos y espacios, la mayor parte de las entrevistas se realizaron en sus
domicilios, fueron de tipo individual y con base en un guion semiestructurado. Todas
las entrevistas fueron audio grabadas, teniendo una duración de aproximadamente
60 minutos, en todo momento se garantizó la confidencialidad de la información
compartida, es por ello que, en esta publicación, los nombres reales han sido
sustituidos por solo el número de participación asignado, de igual manera, no
se ofrecen detalles que puedan develar la identidad de quienes participaron.
El análisis de
la información se hizo de manera manual bajo los
principios de la teoría fundamentada, recurriendo al método de codificación y categorización lo que permitió identificar
patrones y conexiones entre los datos.
RESULTADOS
La edad promedio
de las participantes fue 32.3 años, siete se situaban entre los 20 y 35 años, y
una era mayor de 40 años, la mínima de edad fue de 23 y la máxima de 42. Seis
refirieron vivir en matrimonio y tres madres solteras. En cuanto a educación,
cuatro tenían grado de licenciatura, tres de bachillerato y dos de secundaria.
Todas laborando en la zona industrial en diversas áreas como, comercio exterior
y compras 2 empleadas, control de calidad 2 empleadas, y 5 empleadas operarias.
Acompañamiento efectivo
Respecto a las
estrategias de acompañamiento que se narran satisfactorias y en dicho sentido
efectivas, se encuentra el haber recibido información sobre aspectos que no les
eran familiares y sobre los que no tenían información previa, particularmente
sobre las estrategias de almacenamiento y transporte de la leche materna:
P4: “Nos daban
información sobre la forma en la que tenías que vaciarlo a los biberones y del
tiempo de refrigeración…dijeron que teníamos que llevar los biberones de
preferencia de vidrio, igual podían ser los que tu usabas, nada más para
almacenarlos”
P5: “Te dicen que tienes que llevar tu
biberón de vidrio y que los tienes que llenar hasta ciertas onzas y ya la
refrigeras”
Las estrategias que
se siguen para dar esta información no son necesariamente verbales, se
complementan con la entrega de folletos que se explican, o que se colocan en
sitios de fácil acceso
P7: “Tienen como
folletos con información, ahí dice que si la extraes cuánto dura, como se
refrigera y todo eso”
P9: “Antes de salir
de incapacidad y después de que regrese en enfermería me dieron una hojita me
decía todo lo de extraer la leche, cuantas horas tenía que estar guardada”
P9: “Ahí [en la sala de lactancia] hay un
cuadro de una mamá extrayéndose la leche con el tira leches, en el cuadrito
viene la información de la leche, como se guarda y cuánto dura”
Recibir información e incluso obtenerla por escrito, se ha vinculado positivamente con
la permanencia en su práctica (López y Tejada, 2022), sin embargo, tal como
narran la intervención de enfermería, no podría hablarse realmente de una
actividad de consejería, entendiendo que esta va más allá de compartir
información de forma verbal o escrita, implica en el aporte teórico de Sánchez
(1997), sostener encuentros persona a persona en los que la información
compartida genera posibilidades de resignificación y cambios
constructivos.
Algunas de las narrativas evidencian que existen áreas de oportunidad
respecto al acompañamiento que hace enfermería con las madres trabajadoras y
lactantes, ya que las propias mujeres perciben que la intervención aporta
información superficial, incompleta y repetitiva, que no es suficiente para
sostener y prolongar su intención de lactar.
Desde las narrativas de estas mujeres, pareciese que la lactancia se
prescribe, se les dice que deben amamantar y que contarán con un espacio para
ir a extraerse la leche y un refrigerador para conservarla, sin embargo, no les
aconsejan sobre cómo hacerlo en lo operativo, como si se tratara de un instinto
y no de una práctica biopsicocultural que debe
aprenderse y significarse. Así puede apreciarse en las siguientes narrativas:
P1: “Me dijeron algo muy básico, que si era lo mejor para él [bebé],
que entre más le diera más iba a salir, que si me iba a controlar mi peso… la
doctora fue así de “¿estas lactando?”, “¿cuánto lleva lactando?”, “no vayas a
dejar de darle”
P3: “Dijeron que debe
de ser exclusiva, a libre demanda, que ayuda a bajar de peso, a desinflamar el
útero en seguida de que nace el bebé, que a ellos también les ayuda mucho en
sus defensas, y pues nada más, creo que era todo”
P2:
“Las enfermeras eran de que “ah, ya terminaste” “ah ok” y ya era todo, no
preguntaban de que “¿si te sigue no sé, saliendo leche?” o “¿Cómo te sacas la
leche?” o sea, ya en esa parte no se involucraron tanto”
Las limitaciones en
la participación de enfermería parecen estar asociadas a la prevalencia de una
mirada biomedicalizada sostenida en el modelo médico
hegemónico, un modelo que problematiza los procesos
salud-enfermedad-atención-cuidado exclusivamente en lo biológico, negando las
aristas psicológicas y sociales que enmarcan estas experiencias, e incluso,
como señala Menéndez (2020) “un modelo que no está pensado solo para cumplir
funciones curativas y preventivas, sino también de normatización,
de control y de legitimación”.
En este contexto, el
acompañamiento de enfermería en las salas de lactancia se percibe más enmarcado
en un mandato del Estado que, como un derecho humano del binomio, con esto, la
intervención se centra en la prescripción y no en el sostén del nodrizaje, lo importante es el líquido que escurre de las
mamas de las madres, no el proceso experiencial que tiene lugar cuando se
amamanta.
El único aspecto
social que llegó a figurar en el discurso, tiene que ver con la información que
se les hace llegar respecto a los tiempos de los que dispondrán para hacer uso
de la sala de lactancia, casi siempre previendo que este considere el menor entorpecimiento
de la productividad.
P2: “… en eso de que por cuanto tiempo tengo
ese permiso o ese goce de tiempo, y que por ley son 6 meses…”
En un contexto como el narrado, las políticas de aparente conciliación
entre lactancia y trabajo se erigen más como un ejercicio de biopoder en el que
la lactancia no solo se medicaliza, también se capitaliza, y en donde los
tiempos para hacer uso de las salas de lactancia responden más a las dinámicas
de producción que a las necesidades fisiológicas y culturales de cada mujer, en
este sentido, conviene problematizar, como ha propuesto Ilich (1975, p. 81), la iatrogenia que produce la biomedicalización en los procesos que se implican en la
producción y bajada de la leche, en el que no se reconoce como es que los
cuerpos de las mujeres asumen en un mismo momento, la sobrecarga del trabajo
reproductivo y del productivo.
Ausencia de acompañamiento
Algunas de las
narrativas compartidas, evidenciaron ausencias percibidas como importantes en
el acompañamiento, esto ocurrió particularmente, cuando se señaló que no
existía personal sanitario a cargo de las salas de lactancia.
P6: “Es que de hecho no había ni enfermería como tal, si hubiera una
especialista por decir una enfermera, un doctor…alguien a la que uno pudiera
preguntar y supiera, pero no había quien dijera nada de eso”
P5: “En esto la información es clave, porque
una no se sabe cuál es la manera correcta para extraerse, si no estás apegada a
un especialista …o no sabes de que la leche no se vaya a echar a perder o a contaminar,
todo ese tipo de cosas”
El no contar con
orientación profesional sobre el proceso de la lactancia se ha identificado en investigaciones
que nos anteceden, como una condición que desalienta la continuación de esta
práctica, razón por lo que, el Proyecto de Norma Oficial Mexicana 050-SSA2 (2018) para el fomento, protección y apoyo a la
lactancia materna, contempla necesario el que las salas de lactancia cuenten
con personal de salud que oriente a las madres trabajadoras sobre cómo hacer
uso de los equipos y los recursos, y es que, la evidencia científica señalan
como prioritario la capacitación profesional de las mujeres sobre lo anterior,
pero también en materia de sensibilización al total del personal, para respetar
los procesos y demandas que derivan de la experiencia de la lactancia (Olufunlayo et al., 2019).
Sobre las inquietudes
que las mujeres identifican como prioritarias, se encuentran principalmente,
las que tienen que ver con cuestiones que se asocian con la extracción, la
refrigeración y el traslado:
P1: “Yo investigué
por mi cuenta que tenía que estar refrigerada, sí iba a usar bolsitas que
fueran especiales o recipientes de vidrio, y del extractor… se me hacía muy
complicado lo de las extracciones”
P2: “No sabía que a
cierta temperatura es el tiempo de vida que tiene la leche”
P5: “No tenía claro
como transportar la leche hasta acá [a su casa], porque se abochorna y a lo
mejor aquí la vuelves a calentar y la leche ya no sirve, entonces dices “todo
el proceso que yo hice en el día no sirvió de nada”
P5: “Lo que no te
dicen es que te va a doler cuando te la estés extrayendo”
P8: “Nadie me
dijo como colocarse las copas extractoras, yo si me llegue a lastimar con
ellas, entonces creo que es importante una buena educación sobre cómo usarlas”
Investigaciones que
nos anteceden señalan que el desconocimiento en la extracción y la conservación
de la lactancia es una de las situaciones que mayor peso tienen para abandonar
la lactancia y optar por la introducción de sucedáneos, así como de que esto
ocurre con más frecuencia en las mujeres que trabajan (Fernández et al., 2022).
El no contar con una
fuente de información, crea insatisfacción en el uso de la sala de lactancia y
la percepción de que la empresa no tiene un interés real en favorecer la
lactancia, sino en cumplir con un mandato del Estado.
P3: “La empresa no me
ayudo en absolutamente nada, entonces el ver videos, el buscar información
aparte, fue lo que me ayudo a mí, para empezar a hacerme los masajes de cómo
hacerle como hacérmelos, cuanto tiempo”
P7: “Lo único que te
dicen es que por ley es una hora, que no te pases de ese tiempo, y que es por
seis meses”
P8: “…No me dieron ninguna información, solo
me dijeron que llevara mis cosas, pero tampoco me dijeron cuales…”
La política se
construye ajena a las necesidades de acompañamiento de las mujeres, como un
mero requisito, y es que al capitalismo realmente no ha encontrado el valor de
la lactancia, porque para este los cuerpos no se generizan y menos aun cuando
se reproducen, en tanto las empresas no evidencien un cumplimiento real e
integral de la política, las empresas continuarán siendo espacios que expulsen
a las mujeres, favoreciendo con esto su marginación, exclusión, la
discriminación de género y la feminización de la pobreza (Petry,
2020).
CONCLUSIONES
El objetivo de este estudio fue analizar las pautas de acompañamiento que opera enfermería en las salas de lactancia dentro de empresas industriales de la ciudad de San Luis Potosí, en México. Los resultados permiten dar cuenta de la importancia de contar con la presencia de enfermería dentro de las salas de lactancia en las empresas, pero también, de la existencia de áreas de oportunidad importantes en los procesos de consejería y acompañamiento que realiza enfermería en la actualidad, principalmente, en lo que respecta a la postura epistémica que sostiene su participación, la cual se sustenta completamente en un modelo biomedicalizante que poco problematiza las circunstancias psicológicas, sociales y culturales que se involucran en la lactancia. A la par de la construcción de marcos normativos y legales que garanticen la conciliación entre lactancia y trabajo, se hace necesario desarrollar protocolos que guíen la participación de enfermería en el proceso de acompañamiento.
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[1] Licenciada en Enfermería, Facultad de
Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, S.L.P.
México, A310815@alumnos.uaslp.mx.
[2] Doctora en Ciencias Sociales, Facultad de
Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, S.L.P.
México, yesica.rangel@uaslp.mx. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5673-6891