ARTICULO ORIGINAL
REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA HUMANA 2023 - Universidad Ricardo Palma
1 Universidad Ricardo Palma. Lima, Perú.
2 Instituto de Investigación en Salud Mental, Universidad Ricardo Palma. Lima, Perú.
RESUMEN
Introducción: El bullying, es un comportamiento perjudicial en contextos escolares, afectando la
vida de los estudiantes.
Objetivo: Identificar y comparar indicadores de comportamiento desajustado en estudiantes con
diferente propensión al bullying.
Metodología: Este estudio descriptivo y cuantitativo utilizó encuestas y un diseño comparativo
seguido de correlacional para evaluar comportamientos desajustados (estrés, baja autoestima, incivismo,
desajuste familiar, propensión a la violencia) en estudiantes secundarios de Lima y Callao. La muestra
no probabilística incluyó 1345 estudiantes de primer y segundo año, divididos en dos grupos según su
propensión al bullying (alto -Grupo E- y bajo -Grupo C-). Se aplicaron escalas de los inventarios
INDACPS y la Escala de Propensión al Bullying (EPB), analizando los datos con SPSS v.25 y Jamovi. Las
diferencias entre grupos se evaluaron mediante la prueba U de Mann-Whitney, y la correlación de
variables se determinó con la correlación de Spearman.
Resultados: El Grupo E tuvo niveles más altos de estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste
familiar y propensión a la violencia, con significancia estadística (p<0,001) en comparación al Grupo
C. Se encontraron correlaciones estadísticamente significativas entre la propensión al bullying y estos
indicadores, siendo más fuertes en la muestra total (p<0,001). Además, se observaron diferencias
significativas por sexo en estrés, baja autoestima, desajuste familiar y propensión a la violencia, pero
no en incivismo y propensión al bullying.
Conclusión: Los estudiantes con mayor propensión al bullying exhiben mayores niveles de estrés,
baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y propensión a la violencia. Lo que resalta la relevancia
de intervenciones integrales.
Palabras clave: bullying; estrés, autoestima, violencia (Fuente: DeCS BIREME)
ABSTRACT
Introduction: Bullying is harmful behavior in school contexts, affecting students' lives.
Objective: To identify and compare indicators of maladjusted behavior in students with different
propensities to bullying.
Methodology: This descriptive and quantitative study used surveys and a comparative followed by
correlational design to assess maladjusted behaviors (stress, low self-esteem, incivility, family
maladjustment, propensity to violence) in secondary students from Lima and Callao. The non-probabilistic
sample included 1345 first and second-year students, divided into two groups based on their bullying
propensity (high -Group E- and low -Group C-). Scales from the INDACPS inventories and the Bullying
Propensity Scale (BPS) were applied, analyzing data with SPSS v.25 and Jamovi. Differences between
groups were assessed using the Mann-Whitney U test, and variable correlation was determined using
Spearman's correlation.
Results: Group E had higher levels of stress, low self-esteem, incivility, family maladjustment,
and propensity to violence, with statistical significance (p<0.001) compared to Group C.
Statistically significant correlations were found between the propensity to bullying and these
indicators, being stronger in the total sample (p<0.001). Additionally, significant gender
differences were observed in stress, low self-esteem, family maladjustment, and propensity to violence,
but not in incivility and bullying propensity.
Conclusion: Students with a higher propensity to bullying exhibit higher levels of stress, low
self-esteem, incivility, family maladjustment, and propensity to violence, underscoring the importance
of comprehensive interventions.
Keywords: bullying; stress, self-esteem, violence (Source: DeCS BIREME)
INTRODUCCIÓN
El acoso escolar, comúnmente conocido como bullying, se refiere a un patrón de comportamiento perjudicial ejercido por uno o varios estudiantes hacia otros compañeros que se encuentran en una posición de desventaja en fuerza o poder. Este comportamiento puede manifestarse en diversas formas: abuso verbal, físico, psicológico o a través de medios cibernéticos, y se realiza específicamente con el propósito de causar daño a las víctimas (1 - 3)
La conducta de bullying conlleva un factor de riesgo significativo para las víctimas; se ha observado que pueden experimentar angustia psicológica, un rendimiento académico disminuido, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, escasas habilidades sociales y una baja autoestima (1, 4 - 6). Ante la presencia de este fenómeno, la actuación del docente es importante dentro del ámbito escolar, incidiendo positivamente en la satisfacción de la vida de los estudiantes, especialmente en aquellos que enfrentan situaciones de acoso escolar (7, 8).
Diversas teorías han intentado explicar el acoso escolar. Bandura, desde la perspectiva del aprendizaje social, postula que los estudiantes adoptan comportamientos agresivos al contar con modelos observables. Dollard sugiere que las conductas agresivas pueden derivarse de experiencias previas de frustración (9). Se ha identificado que los agresores suelen tener una percepción negativa de sí mismos en términos de rendimiento académico y entorno familiar, a menudo marcado por situaciones violentas, aunque suelen ser populares entre sus compañeros (10, 11).
A pesar de los avances en la comprensión del bullying, existe una laguna en el conocimiento sobre las diferencias específicas en indicadores psicosociales desajustados entre estudiantes secundarios con mayor y menor propensión a la conducta de bullying. Es crucial explorar más allá de las víctimas, enfocándose también en los perpetradores para desarrollar estrategias de intervención más efectivas (12). El objetivo principal de este estudio es identificar y comparar la manifestación de indicadores comportamentales desajustados, como el estrés, la baja autoestima, el desajuste familiar, el comportamiento de incivismo y la propensión hacia la conducta violenta, entre los victimarios de bullying y estudiantes que no manifiestan esta conducta.
MÉTODOS
Diseño y área de estudio
La presente investigación es un estudio descriptivo de encuestas, de carácter cuantitativo. Inicialmente se emplea un diseño descriptivo comparativo entre dos muestras diferenciadas, seguido de un diseño correlacional para identificar la relación entre cinco indicadores de comportamiento desajustado (estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y propensión a la violencia) en cada grupo de estudio seleccionado. El control de variables sociodemográficas y el diseño estadístico permiten inferir la relación entre determinados indicadores de comportamiento desajustado y la conducta de bullying (12).
Población y muestra
La muestra inicial consta de 1345 estudiantes de primer y segundo año de secundaria de colegios públicos y privados de Lima y Callao, seleccionados mediante muestreo no probabilístico por conveniencia. Se tuvo una distribución equitativa en términos de género, con 694 estudiantes hombres (51,6%) y 651 mujeres (48,4%). Se formaron dos grupos de estudio: el Grupo E (n=392), con estudiantes de alto nivel de propensión al bullying (por encima del percentil 75; es decir, 4 puntos o más en la escala), y el Grupo C (n=373), con estudiantes de bajo nivel de propensión al bullying (por debajo del percentil 25; es decir, 0 puntos). Para la evaluación de la correlación de entre los puntajes de propensión al bullying y los indicadores de comportamiento desajustado (estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y propensión a la violencia) se usó toda la muestra.
Variables e instrumentos
Se emplearon 5 escalas de los inventarios INDACPS (13), el cual aborda las dimensiones de Desajuste Familiar, Estrés, Baja Autoestima, Incivismo y la escala de Propensión a la Conducta Violenta (EPCV) y la Escala de Propensión al Bullying (EPB) elaborada especialmente para el estudio y dirigida a estudiantes secundarios. Cada Escala constaba de 8 preguntas, donde se evalúan experiencias relacionadas con una escala de valoración del 0 al 2 (0= nunca, 2= con mucha frecuencia y 1 = a veces), otorgando una puntuación máxima de 16 puntos por escala. A medida que la puntuación aumenta, reflejaba un mayor nivel en cada escala. Cabe señalar que cada dimensión o escala mostró una fiabilidad adecuada, evidenciada por sus coeficientes alfa: estrés (α=0,81), baja autoestima (α=0,83), incivismo (α=0,74), desajuste familiar (α=0,69) y propensión al bullying (α=0,77).
La EPCV evalúa la predisposición del individuo a exhibir actitudes asociadas con la impulsividad, ira y agresividad (13). En este estudio, se emplearon igualmente 8 ítems, valorados en una escala del 0 al 2 según la frecuencia de las características relacionadas con la propensión a la conducta violenta, donde un puntaje más alto indicaba un mayor nivel de esta propensión. Esta prueba demostró una fiabilidad adecuada (α=0,82).
La EPB evalúa la inclinación de los alumnos a participar en actos de bullying. Esta evaluación se llevó a cabo igualmente mediante 8 ítems calificados en una escala del 0 al 2, en función de la frecuencia de las conductas asociadas con el bullying. Puntajes más altos indican una mayor propensión a estas conductas. La prueba demostró una fiabilidad aceptable, con un coeficiente alfa de 0.77 (14).
Procedimientos
Las evaluaciones se realizaron de forma colectiva y presencial, con consentimiento informado y un tiempo asignado de aproximadamente 25 minutos. Se incluyeron datos sociodemográficos como tipo de institución educativa, distrito y sexo de los participantes. Los datos se organizaron en Microsoft Excel y se analizaron con SPSS v.25 y Jamovi.
Análisis estadísticos
Se aplicó la prueba U de Mann-Whitney para evaluar diferencias entre los grupos con diferentes niveles de propensión al bullying, y la correlación de Spearman para analizar las relaciones entre las variables y determinar el tamaño del efecto.
Se aplicó la prueba U de Mann-Whitney para evaluar diferencias de los puntajes de estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y propensión a la violencia; entre los grupos con diferentes niveles propensión al bullying (grupo E y C). De manera exploratoria, se comparó los puntajes de estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar, propensión a la violencia y al bullying de acuerdo al sexo, en el grupo E (15).
Posteriormente, se utilizó la correlación de Spearman para analizar las correlaciones existentes entre estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y propensión a la violencia con el puntaje de propensión al bullying (16, 17). Se calculó además el tamaño de efecto usando d de Cohen o Δ de Hedges, según corresponda; se consideró que si los valores de la medida de efecto eran de 0,2 a 0,49, la diferencia es pequeña; de 0,5 a 0,79, como moderada; de 0,8 a 1,29, grande; y ≥ 1,3, muy grande (18).
Aspectos éticos
Se obtuvo el consentimiento informado de los participantes y se instruyó cuidadosamente a los estudiantes sobre cada pregunta y respuesta del estudio, asegurando la ética en la recolección y análisis de los datos.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se puede observar la estadística descriptiva de los comportamientos desajustados y la propensión al bullying en la muestra de 1345 individuos. La media de la propensión al bullying es de 2,49, con una mediana de 2. El estrés presenta una media más elevada, situándose en 7,16, y una mediana de 7. Para la baja autoestima, tanto la media como la mediana son de 7. El incivismo muestra una media de 2,84 y una mediana de 2. Por último, el desajuste familiar tiene una media de 5,43 con una mediana de 5, y la propensión a la violencia registra una media de 4,49 y una mediana de 4. Todos los puntajes tuvieron una distribución no normal según la prueba de Shapiro-Wilk (p<0,001 para todas)
Variable (n=1345) |
Media |
Desviación estándar |
Mediana |
Percentiles |
|||||||||||||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
25 |
50 |
75 |
|||||||||||||||||||||||||||
Propensión al bullying |
2,49 |
2,76 |
2 |
0 |
2 |
4 |
|||||||||||||||||||||||
Estrés |
7,16 |
3,86 |
7 |
4 |
7 |
10 |
|||||||||||||||||||||||
Baja autoestima |
7 |
4,3 |
7 |
4 |
7 |
10 |
|||||||||||||||||||||||
Incivismo |
2,84 |
2,77 |
2 |
1 |
2 |
4 |
|||||||||||||||||||||||
Desajuste Familiar |
5,43 |
3,59 |
5 |
3 |
5 |
8 |
|||||||||||||||||||||||
Propensión a la violencia |
4,49 |
3,64 |
4 |
2 |
4 |
6 |
En la Tabla 2 muestra diferencias significativas entre los grupos de comparación (Grupo C) y de estudio (Grupo E) en aspectos relacionados con el bullying y sus variables asociadas. En cuanto al estrés, el Grupo E tiene una media más alta (8,64) que el Grupo C (5,58), con medianas de 9 y 5 respectivamente, y un valor de p menor a 0,001, reflejando un tamaño de efecto de 0,832, considerado grande. Similarmente, en baja autoestima, el Grupo E muestra una media de 8,27 y una mediana de 8, en comparación con la media de 5,74 y mediana de 5 del Grupo C, con un tamaño de efecto moderado de 0,595. Respecto al incivismo, el Grupo E presenta medias y medianas considerablemente mayores (4,97 y 5) frente a las del Grupo C (1,25 y 1), con un tamaño de efecto muy grande de 1,528. En desajuste familiar, las medias y medianas del Grupo E (6,9 y 7) superan a las del Grupo C (4,09 y 3), con un tamaño de efecto grande de 0,814. Finalmente, en propensión a la violencia, el Grupo E exhibe medias y medianas más altas (6,82 y 6) en comparación con el Grupo C (2,7 y 2), con un tamaño de efecto muy grande de 1,23.
Variables |
Grupos de comparación |
Media |
Mediana |
Valor de p* |
Tamaño de efecto† |
||||||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Estrés |
Grupo C |
5,58 |
5 |
<0,001 |
0,832 |
||||||||||||||||||
Grupo E |
8,64 |
9 |
|||||||||||||||||||||
Baja Autoestima |
Grupo C |
5,74 |
5 |
<0,001 |
0,595 |
||||||||||||||||||
Grupo E |
8,27 |
8 |
|||||||||||||||||||||
Incivismo |
Grupo C |
1,25 |
1 |
<0,001 |
1,528 |
||||||||||||||||||
Grupo E |
4,97 |
5 |
|||||||||||||||||||||
Desajuste Familiar |
Grupo C |
4,09 |
3 |
<0,001 |
0,814 |
||||||||||||||||||
Grupo E |
6,9 |
7 |
|||||||||||||||||||||
Propensión a la violencia |
Grupo C |
2,7 |
2 |
<0,001 |
1,230 |
||||||||||||||||||
Grupo E |
6,82 |
6 |
* Prueba U de Mann-Whitney. † Δ de Hedges
Grupo E (n=392): estudiantes de alto nivel de propensión al bullying. Grupo C (n=373):
estudiantes de bajo nivel de propensión al bullying.
La Tabla 3 muestra las correlaciones entre la propensión al bullying y los cinco indicadores de desajustes evaluados en el grupo E y en la muestra total. Todas las correlaciones, tanto en el grupo E como en el grupo total, son estadísticamente significativas (p<0,001). Se destaca que la correlación entre el bullying y el incivismo en el grupo de estudio es de 0,42, mientras que en la muestra total es de 0,55. Además, la relación entre el bullying y la propensión a la violencia muestra valores de 0,397 para el grupo de estudio y 0,478 para la muestra total. Se observa que las correlaciones son más elevadas en la muestra total en comparación con el grupo E. Respecto al tamaño del efecto de las correlaciones en el grupo de estudio, se encuentra que la relación entre el bullying y el estrés es de magnitud media (0,401), la relación entre el comportamiento de bullying y la baja autoestima es de 0,147, la relación entre el incivismo y el comportamiento de bullying es de magnitud media-alta (0,648), la relación entre el bullying y la propensión a la violencia es de 0,630, y la relación entre el bullying y el desajuste familiar es de un nivel moderado (0,518).
|
|
Estrés |
Baja Autoestima |
Incivismo |
Desajuste Familiar |
Propensión a la violencia |
|||||||||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Muestra total (n=345) |
Rho de Spearman |
0,324 |
0,248 |
0,555 |
0,337 |
0,478 |
|||||||||||||||||||||
Valor de p |
<0,001 |
<0,001 |
<0,001 |
<0,001 |
<0,001 |
||||||||||||||||||||||
Grupo de Estudio (n=373) |
Rho de Spearman |
0,161 |
0,147 |
0,420 |
0,268 |
0,397 |
|||||||||||||||||||||
Valor de p |
0,002 |
0,005 |
<0,001 |
<0,001 |
<0,001 |
||||||||||||||||||||||
Tamaño del efecto* |
0,401 |
0,383 |
0,648 |
0,518 |
0,630 |
* Tamaño del efecto calculado con R de Cohen
La Tabla 5 compara por sexo y muestra diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) en las escalas de estrés, baja autoestima, desajuste familiar y propensión a la violencia. En la escala de estrés, las mujeres presentan una mediana de 9 y los hombres de 8, ubicándose ambos en un rango medio. En cuanto a la baja autoestima, las mujeres tienen una mediana de 10, situándose en un rango alto, mientras que los hombres registran una mediana de 7. En el desajuste familiar, las mujeres muestran un puntaje superior con una mediana de 8, comparado con la mediana de 6 en hombres, situándose las mujeres en un rango alto. Respecto a la propensión a la violencia, ambos sexos se encuentran en un rango alto, pero las mujeres presentan una mediana más elevada de 8, en contraste con la mediana de 6 en hombres. No se observan diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres en la propensión al bullying y en la escala de incivismo, con ambos sexos situándose en un rango alto de la mediana.
Variables |
Sexo* |
Media |
Mediana |
Valor de p† |
Tamaño de efecto‡ |
||||||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Propensión al bullying |
Hombre |
6,17 |
5 |
0,879 |
0,012 |
||||||||||||||||||
Mujer |
6,2 |
5 |
|||||||||||||||||||||
Estrés |
Hombre |
8,12 |
8 |
<0,001 |
0,426 |
||||||||||||||||||
Mujer |
9,46 |
9 |
|||||||||||||||||||||
Baja Autoestima |
Hombre |
7,3 |
7 |
<0,001 |
0,665 |
||||||||||||||||||
Mujer |
9,76 |
10 |
|||||||||||||||||||||
Incivismo |
Hombre |
5,08 |
5 |
0,328 |
0,088 |
||||||||||||||||||
Mujer |
4,81 |
4 |
|||||||||||||||||||||
Desajuste Familiar |
Hombre |
5,26 |
6 |
<0,001 |
0,504 |
||||||||||||||||||
Mujer |
7,88 |
8 |
|||||||||||||||||||||
Propensión a la violencia |
Hombre |
6,21 |
6 |
0,001 |
0,409 |
||||||||||||||||||
Mujer |
7,76 |
8 |
* 226 hombres y 147 mujeres. † Prueba U de Mann-Whitney. ‡ Δ de Hedges
La Figura 1 exhibe las variables asociadas a la propensión de bullying en un gráfico radial, diferenciando entre el Grupo de Estudio (Grupo E) y el de Comparación (Grupo C). Se destaca una mayor incidencia en el incivismo, evidenciado por los puntajes concentrados en el percentil 80 en el Grupo E y en el percentil 25 en el Grupo C. Además, se observa la propensión a la violencia, donde los puntajes alcanzan el percentil 70 para el Grupo C y el percentil 35 para el Grupo E. Luego, se evidencia la presencia de estrés y desajuste familiar, ambos ubicados en el percentil 70 para el Grupo C y en el percentil 30 para el estrés y el desajuste familiar del Grupo E. Finalmente, se encuentra la baja autoestima, situada en el percentil 60 para el Grupo E y en el percentil 35 para el Grupo C. Estos puntajes se comparan con los percentiles de toda la muestra, la cual supera la media en su totalidad para el Grupo E, mientras que para el Grupo C presenta puntajes más bajos en todas las variables.
DISCUSIÓN
La investigación se enfocó en analizar los comportamientos desajustados exhibidos por los perpetradores de acoso escolar. Se observa una fuerte correlación entre los agresores el incivismo y propensión a la conducta violenta. Dado que el acoso escolar implica un patrón recurrente de comportamiento violento, es lógico esperar esta relación (1). Además, se suman a este fenómeno las conductas inmorales, cuyo fomento resulta crucial tanto en el ámbito escolar como en el entorno familiar, ya que influyen en el aprendizaje constante sobre la autoridad y las normas sociales (19). Este punto destaca el papel del profesorado en la prevención del acoso escolar, no solo estando preparados para intervenir, sino también para identificar el perfil del agresor y actuar de manera más efectiva (7).
Otro indicador que define el perfil del agresor es el desajuste familiar. La falta de funcionamiento adecuado en el entorno familiar conlleva al descuido del niño o adolescente, lo que puede dificultar su paso por la etapa escolar al carecer del apoyo necesario. Además, enfrentar problemas en casa puede llevar a un aprendizaje mal adaptativo ante la frustración, en línea con la teoría de Bandura, donde la violencia se aprende y se mantiene como una forma de adaptación. Cuando el menor carece de apoyo parental, experimenta un desequilibrio adaptativo y puede comenzar a manifestar agresiones u otros comportamientos asociados al acoso escolar (20, 21).
Los docentes también identifican la disfunción familiar. En un estudio de Carmona (2021), los docentes describen esta disfunción como la falta de participación de los padres en el cumplimiento de las expectativas educativas, como el interés, el vínculo familiar y la disciplina en el hogar. Este desinterés se relaciona con lo planteado por Enriquez et al. (2021), donde se menciona que los adolescentes expuestos a un entorno familiar disfuncional tienden a experimentar depresión y problemas emocionales.
La investigación revela una conexión entre la baja autoestima y los agresores, respaldando el estudio de Cabrera y Salazar (2022). Sin embargo, esta baja autoestima parece ser más una consecuencia que una causa del entorno familiar disfuncional, al igual que el comportamiento de acoso escolar, lo que sugiere que ambos problemas surgen como resultado de entornos familiares problemáticos, aunque no de manera directa.
En relación con el estrés, los perpetradores de acoso escolar tienden a presentar niveles ligeramente superiores a la media. Este dato se alinea con la capacidad de afrontamiento (22). No obstante, el estrés puede asociarse al rendimiento académico, ya que existe evidencia de una relación inversa entre el rendimiento escolar y el acoso, generando estrés prolongado al no cumplir con las demandas académicas, lo que puede derivar en distrés (22, 23).
Mediante la conformación de grupos extremos de mayor y menor puntuación en la escala de propensión al bullyingse ha podido identificar claramente que los sujetos adolescentes que muestran definidamente propensión al bullyingmanifiestan mayores niveles de estrés, de autoestima baja, de incivismo, de desajuste familiar y de propensión a la violencia, con las correlaciones más elevadas y altamente significativas en incivismo y propensión a la violencia.
Se sugiere que los estudios se centren en las características psicológicas del agresor de bullying, no solo en las de la víctima, ya que abordar ambos aspectos puede proporcionar soluciones más completas y efectivas. Este enfoque integral requiere la colaboración entre docentes, familiares y psicólogos educativos, quienes son especialistas en comportamiento y están más cercanos al problema. Su labor abarcaría desde la identificación de los desajustes familiares hasta la educación integral en valores cívicos y emocionales, enfocándose en el manejo del estrés y el fomento de la autoestima para promover una cultura libre de violencia.
Los hallazgos de este estudio sugieren la importancia de intervenciones específicas en el ámbito de la salud pública. Programas enfocados en la educación emocional y social, así como en el manejo del estrés y la autoestima, pueden ser clave en la prevención y el tratamiento del acoso escolar. La formación del personal docente en la identificación y manejo de estos comportamientos es esencial, tal como se indica en estudios previos (24). Además, la colaboración entre escuelas, familias y profesionales de la salud mental es crucial para abordar los desajustes familiares que pueden influir en el comportamiento de los estudiantes. Estas medidas podrían no solo disminuir la prevalencia del bullying, sino también mejorar el bienestar general de los estudiantes, como se evidencia en investigaciones recientes (25).
El estudio presenta limitaciones, como su naturaleza descriptiva que impide establecer relaciones causales. Además, el uso de un muestreo no probabilístico podría limitar la generalización de los resultados a otras poblaciones estudiantiles. Sin embargo, este estudio presenta también fortalezas significativas, incluyendo su enfoque comparativo y el uso de una amplia muestra. Estos aspectos permiten una visión detallada de las diferencias en el comportamiento psicosocial entre estudiantes con distintos niveles de propensión al bullying.
CONCLUSIÓN
Este estudio destaca significativas correlaciones entre la propensión al bullying y factores como el estrés, baja autoestima, incivismo, desajuste familiar y la propensión a la violencia en estudiantes de secundaria. Estos hallazgos enfatizan la necesidad de intervenciones integrales en el ámbito escolar, dirigidas a abordar estos aspectos psicosociales.
Contribuciones de Autoría:
Los autores participaron en la génesis de la idea, diseño de proyecto, recolección e
interpretación de datos, análisis de resultados y preparación del manuscrito del presente
trabajo de investigación.
Financiamiento:
Autofinanciado
Declaración de conflictos de intereses:
Los autores declaran no tener conflicto de interés.
Recibido:
13 de Noviembre del 2023
Aprobado:
31 de Diciembre del 2023
Correspondencia:
Héctor Hugo Sánchez Carlessi
Dirección:
Av. Alfredo Benavides 5440, Santiago de Surco 15039
Teléfono:
(01) 7080000
Correo electrónico:
hugo.sanchezc@urp.edu.pe
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