Introducción
A lo largo de la historia, el mundo ha enfrentado epidemias y pandemias devastadoras con consecuencias significativas para la salud, la economía y las estructuras sociales a nivel global. Diversos factores han contribuido a la rápida propagación de enfermedades infecciosas, entre ellos el incremento de los viajes, el comercio internacional, la migración, la urbanización acelerada, el crecimiento demográfico y el aumento de la densidad poblacional. Además, la insuficiente o inadecuada infraestructura sanitaria, junto con deficiencias en el saneamiento y el acceso a agua potable en áreas urbanas densamente pobladas, agrava estos riesgos.
Otros determinantes incluyen la interacción entre humanos y animales, la invasión de hábitats naturales, la deforestación y el comercio de vida silvestre, todos ellos vinculados a la propagación de enfermedades zoonóticas. Algunas de estas enfermedades han estado asociadas con la aparición de patógenos de alta letalidad, como SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) y el virus del Ébola, entre otros
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El cambio climático también influye en la propagación de enfermedades transmisibles, al modificar la distribución geográfica y aumentar la prevalencia de aquellas transmitidas por vectores, como la malaria y el dengue. Estas enfermedades han expandido su presencia hacia nuevas regiones, representando un desafío creciente para la salud pública mundial
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En mayo de 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante la 58.ª Asamblea Mundial de la Salud, adoptó el Reglamento Sanitario Internacional (RSI-2005) en respuesta al aumento de los viajes y el comercio internacional, así como al surgimiento y resurgimiento de enfermedades y otros riesgos para la salud pública con impacto global. Este reglamento, de carácter legalmente vinculante, entró en vigor el 15 de junio de 2007 y establece los criterios y mecanismos para la declaración de una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII)
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Una ESPII es declarada formalmente por la OMS y se define como "un evento extraordinario que se determina que constituye un riesgo para la salud pública de otros países a través de la propagación internacional de una enfermedad y que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada". Para su declaración, el evento debe cumplir con criterios específicos: ser "grave, repentino, inusual o inesperado", tener "implicaciones para la salud pública más allá de las fronteras del Estado afectado" y "poder requerir una acción internacional inmediata". En estos casos, los Estados tienen la obligación legal de responder con prontitud
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8
.
En Perú, tras la entrada en vigor del RSI-2005, se inició un proceso de evaluación de las capacidades básicas de vigilancia y respuesta, seguido de su implementación. Estas capacidades son evaluadas periódicamente mediante instrumentos estandarizados de autoevaluación y presentación anual de informes por parte de los Estados miembros ante la OMS
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.
La declaración de una ESPII por la OMS capta la atención internacional y genera respuestas por parte de gobiernos, medios de comunicación y la población en general. Asimismo, actúa como una alerta global ante la posible ocurrencia de una epidemia o pandemia, movilizando estrategias de gestión de salud pública a gran escala. Estas estrategias incluyen cuarentenas, restricciones de viaje y campañas de educación y comunicación en salud pública, con el fin de orientar a la población hacia la adopción de medidas preventivas frente al agente causal identificado
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Desde la adopción del RSI-2005, la OMS ha declarado ocho ESPII, cada una con impactos diferenciados en Perú, poniendo a prueba su capacidad de vigilancia y respuesta. El presente artículo tiene como objetivo analizar el impacto sanitario de las ESPII y la respuesta del país en el marco del RSI-2005.
Métodos
Diseño de estudio.
El presente estudio es de tipo descriptivo y se basa en el reporte de eventos. Se realizó un análisis documental utilizando fuentes de información secundaria, con una recopilación y revisión de las ESPII declaradas por la OMS desde la adopción del RSI-2005 hasta la fecha. Se analizaron los impactos de estas emergencias en el país en distintos aspectos, entre ellos la salud pública, reflejados en indicadores como morbilidad, mortalidad, letalidad e implementación de medidas de respuesta.
Variables y fuente de datos.
Se analizaron las siguientes variables: denominación de la ESPII, lugar de origen, agente causal identificado, fecha de declaración, evolución global, fecha de término, lugar y fecha de introducción en Perú, tiempo transcurrido entre la declaración de la ESPII y la confirmación del primer caso en el país, impacto sanitario en términos de incidencia, mortalidad y letalidad, así como las principales medidas de respuesta implementadas.
Las unidades de análisis fueron las ESPII declaradas por la OMS. El periodo de análisis comprendió desde 2005 hasta septiembre de 2024. Las fuentes de datos incluyeron publicaciones de organismos internacionales como la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así como de instituciones nacionales como el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), el Ministerio de Salud y el Gobierno del Perú.
Los datos sobre casos y defunciones por influenza A(H1N1)-2009 se obtuvieron del artículo “Mortalidad relacionada a influenza A H1N1 en el Perú durante la pandemia en 2009-2010”
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Las cifras de defunciones por COVID-19 se extrajeron de la Plataforma de Datos Abiertos del Gobierno del Perú
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y los casos de Monkeypox se obtuvieron de la página web Mpox cases - Americas Region de la OPS
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Además, se utilizaron estimaciones de la población del país proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú correspondientes al año de declaratoria de cada ESPII.
Como indicadores de impacto sanitario, se calcularon la tasa de incidencia acumulada (TIA), la tasa de mortalidad acumulada (TMA) y la tasa de letalidad acumulada (TLA).
Análisis de datos.
Los datos fueron organizados en una hoja de cálculo de Excel. Se realizó un análisis descriptivo univariado mediante el recuento de casos por tipo de evento y el cálculo de tasas de incidencia, mortalidad y letalidad. Asimismo, se resumieron de manera descriptiva las medidas implementadas en respuesta a cada tipo de evento. Los resultados se presentan en tablas y gráficos.
La TIA se calculó de la siguiente manera: (Total de casos ocurridos durante la ESPII/población estimada del año en que se declaró la ESPII) x 1000. La TMA se calculó de la siguiente manera: (Total de muertes ocurridas durante la ESPII/población estimada del año en que se declaró la ESPII) x 1000. La TLA se calculó de la siguiente manera: (Total de muertes ocurridas durante la ESPII/ Total de casos ocurridos durante la ESPII) x 100. Se calcularon tasas brutas a nivel de país, sin realizar ajustes por ningún criterio.
Aspectos éticos.
Este estudio se basó en fuentes de información públicas de libre acceso. Dado que se analizaron eventos y no se utilizaron variables o datos que permitieran la identificación de individuos, no fue necesario solicitar la aprobación de un comité institucional de ética en investigación.
Resultados
Desde la adopción del RSI-2005 hasta agosto de 2024, la OMS ha declarado ocho ESPII:
Influenza A(H1N1)-2009 (2009–2010).
Fue la primera ESPII declarada por la OMS. Se detectó inicialmente como conglomerados de casos de síndromes respiratorios en México y Estados Unidos. El agente causal correspondió a un nuevo subtipo de influenza A(H1N1), que se propagó rápidamente, lo que llevó a la OMS a declararla ESPII el 25 de abril de 2009. En Perú, el primer caso se confirmó dos semanas después de la declaración y la primera muerte ocurrió un mes después. En junio de 2009, la OMS declaró la pandemia, que se extendió hasta agosto de 2010. En respuesta, el país implementó estrategias para la detección oportuna y el control de la pandemia (Tablas 1 y 2). La enfermedad afectó a todos los departamentos del país, con casos y defunciones confirmadas (Figura 1).
Poliomielitis (2014 - presente).
En 2014, la propagación del poliovirus salvaje desde Pakistán a Afganistán, de Siria a Irak y de Camerún a Guinea Ecuatorial, así como la ocurrencia de brotes en Etiopía, Israel, Somalia y Nigeria, llevó a la OMS a declarar esta ESPII en mayo de 2014. Se trata de la ESPII más prolongada hasta la fecha. En Perú, se implementaron acciones de respuesta centradas en el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y la mejora de las coberturas de vacunación (Tablas 1 y 2).
Ébola (2014-2016).
La enfermedad por el virus del Ébola (EVE) surgió en diciembre de 2013 en una aldea de Guinea y fue declarada ESPII ocho meses después, tras su propagación transfronteriza a otros tres países. La OMS declaró el fin de la emergencia en junio de 2016. En Perú no se registraron casos de EVE; sin embargo, se llevaron a cabo acciones para la preparación y respuesta ante posibles casos importados (Tablas 1 y 2).
Zika (2016).
Tras la notificación de casos de microcefalia asociados al virus Zika en Brasil, la OMS declaró la ESPII el 1 de febrero de 2016. En noviembre de ese mismo año, se dio por finalizada la emergencia. En Perú no se reportaron casos confirmados durante la declaratoria; sin embargo, se implementaron estrategias de vigilancia epidemiológica de malformaciones congénitas, prevención y seguimiento de gestantes infectadas, con especial atención en áreas de brotes previos (Tablas 1 y 2).
Ébola (2019 – 2020).
En 2019, la OMS declaró una nueva ESPII de EVE tras la confirmación de un brote en la República Democrática del Congo, el cual se convirtió en el segundo más grande registrado desde la identificación del virus en 1976. El 25 de junio de 2020, la OMS declaró el fin de la emergencia debido a la reducción de casos. En Perú no se reportaron casos, pero se reforzaron las acciones de preparación basadas en la experiencia previa de la ESPII de 2014-2016 (Tablas 1 y 2).
COVID-19 (2020-2023). La COVID-19 surgió en diciembre de 2019 con la detección de casos de neumonía atípica en Wuhan, China. El agente etiológico identificado fue SARS-CoV-2. La OMS declaró la ESPII el 30 de enero de 2020 y la pandemia el 11 de marzo del mismo año. En Perú, el primer caso se confirmó el 6 de marzo de 2020, y tres días después se reportó la primera muerte. La pandemia se extendió a todos los departamentos del país. En respuesta, se declaró la emergencia sanitaria nacional y se implementaron medidas como vigilancia epidemiológica, rastreo de contactos, inmovilización social, prevención de infecciones y manejo de casos según su gravedad (Tablas 1 y 2, Figura 1). La OMS declaró el fin de la emergencia el 5 de mayo de 2023.
Monkeypox (2022-2023).
El virus Monkeypox se detectó por primera vez en humanos en la República Democrática del Congo en 1970 y se consideraba una enfermedad endémica en algunos países africanos. Sin embargo, entre 2018 y 2021 se registraron casos en Reino Unido, Portugal y Singapur, asociados a viajes tras un brote en Nigeria. La OMS declaró la ESPII el 23 de julio de 2022, luego de que la enfermedad se extendiera a más de 100 países. La emergencia finalizó el 11 de mayo de 2023 debido al descenso de casos. En Perú, el primer caso se confirmó el 26 de junio de 2022 y se reportaron casos en todos los departamentos mientras duró la ESPII (Figura 1). En respuesta, se implementaron medidas de vigilancia epidemiológica, manejo de casos y complicaciones, prevención y control de infecciones en establecimientos de salud y vacunación en grupos de riesgo (Tablas 1 y 2).
Monkeypox (2024 - presente).
El 14 de agosto de 2024, la OMS declaró nuevamente Monkeypox (Mpox) como ESPII debido al incremento de casos en la República Democrática del Congo y otros países africanos. La rápida propagación del virus, la identificación de una nueva cepa (Clado 1b) y su transmisión predominante a través de redes sexuales fueron factores determinantes en la declaración. En Perú, tras el término de la ESPII de 2022, los casos continuaron confirmándose, por lo que se mantienen las acciones de vigilancia y respuesta.
Tabla 1. Emergencias de salud pública de importancia internacional (ESPII), y su introducción en Perú.
ESPII |
Origen |
Agente causal |
Declaración de ESPII |
Evolución |
Término |
Introducción en Perú |
Influenza A(H1N1)-2009 (2009-2010) (7,11,14,15) |
Conglomerado de casos en México y EE.UU. |
Virus de la influenza A(H1N1) 2009 |
25/04/2009 |
Declarada pandemia el 11/06/2009 y se extendió hasta el 10/08/2010. |
10/08/2010 |
Primer caso confirmado el 09/05/2009, primera muerte el 03/06/2009. |
Poliomielitis (2014 - presente) (16,18) |
Propagación de poliovirus salvaje desde Pakistán a Afganistán, de Siria a Irak y de Camerún a Guinea Ecuatorial. |
Poliovirus salvaje tipo 1 |
5/05/2014 |
En 2024, continúa la confirmación de casos en países como Pakistán y Afganistán. |
Continúa siendo ESPII a la fecha |
No se han reportado casos autóctonos ni importados en el país. |
Ébola (2014-2016) (7,18,19) |
Inicio en una aldea de Guinea |
Virus del Ébola |
8/08/2014 |
Se propagó a Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal y Mali. Se registraron casos importados en EE.UU. y algunos países de Europa. |
17/03/2016 |
No se reportaron casos en el país. |
Zika (2016) (7,8,20,21) |
Reporte de casos de microcefalia asociados a Zika en Brasil desde 2015 |
Virus Zika |
1/02/2016 |
Se confirmaron 39 casos de microcefalia por Zika en Brasil y Polinesia Francesa. |
18/11/2016 |
No se confirmaron casos de microcefalia causados por el virus en el país. |
Ébola (2019-2020) (7,8) |
Brote iniciado el 01/08/2018 en la provincia de Nord Kivu, República Democrática del Congo |
Virus del Ébola |
17/07/2019 |
El brote, que inició en República Democrática del Congo, se propagó a Uganda y culminó con 3 470 casos y 2 287 defunciones. |
26/06/2020 |
No se confirmaron casos en el país. |
COVID-19 (2020-2023) (22,23) |
Brote en Wuhan, provincia de Hubei, China |
SARS-CoV-2 |
30/01/2020 |
Declarada pandemia el 11/03/2020 y se extendió hasta el 05/05/2023. |
5/05/2023 |
Primer caso confirmado el 06/03/2020, primera muerte el 09/03/2020. |
Monkeypox (2022-2023) (24,25,26,27) |
Endémica en países africanos, con casos reportados en Reino Unido, Portugal y Singapur entre 2018 y 2021 |
Virus Monkeypox |
23/07/2022 |
Se extendió a más de 100 países o territorios en todas las regiones de la OMS. |
11/05/2023 |
Primer caso confirmado el 26/06/2022. |
Monkeypox (2024 - presente) (28) |
Aumento de casos en la República Democrática del Congo, con aparición de una nueva cepa (Clado 1b) y expansión a países africanos vecinos |
Virus Monkeypox |
14/08/2024 |
En seguimiento. |
Actual |
En seguimiento. |
Tabla 2. Emergencias de salud pública de importancia internacional (ESPII), impacto sanitario y respuesta en Perú.
ESPII |
Tiempo* |
Impacto sanitario en Perú |
Respuesta del Perú |
Influenza A(H1N1)-2009 (2009-2010) (11) |
15 días |
10 112 casos (TIA: 0,35 x 1 000 habitantes).
|
Vigilancia epidemiológica intensificada, medidas de protección personal, restricción de viajes, distanciamiento social, manejo hospitalario, administración de antivirales y vacunación.
|
312 muertes (TMA: 0,01 x 1 000 habitantes). |
TLA: 3,08 x 100 casos.
|
Actualmente circula con comportamiento estacional en el país.
|
Poliomielitis (2014 - presente) (16,18) |
NA |
No se registraron casos en Perú. |
Alerta epidemiológica, intensificación de la vigilancia epidemiológica, mejora de coberturas de vacunación, capacitación del personal en vigilancia y respuesta ante casos de parálisis flácida aguda, y declaratoria de emergencia sanitaria.
|
Ébola (2014-2016) (7,18,19) |
NA |
No se registraron casos en Perú. |
Alerta epidemiológica ante el riesgo de ingreso de casos importados, elaboración de un Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente a la posible introducción del virus del Ébola, capacitación de equipos regionales y de entidades de otros sectores, realización de simulacros y respuesta ante casos sospechosos.
|
Zika (2016) (29) |
NA |
No se registraron casos en Perú. |
Vigilancia epidemiológica de malformaciones congénitas, alerta epidemiológica, promoción de medidas de protección personal y prevención de transmisión sexual, control de vectores, tamizaje y seguimiento de casos sospechosos.
|
Ébola (2019-2020) (7,8) |
NA |
No se registraron casos en Perú. |
Alerta epidemiológica ante el riesgo de ingreso de casos importados y fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica.
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COVID-19 (2020-2023) (12,30) |
35 días |
4 502 921 casos (TIA: 138,0 x 1 000 habitantes).
|
Declaratoria de emergencia sanitaria nacional, vigilancia epidemiológica, rastreo de contactos, medidas de protección personal, inmovilización social, restricción de viajes, aislamiento de casos, tamizaje poblacional, manejo hospitalario, administración de antibióticos y antivirales, vacunación y comunicación de riesgo.
|
219 374 muertes (TMA: 6,7 x 1 000 habitantes). |
TLA: 4,8 x 100 casos.
|
Actualmente continúa circulando en el país. |
Monkeypox (2022-2023) (29) |
Casos confirmados antes de la declaratoria de ESPII |
3 800 casos (TIA: 0,11 x 1 000 habitantes).
|
Implementación de vigilancia epidemiológica, manejo de casos y complicaciones, prevención y control de infecciones en establecimientos de salud, comunicación de riesgo y vacunación en grupos de riesgo.
|
20 muertes (TMA: 0,0006 x 1 000 habitantes).
|
TLA: 0,53 x 100 casos. |
Se continúan confirmando casos en el país. |
Monkeypox (2024 - presente) (28) |
En seguimiento |
En seguimiento. |
Se mantienen las acciones de vigilancia y respuesta implementadas. |
* Tiempo entre declaratoria de ESPII y confirmación del primer caso en el Perú.
TIA: Tasa de incidencia acumulada. TMA: Tasa de mortalidad acumulada. TLA: Tasa de letalidad acumulada. NA: No aplicable.
Figura 1
Distribución de emergencias de salud pública de importancia internacional (ESPII) a nivel departamental en Perú.
Discusión
La declaración en 2009 de la pandemia de influenza A(H1N1)-2009 como una ESPII fue la primera de este tipo bajo el RSI-2005. Desde entonces, la OMS ha declarado siete ESPII adicionales: poliomielitis, ébola (2014), zika (microcefalia), ébola (2018-2020), COVID-19, Monkeypox (2022) y Monkeypox (2024)
30
. De estas, la influenza A(H1N1)-2009 y la COVID-19 evolucionaron hasta alcanzar el nivel de pandemia. Las ESPII representan eventos que afectan la salud pública en sus regiones de origen y, debido a la interconectividad global, pueden poner en riesgo a poblaciones en todo el mundo, como se ha observado en los últimos quince años.
En Perú, el primer caso de influenza A(H1N1)-2009 se identificó 15 días después de la declaratoria de ESPII, mientras que en la COVID-19, el primer caso se confirmó a los 35 días. Estos tiempos son relativamente cortos en comparación con pandemias previas, como la influenza de 1957, que ingresó al país cinco meses después de su inicio
31
. Este fenómeno puede explicarse por el aumento en la movilidad humana, facilitada por los viajes aéreos, lo que acelera la propagación de enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, incrementando su impacto en la seguridad sanitaria global
32
.
La pandemia de influenza A(H1N1)-2009 representó un desafío para la vigilancia y respuesta en el país, ya que fue la primera ESPII enfrentada tras la adopción del RSI-2005, en un contexto en el que las capacidades de vigilancia epidemiológica aún estaban en desarrollo. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al cierre de la ESPII, el virus pandémico H1N1-2009 se había extendido a todas las regiones de la OMS y afectado a casi todos los países, con un registro oficial de aproximadamente 18 500 muertes. Actualmente, el virus circula de manera estacional, y la vigilancia y vacunación se centran en grupos poblacionales priorizados
15
. Sin embargo, los datos reportados por sistemas de vigilancia como el de Perú evidencian un subregistro significativo en comparación con las estimaciones globales.
Las epidemias y pandemias causadas por virus respiratorios tienen un alto impacto en la actividad social y económica de los países, ya que una de las principales estrategias de prevención y control es el distanciamiento social. Durante la pandemia de influenza A(H1N1)-2009, se cerraron instituciones educativas, eventos deportivos y actividades culturales, afectando significativamente la productividad económica.
La poliomielitis es una enfermedad altamente infecciosa, con una tasa de parálisis de uno por cada 200 casos. El poliovirus tipo 1 (WPV1) es responsable de las epidemias de poliomielitis, mientras que los tipos 2 y 3 han sido erradicados a nivel global. En Perú, el último caso de poliovirus salvaje se reportó en 1991 en Junín, siendo también el último caso registrado en América
33
,
34
. A pesar de los avances, alcanzar coberturas óptimas de vacunación completa sigue siendo un desafío en el país, lo que representa un riesgo potencial de reintroducción del virus mientras persista su transmisión en el mundo
35
.
Desde la declaratoria de ESPII en 2014, la persistencia de casos y la detección del virus en muestras ambientales en Afganistán y Pakistán continúan siendo un desafío para la erradicación global del WPV1, lo que requiere fortalecer la vigilancia epidemiológica y las campañas de inmunización en el marco del objetivo de erradicación para 2026
36
,
37
.
La EVE, también denominada fiebre hemorrágica del Ébola, es altamente contagiosa. Los primeros brotes ocurrieron en 1976 en Sudán y la República Democrática del Congo, y desde entonces, se han registrado brotes intermitentes en diversos países africanos
38
. La transmisión se produce por contacto directo con personas infectadas, tejidos, fluidos corporales o fómites contaminados
39
.
El brote de EVE en África Occidental (2014-2016) resaltó la necesidad de implementar medidas efectivas de control y prevención para contener su propagación. Guinea, Sierra Leona y Liberia, los países más afectados, no contaban con capacidad suficiente para frenar la enfermedad, lo que motivó la declaratoria de ESPII
18
. En 2019, la detección de casos en Uganda a partir del brote en la República Democrática del Congo evidenció la propagación internacional del virus, lo que llevó a una nueva declaratoria de ESPII
8
. En Perú, estas emergencias impulsaron la preparación para la detección y respuesta ante casos sospechosos, aunque no se registraron casos autóctonos ni importados. A pesar del fin de la ESPII, brotes recientes en Uganda demuestran la necesidad de vigilancia constante y estrategias de contención eficaces
40
.
La asociación del virus Zika con microcefalia y otras alteraciones neurológicas, documentada en Brasil y en la Polinesia Francesa en 2014, motivó su declaratoria como ESPII por la OMS en 2016
21
. En Perú, se implementó la vigilancia epidemiológica de gestantes infectadas y de sus recién nacidos, sin que se confirmaran casos de microcefalia. Sin embargo, la falta de recursos en ese periodo pudo haber limitado la detección de casos. Actualmente, el virus sigue circulando en regiones tropicales y subtropicales, incluyendo Perú, con el riesgo de ocasionar epidemias y afectaciones en poblaciones vulnerables, especialmente mujeres embarazadas
41
.
La COVID-19 fue la primera pandemia causada por un coronavirus. El SARS-CoV-2, su agente etiológico, ha demostrado capacidad de infectar diversas especies de mamíferos. La detección del virus en animales domésticos, salvajes y de granja ha llevado a la investigación sobre la transmisión zoonótica (de animales a humanos) y zoonosis inversa (de humanos a animales), con el potencial de que la pandemia evolucione hacia una panzootia
43
. Durante la pandemia, Perú registró una de las tasas de mortalidad acumulada más altas a nivel mundial
42
, lo que estuvo relacionado con factores sanitarios, demográficos, sociales y económicos. Actualmente, el virus continúa circulando en el país, y la vigilancia epidemiológica y vacunación en grupos de riesgo siguen en marcha.
La enfermedad Monkeypox (mpox) se identificó por primera vez en humanos en la República Democrática del Congo en 1970 y, desde entonces, se han reportado casos en al menos 11 países africanos, donde se considera endémica. Se han identificado dos clados del virus: el de África occidental, asociado a una enfermedad menos grave, y el de la cuenca del Congo, con mayor virulencia. Su transmisión puede ser por contacto directo, secreciones o vía respiratoria. Aunque la mayoría de los casos recientes han sido detectados en hombres que tienen sexo con hombres, existe el riesgo de propagación a la población general
24
. La detección de casos en viajeros ha sido clave para el monitoreo de la enfermedad y sus patrones de transmisión
24
. Las dos ESPII declaradas por la OMS en 2022 y 2024 reflejan que los esfuerzos actuales no han sido suficientes para controlar la enfermedad, con casos confirmados en más de 100 países
25
. En Perú, desde su introducción en 2022, la enfermedad sigue reportándose.
Las declaraciones de ESPII permiten una rápida movilización de recursos y coordinación internacional, acelerando el desarrollo de vacunas, terapias y diagnósticos bajo autorización de uso de emergencia. En el contexto actual de globalización y emergencias sanitarias recurrentes, las ESPII han tenido un impacto significativo en Perú, especialmente en términos de morbilidad, mortalidad y letalidad, con desafíos continuos en vigilancia y respuesta en el marco del RSI-2005
7
.
Cuando la OMS declaró las ESPII, el sistema de vigilancia epidemiológica del país emitió alertas que impulsaron la implementación de acciones de vigilancia y respuesta a nivel nacional. Se fortalecieron los mecanismos para la detección temprana de casos, el tratamiento oportuno y el registro de defunciones. No obstante, en el caso de enfermedades emergentes, los recursos disponibles fueron insuficientes para evitar la introducción y propagación de la transmisión, como se observó en las pandemias de influenza A(H1N1)-2009 y COVID-19. Además, la estimación del número real de casos y defunciones durante una ESPII se ve limitada por el subregistro en cada país. Si bien este estudio analiza el impacto sanitario de las ESPII en Perú, es necesario realizar investigaciones adicionales que examinen sus repercusiones sociales y económicas.
Este estudio presenta algunas limitaciones inherentes a su diseño y fuentes de información. En primer lugar, al basarse en un análisis documental y en datos secundarios provenientes de fuentes oficiales, la calidad y exhaustividad de los resultados dependen de la precisión de los registros disponibles. El subregistro de casos y defunciones, especialmente en eventos de rápida propagación como la influenza A(H1N1)-2009 y la COVID-19, puede haber afectado la estimación real del impacto sanitario. Asimismo, no se realizaron ajustes por variables demográficas o factores socioeconómicos, lo que podría influir en la interpretación de los indicadores de incidencia, mortalidad y letalidad. Pese a estas limitaciones, el estudio proporciona un panorama integral sobre el impacto sanitario de las ESPII en Perú y resalta la importancia del fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Conclusión
En el contexto actual de globalización, el acelerado desplazamiento poblacional y la emergencia y reemergencia de enfermedades, las ESPII han tenido una enorme repercusión en nuestro país, desde el punto de vista económico, social, político y sanitario. Esto último evidenciado en términos de morbilidad, mortalidad y letalidad (en particular en los casos de ESPII por influenza AH1N1 2009, COVID-19 y Mpox); asimismo han sido una oportunidad para acelerar el desarrollo e implementación de las capacidades básicas establecidas en el RSI-2005, lo que ha permitido afrontar todas las ESPII declaradas, y que aún continúan siendo un desafío para el Perú.