El monumento como instrumento de identidad nacional
El caso italiano
DOI:
https://doi.org/10.31381/arquitextos33.1859Palabras clave:
monumento, identidad italiana, fascismo, tradicionalismo, racionalismoResumen
Entre 1860 y 1950 la arquitectura italiana tuvo la tarea de construir la imagen moderna de
una nación joven. Se les pedía a los arquitectos de apoyar la política para construir, a través
de la arquitectura, edificios que transmitieran mensajes de identidad, sociales y colectivos.
Este proceso ha sido particularmente fuerte en el período del fascismo (1922-1943),
o sea, la época de Benito Mussolini. A través de mensajes fuertes y profundamente unidos
a la antigua tradición romana, el fascismo buscaba construir una identidad compartida
para garantizar la duración del régimen. Los elementos básicos sobre los cuales construir
esta identidad eran los monumentos, lugares donde la masa de las personas sentía la
necesidad de reconocerse para expresar el culto de la patria.
El artículo analiza varios monumentos, desde la construcción del Vittoriano por Giuseppe
Sacconi, hasta el monumento Ardeatine del grupo Fiorentino-Perugini: una evolución
histórica que se une profundamente a la piedad del pueblo italiano