La avenida Alfonso Ugarte, otra vez muralla de Lima
DOI:
https://doi.org/10.31381/arquitextos35.3896Resumen
El espacio que ocupa la avenida Alfonso Ugarte tiene vocación (¿o maldición?) de muralla. Durante decenas de años virreinales, hecha de hiladas de piedra asentadas con mortero de cal y arena (proporción 1:3), coronada por almenas, tuvo en tiempos republicanos casi un siglo de pretensiones parisinas, para retornar recientemente a su anterior misión de muralla, edificada esta vez con tramos de mala arquitectura metálica y largas hiladas de maloliente CO2 (anhídrido carbónico), asentadas con ruidos de claxon, motores y de silbatos policiacos (proporción 3:1).