Veinte años pueden ser muchos o pueden ser pocos
DOI:
https://doi.org/10.31381/tradicion.v0i16.1429Abstract
sí como la palabra tradición (o tradicional) es lo contrario de decrepitud, pasado añoso, moldes fijos (¡es lo más vivo y actual en la dinámica interior de las generaciones!), la palabra homenaje no debe aludir solo a lo acabado que permanece en el recuerdo sino, también, a una mirada proyectiva en donde la obra de un personaje notable o de una institución emblemática –por ejemplo- continúa recreándose y reactualizándose en el presente. Lo dicho viene al caso cuando nos referimos a la Oficina Central de Extensión Cultural y Proyección Social de nuestra Universidad que está cumpliendo su vigésimo aniversario uniendo –como lo pide el espíritu de la modernidad- las raíces del pasado con las expectativas del presente. Esta experiencia de auténtica pedagogía vital se ha ido fortificando y aún continúa con la misma fuerza del principio, hace veinte años.
Estas dos décadas de hermosas jornadas pedagógicas y artísticas nos ha cambiado la vida, igual que a los alumnos y a todas las personas que sintonizan con los principios de la Educación por el Arte: “Percepción, sensación y expresión para la comunicación plena”; “globalización de vivencias” y “explicación e interpretación de los fenómenos (unión de la ciencia y el arte)”.