Figuración vs. Abstracción. El caso del concurso escultórico de La Marinera. Lima, 1958
DOI:
https://doi.org/10.31381/illapa.v0i3.1153Resumen
En el ámbito cultural de la Lima de los años cincuenta, del siglo XX, se mantenía latente la brecha que abrió entre los "diletantes" el surgimiento de la abstracción plástica o "no figurativa". Esta tendencia, predominantemente pictórica en nuestro medio, había creado un verdadero impasse entre aquel público asiduo a exposiciones, conferencias y actividades culturales diversas, quienes hasta hacía poco disfrutaban de la pose del amateur o del conocedor de las "Bellas Artes". Posturas en realidad decimonónicas, como lo era también, en sus fundamentos, la formación impartida en nuestra Escuela de Bellas Artes -hasta la aparición de la figura de Sabogal y el Indigenismo o hasta la mirada hacia las formas del Perú Antiguo en conjunción con las hispanas en el caso de la obra de Manuel Piqueras Cotolí-. Completamente alejado de la realidad cultural que primaba en otras capitales del mundo como consecuencia de la posguerra, el ambiente cultural limeño estaba poblado por adeptos cuyo provincianismo medular se hacía patente en la solemnidad "parisina", en todo caso, "europeizante" con que se involucraban con el hecho artístico, para quienes lo "no figurativo" representó un escollo para su comprensión y sus habitos.