Hacia una eficiente protección del consumidor

Abstract

Actualmente, el plano económico, encaramos una realidad en el que los recursos son escasos y las necesidades son ilimitadas. Por ello, la manera más eficiente de administrar esos escasos recursos es asignarles una determinado valor que el mercado lo aprecie. Ese valor, que el mercado muchas veces le asigna es el precio. En efecto, los precios altos indican que en el mercado hay mucha demanda de un producto o servicio, y crean los incentivos para el ingreso de nuevos proveedores. Esta situación naturalmente se produce cuando los mercados funcionan con una eficiencia razonable, sin embargo existen determinadas circunstancias en las que los mercados no consiguen resultados eficientes porque los precios de los bienes o de los servicios que se ofrecen a los consumidores no se condicen entre ellos. En esta circunstancia se admite la intervención del Estado, mediante normas regulatorias y organismos públicos tendientes a corregir las asimetrías que indefectiblemente se van a producir.